Pero claro, como dijo el hoocker Matías Lamas que para ganar se necesitan tres cosas: "Meterle al máximo, jugar bién y tener suerte". Sin lugar a dudas que el último de los ingredientes se lo pueden adjudicar al "Mono Mario", un muñeco de un metro de altura, que acompañó al conjunto de tortuguitas en los partidos decisivos.

"El mono apareció porque lo trajo uno de los chicos del club que lo tenía en la casa por un regalo de una ex novia. El nombre sale del parecido con un personaje que aparece en una página de internet" comentó un tribunero rojiblanco.

Cierto o no el origen del nombre del amuleto, los jugadores de Alumni tuvieron la compañía de cerca de 150 jóvenes que desde el lateral, acompañaron con canciones al compás de un tambor, tres redoblantes, además de banderas y papeles que volaron por la cancha. Ningún cohete sonó, pero no fue necesario.

"Soy de Alumni , soy de Alumni" fue una de las canciones más escuchadas que tuvieron cómo candidatos al gaste a sus archirrivales, los jugadores de Belgrano Athletic. Otra cántico que sonó fuerte fue para el Amuleto "Vení, vení canta conmigo, que algún amigo vas a encontrar, que de la mano del "Mono Mario, toda la vuelta vamos a dar" Un "Alo...mni" generalizado que retumbó en todo el estadio fue cuando los campeones se pusieron al frente del tanteador cerca de terminar en partido.

Pitazo, final y desahogo de alegría, comenzó la fiesta y la invasión; el Mono Mario flameó en andas y dio la vuelta olímpica y los que pudieron, sin importar la baja temperatura, saltaron en paredón que da a uno de los ingoales para meterse en el perímetro de la pileta.

Allí, con los jugadores en el agua y con un frío bien presente, la banda siguió tocando: "Palo, palo, palo bonito palo e´, somos campeones otra vez. Luego siguió en el vestuario, que quedó chico para tanta alegría. Allí iban llegando los de Alumni, la prensa, y los tambores y redoblantes que en los apretujones de los saltos, siguieron rebotando los palillos acompañando a los nuevos campeones.

Fue una fiesta, con angustia incluida, porque hasta el último momento en la invernal tarde de CASI Alumni iba perdiendo. Pero aún así, la hinchada rojiblanca calentó la tarde en todo momento y el Mono Mario fue la suerte de los campeones.

CARITAS CONOCIDAS
Aunque el estadio no estuvo del todo repleto, fueron alrededor de 3.500 personas las que acompañaron al campeón del 2001, entre jugadores, familiares, fanáticos, prensa especializada y algunos dirigentes.

Entre los conocidos en el mundillo de la guinda se pudo ver a un conocido hincha de Alumni José Luis Rolandi, ex secretario de la UAR hasta abril pasado.

Otro dirigente que estaba presente es el ex presidente del Club CASI y actual presidente de la URBA Carlos Varone, situado en una de las escaleras de la tribuna principal. A unos metros estaba Rodolfo Michingo O¨Reilly ex entrenador.