Si bien aún no hay cifras exactas, puesto que no cerró el balance, Goijman calculó que ese será el déficit del Mundial, sin tener en cuenta el retorno que el Comité Organizador le reclama a la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), cuyos plazos y montos son materia de discusión entre los dos organismos.

Durante la disputa del Mundial, Goijman y el presidente de la FIVB, el mexicano Rubén Acosta tuvieron un importante entredicho sobre la forma en que el argentino manejó algunos contratos publicitarios que no estaban asentados debidamente.

Acosta señaló que el Mundial no hubiese sido posible "sin la participación de Daniel Scioli (Secretario de Turismo y Deportes)", algo que ofuscó a Goijman.

"Pérdidas tuvieron todas las sedes, sin excepciones. Pero es difícil calcular el monto porque nos falta saber cuánto será lo que nos envíe la FIVB por los derechos de marketing y también se deben ajustar las cuentas con algunos proveedores", dijo Goijman.

El dirigente del Comité organizador cuestionó en sus dichos a la Federación Internacional al comentar que la FIVB ganó tres millones de dólares con el Mundial y el país organizador tuvo déficit.

"Quizás supusimos que la FIVB iba a tener más interés en el éxito del mundial en lo económico para que el organizador no se quedara con quebranto. Nos equivocamos al suponer un organismo internacional con otros objetivos", apuntó Goijman.

Goijman reconoció en diálogo con la prensa que cuando se designó la sede del mundial, en noviembre de 1998, esperaba, inclusive, que el torneo generara alguna utilidad. "Al principio nos basábamos en otras premisas. Hablábamos de una recaudación por marketing de tres millones de dólares y al final no llegamos a un millón. Fijamos una popular de diez dólares, razonable para los precios del fútbol y los valores internacionales, pero no se pudo implementar", ejemplificó.