Estrenando ese liderato general que ha vuelto loca a la afición rayada, que llenó el Estadio Tecnológico, la Pandilla primero intentó lucirse y, después, atorada por un rival obstinado en hacerle la vida pesada, terminó optando por adjudicarse el trámite en una sola jugada.

Tras lucir una vez más esa capacidad para solucionar duelos en un intento, Antonio de Nigris dio tres puntos más al equipo del español Benito Floro, al marcar a los 68 minutos, para llegar a cinco en su cosecha personal y darle a los regios su cuarto triunfo en fila.

Luego de jornada nueve del Torneo de Verano 2001, Monterrey se mantuvo en la cima de la clasificación general y del Grupo Tres, al llegar a 18 puntos, en tanto los dirigidos por el español Rubén Omar Romano, que vieron cortada su racha de tres victorias al hilo, se quedaron con 14, aún en el liderato del cuarto sector.

Monterrey empezó con buenas intenciones, como sintiéndose obligado a ratificar en la cancha su condición de líder general, pero ese entusiasmo duró apenas unos minutos y, peor aún, se diluyó rápidamente ante la habilidad destructiva del rival.

En realidad, los Rayados ni fueron muy incisivos al frente, ni demostraron el poderío necesario para agrietar la bien parada defensiva visitante, que vio facilitada su labor por los reiterados centros frontales de los regiomontanos.

Y es que cada llegada de la Pandilla terminaba, invariablemente, en un servicio al área que quedaba de frente para la zaga tapatía, que paulatinamente aniquiló esa pujanza regiomontana que, al menos en el primer tiempo, no llegó a ningún lado.

De hecho no sabe si Monterrey insistió tanto en los centros frontales porque confía mucho en Antonio de Nigris o porque no tiene una opción más que el joven delantero, que apenas el viernes fue desechado por el selecionador Enrique Meza de los convocados para el hexagonal final de la Confederación de Futbol.

Así, los Rayados pronto perdieron gas y en pocos minutos parecieron incapaces de doblegar a un cuadro universitario que no disimuló sus intenciones que encontrarse con algún balón, que el peruano Roberto Palacios pudiera colocar con ventaja para el chileno Reynaldo Navia o el yugoslavo Zdenko Muf.

Convertido por Tecos en un conjunto inoperante, Monterrey solamente tuvo un par de disparos al arco de Marín Zúñiga. El primero, a los 16 minutos, por conducto de De Nigris, cuyo control sirvió además para quitarse al defensa y luego, a los 45, en zurdazo de Omar Avilán que controló con algunos apuros el portero tapatío.

Si bien el cuadro de Floro dejó mucho que desear durante los primeros 45 minutos, la visita de plano aburrió sin remedio. Aunque era entendible su necesidad de sacar un punto del Tecnológico, no se justifica que la UAG simplemente se desentendiera de lanzar siquiera un disparo decente a la meta de Ricardo Martínez.

Un par disparos hicieron suponer que el periodo complementario sería mejor. Mas, después de esos intentos, el encuentro volvió a adquirir su tónica cerrada, enredada y sin ningún futuro al menos que algún genio resolviera el trámite.

Primero fue el venezolano Juan Aranago, a los 46 minutos, con tiro libre que sujetó bien Zúñiga; después Navia tuvo la más clara que terminó rechazada por Ricardo Matínez, y más tarde fueron dos de De Nigris una concluida en tiro al portero y, otra más, en un cabezazo malogrado, pues el balón no fue bien conectado por el goleador.

En el momento más enredado del cotejo, a los 68 minutos, llegó la brillantez. Tal vez no producto de una genialidad, pero sí de alguien que reguarlmente se comporta excelso en el juego aéreo. Anronio de Nigris.

En un cobro de tiro libre por la izquierda de Guillermo Chabrand, De Nigris se levantó en el centro del área, en medio de los 11 jugadores visitantes, para conectar certero testarazo picado que dejó sin oportunidad a Zúñiga.

Fue hasta el final que la Autónoma trató de hacer lo que no intentó en todo el encuentro, pero los muchachos de Floro se pararon bien en su zona defensiva y conservaron así su ventaja, que les valió a su vez continuar en la cima general.

Sin problemas para sancionar el encuentro, el árbitro Eduardo Brizio mostró cartones amarillos a los Rayados Gastón Obledo, el brasileño Alessandro Correa y el español Francisco Aguilera. Sólo Raúl Mariscal recibió preventiva por Tecos.

Alineaciones:
Monterrey.- Ricardo Martínez, Paulo César Chávez, Flavio Rogeiro, Gastón Obledo, Héctor Castro, Guillermo Chabrand, Argemiro Veiga, Omar Avilán (Roberto Hernández 75), Alessandro Correa (Francisco Aguilera 61), Juan Arango (Omar Gómez 57) y Antonio de Nigris. DT: Benito Floro (ESP).