Citroen ocupa las tres primeras plazas del rally monegasco. Loeb, que busca su segunda victoria mundialista (ganó el año pasado en Alemania), es el líder con un minuto, 7 segundos y 9 décimas de ventaja sobre el escocés McRae, segundo, y 1:45.0 sobre el español Sainz, tercero.

Sebastien Loeb, segundo en Montecarlo hace un año debido a una penalización debido a un error de sus mecánicos, es el líder de la primera carrera del año gracias al accidente protagonizado por el actual campeón del mundo, Marcus Gronholm, en el penúltimo tramo de la segunda jornada (en la que sólo se disputaron tres de las cuatro especiales previstas, ya que la primera fue cancelada por exceso de público).

Gronholm, dominador se la primera etapa, perdió algo más de media hora al sufrir un accidente en el tercer tramo de la segunda etapa, lo que no sólo le despojó del liderato sino que también le hundió irremisiblemente en la clasificación.

El escandinavo, campeón mundial en 2000 y 2002, chocó contra una piedra que dañó seriamente la dirección de su coche en el kilómetro 8 del tercer tramo (32.11 kms.).

La desgracia de Gronholm ha permitido a los tres hombres de Citroen situarse cómodamente en los tres peldaños del podio provisional. Loeb, el más adaptado al Xsara de los tres pilotos del equipo, ha marcado la pauta, al ganar dos de los tres tramos del sábado.

Carlos Sainz sigue su proceso de adaptación al nuevo Xsara WRC, algo que consigue a pasos agigantados. Incluso se ha permitido marcar el mejor tiempo en uno de los tramos, el último, en el que ya es su primera especial ganada en su andadura con la marca Citroen.

El español está a poco más de 38 segundos de Colin McRae, una distancia que se antoja complicada de remontar, sobretodo habida cuenta de que el último día los responsables de Citroen no estarán dispuestos a que una lucha entre compañeros arruine la opción de arrasar en la primera cita de su primer Mundial completo.

Sainz, que también estrena copiloto (Marc Martí sustituye a Luis Moya), ha estado ajeno a los problemas que le persiguieron el primer día. Tan sólo tuvo el contratiempo de haber elegido un tipo de neumáticos para los dos primeros tramos, pero al cancelarse el primero, tuvo que hacer el segundo con una monta calculada para ambas especiales.

La segunda etapa se ha cobrado tres nuevas "víctimas" ilustres. El francés Gilles Panizzi (Peugeot), el finlandés Mikko Hirvonen (Ford) y el belga Freddy Loix (Hyundai) se vieron obligados a abandonar, el primero, que comenzó el rally con un minuto de penalización, se marchó avería y los otros dos por salida de carretera.

El domingo se disputará la tercera y última etapa, de 269,16 kilómetros totales, 104,20 de ellos correspondientes a cuatro tramos cronometrados.