Después de enfrentarse a todos los rivales de sus respectivos grupos, Valencia, Barcelona y Real Madrid están a un paso de la clasificación, con números que no dejan lugar a dudas.

Los dos primeros cerraron los partidos de ida con el máximo de puntos, mientras que el Real Madrid, actual campeón, ha concluido la primera vuelta como máximo goleador (12 tantos), comparte con el Valencia la mejor diferencia de tantos (+9), y con el Barcelona el mayor tiempo de posesión de balón (60 por ciento de los azulgrana y 59 por ciento de los madridistas).

El Deportivo ha tenido más problemas, como era de prever tras entrar en el denominado "grupo de la muerte". La lesión de Juan Carlos Valerón, su mejor jugador, y la derrota en Riazor ante el Milán (0-4), complicaron una clasificación que enderezó con la épica victoria ante el Lens francés (3-1).

El renacer del Milán es, precisamente, la inesperada noticia de esta ronda, porque pocos confiaban en que el conjunto de Carlo Ancelotti mostrase semejante fortaleza, pese a haber fichado al defensor Alessandro Nesta, al holandés Clarence Seedorf y al brasileño Rivaldo.

El Milán es, ahora, el equipo de referencia en Italia, porque ha cambiado la tendencia defensiva del fútbol de ese país y ha demostrado que, con los mejores jugadores atacantes sobre el campo, también es posible sacar buenos resultados. Y todo ello, sin que Rivaldo aún se haya acercado al rendimiento que se espera de él.

El reverso del equipo de Ancelotti es, en estos momentos, la Roma de Fabio Capello, que no ha sumado más que un agónico triunfo ante el modesto Genk (0-1) y es el conjunto que más faltas ha cometido (68), algo así como una acción punible cada cuatro minutos.

La mayor decepción, en cualquier caso, la vive el Bayern Múnich, que formó un equipo para luchar con garantías por el título y se ha asomado al desastre, con un empate en Lens como única cosecha.

El Bayern fichó al mejor jugador alemán del momento (Michael Ballack), a uno de los mejores jóvenes (Sebastien Deisler) y a uno de los centrocampistas más rentables (el brasileño Zé Roberto).

Se paseó por el Santiago Bernabéu, en agosto, y encabezó la Bundesliga pasado el primer mes de competición, pero en Europa ha sido un equipo frágil, que ha perdido los dos encuentros disputados en el Olímpico de Múnich.

Antes de que concluya octubre, el equipo de Ottmar Hitzfeld, del que se decía que iba a marcar una época, podría estar fuera de la competición, si no evita la derrota en San Siro y Riazor.

No es menor el desastre del Newcastle, aunque las pretensiones del conjunto que dirige Bobby Robson fuesen menores. Las "urracas", que se gastaron 13 millones en la contratación del portugués Hugo Viana, parecen arrastrados por la decadencia de su goleador, Alan Shearer, no sólo fueron incapaces de sumar punto alguno, sino siquiera de marcar frente a Dinamo Kiev, Feyenoord y Juventus.

Una situación opuesta viven los otros dos representantes ingleses, que reafirmaron su condición de aspirantes al título.

El Manchester, visitante habitual de las últimas rondas desde que se instauró la UEFA Champions League, ha sobrevivido con cierta solvencia a la plaga de lesiones que le asoló al comienzo de la temporada.

Favorecido por la endeblez del grupo, en el que conviven un novato (el Maccabi Haifa), un club acosado por las deudas (Olympiakos) y un subcampeón deprimido y que ha vendido a sus mejores jugadores (Leverkusen), el Manchester está a un solo punto de entrar en la segunda fase.

Más espectacular ha sido la actuación del Arsenal, el único equipo que no ha sufrido ningún gol.

El francés Arsene Wenger parece haber encontrado la fórmula para trasladar a Europa la clave de sus éxitos en Inglaterra. Después de ganar sus dos partidos fuera de casa, cuando en temporadas precedentes había perdido los últimos ocho, los jugadores están convencidos de que éste es su año.