Un penalti convertido por Marc Wilmots a los 86 minutos certificó el pase de los "diablos rojos", que en la ida disputada en Bruselas también habían ganado por 1-0. El claro penalti lo cometió Jankulovski al zancadillear por detrás a Gert Verheyen cuando estaba en buena posición para marcar.

La agobiante presión ejercida por los checos, que no están en una fase final del Mundial desde Italia'90 antes de la escisión de Checoslovaquia, presionaron a sus rivales desde el primer minuto, pero la defensa belga se mostró muy segura, al igual que el portero Geert de Vlieger. Tras el penalti, los checos perdieron los nervios y fueron expulsados Pavel Nedved y Milan Baros, lo que hizo ya imposible la remontada.

SINTESIS DEL PARTIDO:

República Checa (0): Srnicek; Johana (Jarosik, m. 58), Huebschman, Novotny, Jankulovski; Poborsky (Sionko, m. 46), Rosicky, Hasek (Smicer, m. 68), Nedved; Baros, Lokvenc.

Bélgica (1): De Vlieger; Deflandre, Clément, De Boeck, Van Kerchhoven; Vermant, Simmons, Walem (Boffin, m. 84), Goor; Sonck (Wilmots, m. 63), Verheyen. Gol: 0-1, m. 86: Wilmots, de penalti

Arbitro: Frisk (Suecia). Expulsó a los checos Nedved (m. 87) y Baros (m. 89). Mostró tarjeta amarilla al checo Johana y a los belgas Clement y Deflandre.