Lucchetti, con varias atajadas salientes, le permitió a Banfield disfrutar de un punto que sabe a poco si se tiene en cuenta que fue local, pero que terminó resultando valioso si se repara en la superioridad ejercida por su rival.

La cancha de Banfield, donde -fiel a su costumbre- volvió a decir presente el presidente Eduardo Duhalde, presentó un muy buen marco, a tono con las grandes concurrencias de las dos fechas iniciales en casi todas las canchas.

El primer tiempo resultó entretenido y mostró a un Estudiantes mejor predispuesto para manejar la pelota e intentar ejercer el control del juego. El conjunto platense sufrió la lesión de su conductor, Roberto Pompei, cuando apenas habían transcurrido dos minutos de juego. Sin embargo, lejos de complicar a la visita, la ausencia de Pompei pasó inadvertida merced a la muy buena producción de su reemplazante, Marcos Gelabert, quien en el segundo tiempo fue inexplicablemente reemplazado por Mariano Pavone.

Gelabert se paró como "cinco bis", unos metros más adelante que Ariel Zapata, y no sólo se cansó de robar pelotas sino que además contribuyó mucho en la gestación de los ataques. En ese primer tiempo, Estudiantes dispuso de dos situaciones claras de gol y ambas tuvieron como protagonistas a los mismos jugadores: de un lado Julián Kmet y del otro, Luchetti.

Iban cinco minutos cuando el arquero le tapó un zurdazo bajo a Kmet con una estirada espectacular. La segunda llegada clara fue a los 43: Kmet recibió un centro atrás de Ernesto Farías y su disparo desde el punto de penal fue desviado por Lucchetti.

¨Banfield? Fue un equipo partido en dos que en ningún momento logró asumir el control del juego y que sólo inquietó a Juan Carlos Docabo a los 34: José Luis "Garrafa" Sánchez mandó un centro y el arquero se la sacó de la cabeza a Pablo Lezcano con un puñetazo. El ritmo decayó de manera pronunciada en la etapa final y, de a ratos, el desarrollo quedó inmerso en una tediosa repetición de imprecisiones y pelotazos largos carentes de sorpresa.

Los dos equipos lucharon mucho en el mediocampo, pero Estudiantes entregó en todo momento la sensación de que podía generar peligro cada vez que se lo propusiera. Y, a decir verdad, fue el que más quiso de los dos, al punto de que Banfield no le generó peligro en todo el segundo capítulo.

La primera posibilidad que tuvo Estudiantes fue a los 8, cuando Lucchetti voló hacia atrás para sacar un frentazo de Pablo Quatrocchi. Sobre los 20, Lucchetti cometió el único error de la tarde al salir demasiado lejos a buscar un centro y Javier Sanguinetti enmendó la falla despejando sobre la línea el tiro bombeado de Kmet. Un minuto más tarde, un cabezazo de Quatrocchi pasó rozando el travesaño y, ya sobre los 44, Lucchetti se quedó con un cabezazo de Maggiolo. A Estudiantes no le sobró fútbol, pero lo único que le faltó para trasladar sus merecimientos al resultado fue el gol.

SINTESIS DEL PARTIDO