Una largada con mucha polémica

En el inicio de una temporada 2003 en la que las Ferrari parten otra vez como favoritas, las otras dos poderosas, McLaren y Williams, están enfrascadas en una puja con la FIA, que modificó las reglas

McLaren y Williams, dos de los equipos más fuertes y pudientes, están enfrascados en una puja con la FIA, que modificó las reglas del campeonato en su empeño por reducir costos y hacerlo más competitivo.

La polémica amenaza dejar en un segundo plano la acción en la pistas de Melbourne, escenario del primer Gran Premio de la temporada, el 9 de marzo.

Como se ha hecho costumbre, Michael Schumacher y Ferrari son los favoritos para arrasar en el campeonato.

LA HEGEMONIA DE FERRARI
Precisamente la supremacía de Ferrari y Schumacher es la raíz de la situación de la F1.

Al alzarse con 15 de las 17 pruebas de la pasada temporada, la hegemonía de las Ferrari provocó un descenso notable en los índices de teleaudiencia en todo el mundo. Al sumársele la crisis económica mundial, muchos patrocinadores decidieron alejarse del deporte.

Punto y aparte fue la sensacional temporada de Schumacher, la más rutilante en la historia de la F1. Schumi ganó 11 carreras, todo un récord en ruta a empatar la marca de cinco títulos de campeón que el legendario argentino Juan Manuel Fangio había fijado en los años 50.

"Llevo 12 temporadas en F1 y sólo una temporada ha sido como lo del año pasado, así que por qué no repetir otra vez", declaró elalemán, que se aseguró el campeonato con seis fechas de adelanto.

El inglés Nigel Mansell, campeón en 1992, pronostica que Schumacher no aflojará un ápice.

"Ambiciona ganar un sexto campeonato mundial. Esas ansias combinadas a su talento único lo hacen un rival imposible de vencer", indicó Mansell.

Estas son malas noticias para Juan Pablo Montoya, Rubens Barrichello, David Coulthard y su hermano Ralf, los rivales de más peso.

Incapaces de competir con los peces grandes, los equipos Arrows y Prost desaparecieron al término de la pasada temporada, dejando sólo diez escuderías. Y dos de éstas, Minardi y Jordan, luchan a capa y espada para sobrevivir 2003.

TANTA SUPERIORIDAD LLEVO A LOS CAMBIOS
Lo que fue un año de ensueño para Ferrari resultó paralelamente en un panorama gris para el deporte en lo global.

Durante el receso, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo Max Mosley, apoyado por Bernie Ecclestone, el hombre fuerte de la F1, actuó con celeridad y tomó medidas para restaurar el espectáculo.

Se prohibieron las ayudas tecnológicas a los pilotos, se modificó el sistema de clasificaciones y hay una nueva puntuación, que permite a quienes lleguen octavos sumar unidades.

Los cambios tienen como norte sacudir las estructuras de un campeonato que había pasado a ser muy predecible y monótono.

Pero se han encontrado con la resistencia de los equipos de punta.

Ron Dennis, el máximo ejecutivo de McLaren, y Frank Williams, el propietario de Williams, acusaron a Mosley de actuar en forma "dictatorial" por imponer los cambios, que a su juicio menoscaban la excelencia en el deporte.

La ropa sucia se lavó en público y ambos salieron a decir que los cambios comprometen la seguridad y que contradicen un contrato entre las escuderías, la FIA y Ecclestone.

Williams y McLaren optaron por recurrir a un tribunal de arbitraje deportivo en Suiza. Una resolución en el caso podría demorarse un año.

Así las cosas, los cambios de la FIA siguen en pie para el 2003.

Mosley no se quedó callado y replicó en términos duros en otra carta en la que recordó todo lo malo que ocurrió el año pasado.

El malestar de McLaren y Williams radica primordialmente en la eliminación de las ayudas, que tienden a beneficiar a los equipos ricos.

Mosley, por su parte, los acusa de resistirse a una política de compartir ganancias, lo que redundaría en una inyección económica a los chicos.

Los presupuestos de Williams y McLaren rondan por los 290 millones de dólares, cada uno, mientras que Ferrari se gasta la exorbitante cifra de 440 millones. En la cola está Minardi con sus 32 millones y Jordan con 56.

Dave Richards, el director de la escudería BAR-Honda, cuyo presupuesto oscila en los 176 millones, criticó la actitud de los grandes. "Es lo último que necesita deporte. Todos en la F1 deberían estar remando juntos en una sola dirección".

SIN CARAS NUEVA EN LOS EQUIPOS DE PUNTA
No habrán rostros nuevos en los equipos de mayor fuste este año: Schumacher y el brasileño Barrichello siguen en Ferrari; el colombiano Montoya y Ralf Schumacher conducirán los Williams; y el escocés David Coulthard y el finlandés Kimi Raikkonen son los hombres de McLaren.

El nuevo bólido de Ferrari (F2003-GA), que debutará en la primera prueba en Europa (San Marino) en abril, fue bautizado con el nombre del extinto patriarca de la escudería, Gianni Angelli.

Cuatro novatos entrarán en escena en Australia, todos con equipos modestos, incluyendo un par de brasileños: Cristiano de Matta (Toyota) y Antonio Pizzonia (Jaguar). Los otros dos son los ingleses Justin Wilson (Minardi) y Ralph Firman (Jordan).

El irlandés Eddie Irvine, quien se quedó sin equipo tras la desaparición de Jaguar, no competirá luego que no quiso aceptar un recorte en su salario para estar con los Jordan.

-AP

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