Ante un rebosante Estadio Universitario, los felinos tuvieron un primer tiempo inspirado, que les bastó para someter a un débil adversario, que además del futbol, olvidó en el vestidor la dignidad que se requiere para afrontar un clásico.

Sidney Balderas abrió el camino a la victoria felina, al marcar el gol de la quiniela a los 12 minutos, en tanto Eduardo Lillingston puso el 2-0 a los 37, suficiente para dar cuenta de un rival que solamente fabricó una jugada de peligro.

Después de seis fechas del Torneo de Verano 2001, el equipo del brasileño Ricardo Ferreti cuenta con nueve unidades en el liderato momentáneo del Grupo Dos. A su vez, los pupilos del español Benito Floro se quedaron con seis en el tercer sector y un partido pendiente ante Pachuca.

No es la primera vez que un equipo se revalúa dando el partido de su vida ante América y, una semana más tarde, no sirve más que para el lucimiento del rival; sólo que en este caso, a Monterrey le tocó hacer el papelón ante Tigres en el clásico norteño.

En cambio, los pupilos del "Tuca", que perdieron el invicto en la última fecha ante Necaxa y llegaron sin el lesionado Claudio Suárez, no habían dado a su fiel hinchada algo para enorgullecerse en todo el torneo, en el que apenas habían marcado en tres ocasiones.

Monterrey se salvó desde muy temprano, a los cinco minutos, cuando Jorge Santillana sacó a Ricardo Martínez con un "sombrerito", pero sólo sacó débil disparo que fue contenido fácilmente por la defensa que había cerrado en auxilio de su portero.

Esa falla aumentó los ánimos del cuadro felino, que una y otra vez tuvo a su merced la meta de Martínez, mientras los Rayados no terminaban de meterse al partido, como si no estuvieran enterados de que ya había comenzado.

A los 12 minutos, Tigres se puso en ventaja en tiro de esquina cobrado por Mauricio Gallaga, el cual fue rematado sin marca alguna por Sindey Balderas, quien en el centro del área conectó sólido cabezazo que dejó sin oportunidad a Martínez.

Un poco después, a los 13, Gallaga de nuevo apareció al hacer jugada personal por la izquierda, en vez de ceder a un compañero solitario en el centro, pero su disparo se fue muy cerca del poste derecho.

Ante un rival prácticamente inexistente, los felinos aumentaron a 2-0 a los 37 minutos, cuando Eduardo Lillingston, de nuevo sin nadie que al menos le estorbara, lanzó zurdazo fuera del área a media altura, que se metió pegado al poste izquierdo.

Por si fuera poco, lo primero que hizo Monterrey en el partido no fue más que el ridículo, pues Ricardo Martínez, a los 42, salió del área a controlar en vez de despejar, perdió el balón y, desesperado, terminó tomando la pelota con las manos, lo cual ameritó su expulsión con roja directa.

Así terminó el primer tiempo, con los Rayados con un jugador menos, dos goles de desventaja y, sobre todo, con un panorama lleno de nubarrones que no cambió para el segundo tiempo, ya que Tigres pese a que cedió algunos metros, siguió lanzado al ataque y con el control absoluto del cotejo.

El resto fue bastante cómodo para Tigres, que controló perfectamente a la débil delantera rayada y al ataque no se propuso aumentar su ventaja, aunque tuvo oportunidades que carecieron del toque correcto para terminar en la red del rival.

Fue hasta los 83 minutos cuando Monterrey fabricó su primera jugada de peligro, luego que Antonio de Nigris centró para el español Francisco Aguilera, quien tuvo poco tiempo para disparar, pues Rogelio Rodríguez salió rápido para achicar.

Con atinada actuación en un encuentro ríspido y en ocasiones violento, el árbitro Gilberto Alcalá amonestó al ecuatoriano Iván Hurtado por los locales, al igual que al brasileño Flavio Rogeiro, Héctor Castro y Antonio de Nigris, además de expulsar a Ricardo Martínez (42) por la visita.

Alineaciones:
Tigres: Rogelio Rodríguez, Javier Saavedra, Iván Hurtado, David Oteo, Sindey Balderas, Mauricio Gallaga, Joaquín del Olmo, Felipe Ayala, Antonio Sancho, Jorge Santillana (Claudio Núñez 71) y Eduardo Lillingston.
DT: Ricardo Ferreti (BRA).