En apenas dos vueltas habían abierto un hueco que resultó definitivo y que dejaba atrás, descolgado, al otro aspirante al campeonato mundial, el anterior campeón, el sanmarinense Manuel Poggiali (Gilera), al que en esta ocasión le derrotaron su rival y los nervios, ya que en las vueltas iniciales y al ver que su contrincante se marchaba por delante, cometió un error garrafal y se pasó de frenada.

Fue en la quinta vuelta, Vincent y Pedrosa tenían entonces más de tres segundos sobre el grupo perseguidor, en el que se encontraba Poggiali y cuando éste pudo dar buena cuenta de Pablo Nieto, que como su compañero en la escudería Master de Jorge Martínez "Aspar", Héctor Barberá, marchaban por delante, intentó hacer lo propio con el valenciano, pero entonces se produjo el error y el sanmarinense se encontró relegado a la décima plaza y obligado nuevamente a remontar, pero el milagro era ya imposible salvo errores de su rival, que no se produjeron.

Por delante, Pedrosa y Vincent realizaron una carrera impecable y si bien en principio la responsabilidad la asumió el francés para abrir hueco, luego fue Pedrosa quien aprovechó la oportunidad, sabedor de que su rival no iba a arriesgarse en lo más mínimo y comandó la carrera prácticamente hasta el final.

El grupo perseguidor se fue diluyendo con el paso de las vueltas y acabó constituido por un trío, todos ellos pilotos de Aprilia, casi como lugartenientes y veladores de los intereses del francés, con Pablo Nieto al frente del mismo casi siempre y el sanmarinense Alex de Angelis y el alemán Steve Jenkner a continuación. La única duda estaba por detrás y era saber si Manuel Poggiali podía ser capaz de alcanzarlos, pero rápidamente quedó desvelada al verse claramente que el campeón de 2001 era incapaz de romper el ritmo de sus rivales y acercarse, por lo que acabó relegado a una muy discreta séptima plaza con la que probablemente se despide de los 125 c.c. para la próxima temporada al tener varias ofertas para cambiar de categoría.

Vincent, con el título en el bolsillo y mientras estuviese Poggiali en pista no era un rival a temer, pero por si acaso el piloto de la Movistar Honda cerró todos los huecos lo mejor que pudo en la última vuelta y se garantizó su tercera victoria de la temporada, que en cierta medida endulza el agrio sabor de no poder disputar hasta el final el título mundial con Vincent y Poggiali.

Para acompañar a ambos en el podio estuvo, después de una brillante actuación el madrileño Pablo Nieto con su Master Aprilia, que se volvió a repetir su clasificación del anterior gran premio, en Australia y mucho antes en Italia.

Después de superar no pocos problemas de entrenamientos, Pablo Nieto pudo sacar mayor provecho del rendimiento de su moto y concluir la temporada con un nuevo podio para su equipo Master, aunque tuvo que hacer frente primero a su propio compañero de escudería, Héctor Barberá, y después a pilotos de la talla de Jenkner y de Angelis.

Barberá, que ayer sufrió una fuerte caída y se dañó el pie izquierdo, tuvo que salir hoy infiltrado a la pista y durante buena parte de la carrera no tuvo problemas, pero al final los dolores le hicieron perder algo de "fuelle" y tener que conformarse con una sexta plaza final en un gran premio de casa en el que aspiraba al podio por primera vez. Como Barberá, también tuvo una excelente actuación, para cerrar seguramente su periplo en el equipo Movistar de Alberto Puig, el tarraconense Joan Olivé, quien con una moto inferior en prestaciones a las de muchos de sus rivales luchó en el segundo grupo con ahínco y acabó haciendo suya una meritoria novena plaza.