¿Será? ¿De la raza de cobre en Las Vegas a la raza de bronce en Tokio?
El 0-0 que prevaleció, que sobrevivió con esa mueca de angustia a esos casi 130 minutos, enaltece más a Brasil que a México, porque la tozudez y la gallardía de los tricolores, lustra aún más el pase de los amazónicos a la Final de los Juegos Olímpicos.