Schumacher terminó sexto en el Gran Premio de Malasia tras haber conseguido un cuarto lugar en el GP Australiano dos semanas antes.

El alemán dijo que es una equivocación tomar los resultados de ambas carreras como indicativos de lo que será el desenlace del campeonato.

"Se está hablando mucho de una crisis en Ferrari", dijo Schumacher en declaraciones que publica el martes el portal en la Internet de la escudería. "No hay crisis. Lo que ha pasado son situaciones particulares en ambas carreras, además de mis errores".

En Malasia, Schumacher tuvo que dar una pasada por los boxes en castigo por provocar un choque con el Renault del italiano Jarno Trulli en la primera vuelta.

En Melbourne, el quíntuple campeón culpó a una mala estrategia de uso de neumáticos por su inesperado resultado.

A Schumi no le ha ido tan mal en carreras consecutivas desde el 2000, cuando tuvo que retirarse en la misma primera vuelta en Alemania y Austria.

Una serie de cambios en las clasificaciones y la eliminación de ayudas tecnológicas fueron implementados este año con el fin de hacer más competitivo el campeonato, luego que Ferrari arrasó en el 2002 y los índices de telaudiencia se fueron al piso.

Los más beneficiados hasta ahora han sido los McLarens. El escocés David Coulthard y el finlandés Kimi Raikkonen ganaron las dos primeras carreras. Jean Todt, director de la escudería italiana, minimizó el impacto de los cambios.

"Es obvio que (a McLaren) todo le ha salido bien, pero no creo que sus buenos resultados tengan que ver con las nuevas normas", señaló Todt en declaraciones que publica el martes la Gazzetta dello Sport. "La estrategia que han empleado ha sido muy similar a la nuestra", indicó Todt.

"No quiero estar justificando los reveses, pero los hechos son muy claros. En Australia se perdió la oportunidad de ganar por la falla de los neumáticos y en Malasia por el percance".

Tanto Todt como Schumacher dijeron que no hay necesidad de apurar el debut del nuevo bólido, el F2003-GA, que se ha previsto para el 20 de abril en el GP de San Marino en la pista de Imola, feudo de las Ferrari.

"Siempre hemos dicho que no usaremos el nuevo auto hasta que esté listo y nada ha cambiado", declaró Schumacher. "Sería un estupidez apurar las cosas".