La perla de Belville

Mario Alberto Kempes es, además de un flamante compañero de trabajo, un ser humano excepcional, con un pasado brillante como futbolista

Por LUIS OMAR TAPIA

BRISTOL -- Desde el Mundial de Chile 1962, en España se cerraron las fronteras para los extanjeros. Los críticos defendían con ardor la prohibición, mientras que otros pedían con razonados argumentos de la necesidad de cambiarla.

Llegaron los años 70 y el fútbol en España no mejoraba. Finalmente se abrieron las fronteras y regresaron los extranjeros, entre ellos- uno de los grandes jugadores de la época: Mario Alberto Kempes. Fue él quien se vistió con los colores del Valencia y logró llegar a la cima del fútbol mundial.

Recuerdo grandes momentos del "Matador". De aquellos años que me tocó vivir en la Argentina. Lo vi jugar en la Bombonera con la 11 en la espalda, luciendo los colores de Rosario Central. Aquel día junto a Potente perdieron 1-0, pero se vengó en la 15a. fecha del Metropolitano goleando al equipo de Juan Carlos Lorenzo por 5-1, con tres goles suyos.

De Mario (me refiero a él de esta forma porque ya somos compañeros de trabajo) me contaron las cosas más lindas. Que era una persona muy humilde, que supo aprovechar su momento para convertirse en un grande, que se la tuvo que jugar y demostrar toda su calidad cuando llegó a Europa....

Muchas veces cuando se habla de una figura que jamás has conocido, es mejor escuchar las opiniones de los que lo han tenido a su lado como jugador o como amigo, por si llega el momento de estar frente a frente con dicha persona.

Momentos así me han tocado vivir muchas veces. Con varias personalidades, del medio, jugadores, politicos, etc.

Esta vez me tocó estar al lado y darme cuenta que lo que me habían contado de Kempes ha sido cierto. Es un hombre sencillo, humilde, con una personalidad que ojaló la tuvieran muchos veteranos del fútbol.... Y ojo: son pocos los que han sido "Pichichi" en España, goleador en Argentina (Metropolitano 76), máximo goleador y campeón de una Copa del Mundo.

Me he dado cuenta que es un gran ser humano. Que tiene grandes sentimientos y lo mejor de todo, me demostró que es una persona que valora su familia y un apasionado del "deporte más hermoso del mundo"...

Ojalá que, algún día, Mario Alberto Kempes le reconozcan lo que fue y lo que es. Para el mundo, el verdadero "Matador"; para mí, además, "la perla de Belville".

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