Pese a que su contrato le fue renovado tras la eliminación de Argentina en la primera ronda del pasado mundial, Bielsa no se siente seguro en su cargo y sus actuaciones son seguidas con lupa por los diarios locales y por los aficionados al fútbol.

"¿Me podré sostener yo en este tembladeral?", se preguntó Bielsa el martes en una reunión de prensa que duró casi cuatro horas.

Su propia respuesta dejó a las claras que está frente a un semáforo amarillo. "Por ahora, estoy luchando".

Además, el técnico se siente inseguro en su cargo porque Julio Grondona, el hombre fuerte del fútbol nacional desde hace más de un cuarto siglo, dijo la semana pasada que "si Bielsa tuviera un fracaso, Bilardo siempre está ahí".

Carlos Bilardo, que acaba de volver al fútbol dirigiendo a Estudiantes, fue técnico de Argentina cuando se consagró campeón mundial en México en 1986 y subcampeón cuatro años después en Italia.

Bielsa dijo que esas palabras de Grondona "no me molestaron, porque no le agrega inestabilidad a una situación como la mía".

Los argentinos están en general desencantados con Bielsa, porque se fue a Japón-Corea con un equipazo al que todo el mundo daba entre los candidatos y que luego se despidió con la frente marchita en apenas tres partidos de la primera ronda.

"Soy el responsable (de la eliminación mundialista) pero no soy ningún inútil ni los jugadores argentinos merecen los cuestionamientos que se les hicieron", dijo Bielsa en esa reunión de prensa en la que se entreveró con periodistas.

"El técnico de la selección, nervioso y Loco como nunca, admite que tambalea", titula Olé el martes en su primera plana.

"Habló a lo Loco", titula Diario Popular, haciendo un juego de palabras con el apodo por el que se le conoce a Bielsa.