La popular "Vecchia Signora", que todavía saborea su séptimo "scudetto", pretende rendir con otro título esta temporada el mejor homenaje al fallecido patrón Gianni Agnelli, uno de los presidentes honorarios del club, cuya familia sigue al frente del equipo y que fue personalmente quien, a base de millones e influencias, elevó al equipo a la cima mundial.

El destino ha querido que Marcello Lippi y sus hombres dispongan de una nueva oportunidad para coronarse reyes del continente cinco temporadas después de caer en Amsterdam ante el Real Madrid, precisamente el último rival al que ha dejado fuera de esta edición de la competición.

Después de asegurarse el título de liga con suficiencia, cuando faltaban dos jornadas para la conclusión del campeonato, la "Vecchia Signora" se ha quedado con el privilegio de optar al doblete ante el Milán, dos años después de la marcha de su entonces gran figura Zinedine Zidane al Real Madrid.

Esto último resulta curioso porque, tras desprenderse de quien ha sido considerado en varias ocasiones el "mejor del mundo", el equipo ha basado su gran fuerza en el mantenimiento de su espíritu indomable, su perseverancia y, sobre todo, su sentido colectivo capitaneado por Lippi, con quien el club ha ganado sus últimas cinco ligas (1994-95, 96-97, 97-98, 2001-02 y 2002-03).

Pero pese a lo logrado hasta ahora, el buen fútbol no ha sido una constante en la temporada del Juventus, que apenas se reforzó para afrontar esta campaña, en la que ha padecido importantes lesiones, entre ellas la de su goleador francés David Trezeguet y la de su capitán y gran estrella "Pinturicchio" Alessandro del Piero.

Pero el trabajo colectivo, la recuperación final de ambos y la gran campaña del centrocampista checo Pavel Nedved han sido suficientes para arrastrar al equipo al momento en el que se encuentra, pese al irregular comienzo de la temporada.

Nedved merece mención especial en lo individual. De él se dice que se entrena en casa antes de ir a cada entrenamiento del equipo, que se acuesta temprano y que ha habido ocasiones en que ha querido jugar pese a estar lesionado y contra el dictamen médico.

Sería injusto a la hora de repartir loas no enumerar la excelente labor del meta Gianluigi Bufón y del defensa francés Lilian Thuram, pilares ambos en una línea de contención sobre la que Lippi ha cimentado, una campaña más, su juego.

En el capítulo de elogios también hay que incluir al italo-argentino Mauro Germán Camoranesi, jugador llegado calladamente este verano del entonces descendido Hellas Verona y que con su trabajo y rapidez por la banda derecha ha dado muchas alegrías al Juventus.

La llegada y acierto de Camoranesi hizo a Lippi buscar una nueva ubicación a Zambrota, que era quien ocupaba dicha demarcación y que fue retrasado, con acierto, al lateral defensivo izquierdo.

A falta de los goles del continuamente lesionado Trezeguet, el Juventus encontró en la primera fase los de Nedved y en la última los de Del Piero, aunque el francés fue decisivo en las semifinales de la Champions para eliminar al Madrid.

Del Piero, "El "Pinturicchio", que recientemente ha renovado hasta el año 2008, no es el brillante jugador que antaño admiraba todo el mundo, pero sigue poniendo su sello cuando el equipo lo precisa.

La "Vecchia Signora", fundada el 1 de noviembre de 1897, que entonces lucía una camiseta de color rosa y, en cambio, desde hace décadas es conocida por su camiseta "cebra" (rayas verticales negras y blancas", cuenta las horas para levantar con júbilo la que sería su tercera Copa de Europa y prolongar la celebración del vigésimo séptimo "scudetto".