ARLINGTON -- La relampagueante ofensiva de Chip Kelly se encargó de imprimir un ritmo frenético desde el inicio, y nunca quitaron el freno del acelerador para que los Philadelphia Eagles apalearan por 33-10 a los Dallas Cowboys en el Día de Acción de Gracias.

Los Eagles se pudieron rápidamente arriba, anotando touchdown en su primera serie ofensiva, mediante acarreo de anotación del mariscal de campo Mark Sanchez desde 2 yardas, y jamás perdieron el control del partido. Ese primer avance fue apenas el principio de una noche particularmente efectiva para Sanchez. El mariscal de campo de los Eagles, en su cuarto inicio para Philly desde que Nick Foles quedara lesionado, completó 20 de 29 pases para 217 yardas con un pase de touchdown para Jordan Matthews, aportando además 28 yardas en siete acarreos.

Lo más importante, sin embargo, fue que Sanchez no entregó el ovoide en todo el juego.

Los Cowboys simplemente no estuvieron a la par de sus rivales, comenzando por el juego en las trincheras. A la ofensiva, los Eagles abrieron toda clase de avenidas para LeSean McCoy --quien acumuló 159 yardas en 25 intentos, con un touchdown-- mientras que a la defensiva, Philly limitó al líder corredor de la NFL, DeMarco Murray, a 73 yardas en 20 intentos, su menor total en la campaña.

Por parte de los Eagles, las fallas en el juego fueron pocas. Philadelphia tuvo que conformarse con goles de campo de Cody Parkey en cuatro viajes a la zona roja de Dallas. Fuera de eso, sólo estuvo el balón suelto de McCoy.

En cambio, para los Cowboys las equivocaciones fueron múltiples. Cole Beasley perdió un balón suelto crítico con minuto y medio por jugar en la primera mitad, cuando el partido se encontraba 20-7, y Tony Romo fue interceptado en dos ocasiones. La protección de pase para Romo --quien terminó con 18 completos de 29 intentos para 199 yardas-- fue defectuosa a lo largo del encuentro, permitiendo que fuera capturado cuatro veces. Adicionalmente, Romo vio cortada su racha de 38 partidos consecutivos lanzando pase de anotación.

Con la victoria, los Eagles (9-3) se hicieron de la cima de la NFC Este en solitario, quebrando el empate que tenían con los Cowboys (8-4), y adjudicándose temporalmente el criterio de desempate entre los rivales divisionales.