LOS ÁNGELES -- Todo indica que el jugador de Houston Rockets, Dwight Howard, no estará disponible en el encuentro de esta noche ante Los Angeles Lakers. El centro sufre un esguince de tobillo y con ésta serán seis las citas que se ha perdido al hilo por esta causa.
La baja significa que no habrá show de Howard sobre la duela del Staples Center, la que fue su casa la temporada pasada y donde la afición no le perdona el haber rechazado seguir vistiendo de púrpura y oro.
El 19 de febrero fue la única ocasión en la que Howard se midió a su exequipo en el Staples. Sus 20 puntos y 13 rebotes quedaron eclipsados por el espectáculo que el jugador brindó en varios lances de la cita, sobre todo cuando estaba en el banquillo. Su interactuación con los hinchas fue total y en ocasiones provocativas.
'Superman' no pasó desapercibido y contestó con risas y celebraciones exageradas los constantes improperios que salían de la tribuna. Incluso formó parte de los cánticos que le instaban a que se marchara del arena repitiéndolos en pleno juego. Sin duda, el espectáculo en aquella cita tuvo una doble versión: la deportiva, con la paliza que recibieron los Lakers (134-108) y la morbosa con la forma en la que Howard canalizó el descontento generalizado.
Hasta la cita de este martes, Howard y los Rockets visitaron el Staples un total de tres veces, dos de ellas para medirse a Los Ángeles Clippers. No pudieron vencer a los pupilos de Doc Rivers en ninguna de las dos ocasiones y tan solo sumaron la victoria ante sus excompañeros. En cuanto a enfrentamientos directos contra los Lakers, Howard acumula un balance de 2-1.
La primera ocasión en la que visitó el Staples esta campaña fue justo al inicio de la temporada. El 4 de noviembre los Clippers visitaron a los Rockets y entre el público se pudo ver a varios aficionados de los Lakers. Cuando finalizó el encuentro y los jugadores se retiraban por el túnel de vestuarios, un aficionado lanzó un balón amarillo con las siglas laguneras que golpeó en la cabeza de Howard. Los miembros de seguridad del Staples se vieron obligados a intervenir, y aunque no pudieron localizar al agresor, se mascó la tensión entre el guardaespaldas del jugador y del estadio.
Las aguas deberían estar algo más calmadas, no solo porque Howard no jugará (aunque probablemente estará vestido de calle acompañando a sus compañeros en el banquillo) sino porque el odio no lo es tanto con un jugador que realmente nunca llegó a sentirse de los Lakers y que manifestó su infelicidad mientras estuvo en el equipo.
Sin embargo Howard ha cambiado en Houston. Su espalda está mejor (siempre mantuvo que después de la operación a final de la campaña 2011/12 forzó su debut con el equipo, algo que le pasó factura). Ahora está feliz. Su tándem con James Harden es prolífico y ha encajado a la perfección en el sistema de Kevin McHale.
Acumula una media de 18.5 ppj y 12.3 rpj y con el equipo clasificado para playoffs no urgen las prisas para que Howard fuerce su regreso. El gran papel de su sustituto, Omer Asik, le brindará sosiego a su recuperación, y es que el objetivo de Howard será el de brillar junto a sus compañeros en la que podría ser la postemporada más prometedora de sus tres últimos años de carrera.