Apenas 21 años, la pinta de un desfachatado en serio, la mano de un privilegiado, la presencia de un gran campeón, la mentalidad de un top-ten y el timming de un elegido. Todo lo reúne este Willy que hace todo fácil y que ya había demostrado, con su acceso a la final de Montecarlo (también había llegado a la definición de Buenos Aires), que de chico sólo mantenía el físico, porque dejó de ser un pichón de crack para convertirse en un ultraganador.

Su segundo título como profesional -otra vez en polvo de ladrillo- y el más importante lo acaba de lograr en Alemania al ratificar su enorme jerarquía. Porque no sólo obtuvo un torneo de primer nivel, que únicamente el legendario Vilas había ganado entre los argentinos, sino que consiguió dos hitos en su corta y ya magnífica carrera: al quedar 7°, por primera vez se ubicó entre los 10 mejores del mundo y alcanzó el N° 1 de su país.

Así, Coria superó a David Nalbandian, quien al llegar a las semifinales volvió al selecto grupo de los top-ten y está 8°. Y más también: hacía 20 años, desde la época de oro de Willy Vilas y José Luis Clerc, que dos argentinos no figuraban al mismo tiempo entre los primeros 10 del ranking. Sólo dos varones habían escalado alto, pero en años diferentes. Alberto Mancini, el actual coach de Coria, estuvo 8° en 1989 y Martín Jaite, director del certamen ATP de Buenos Aires, escaló al 10° puesto en la siguiente temporada.

¿Qué más se le puede pedir a esta estupenda generación del ´82? Cualquiera podrá decir que ahora tiene todo servido para hacer mucho más ruido en París. Es cierto que el Mundial de canchas lentas los recibirá a ambos como probables grandes animadores. Igual, hoy este presente ya adquiere el rótulo de histórico.

Más allá de que pasaron y todavía hay en actividad camadas de gran nivel, esta de Coria y Nalbandian logra cada vez más proezas del calibre de aquella memorable que formaron Vilas y Clerc. Y una ventaja muy importante para los pibes que hoy causan sensación en el circuito: ambos cumplieron en enero recién 21 años y, por lo tanto, tienen muchísimo camino por recorrer.

Si bien aún deben aprender más, cuentan con un potencial tan rico que permiten que los fanáticos de la raqueta sueñen bien despiertos. Juntos y, además, unidos a otros colegas mayores que también hacen de las suyas, pueden darse el lujo en cualquier momento de consumar la hazaña de ganar la Davis, la cuenta pendiente de los mismísimos Vilas y Clerc. Sin ir más lejos, desde aquellos días de gloria, Argentina no llegaba dos años seguidos a las semifinales.

SOBRAN NOMBRES PARA UN SOLO EQUIPO
Es lógico, como podrá pensar la mayoría, que cuatro meses es mucho tiempo de cara al choque contra España, en Málaga y sobre arcilla. Aún quedan nada menos que tres Grand Slam por delante: Roland Garros, Wimbledon y el US Open. Pero restan muy pocos torneos en canchas lentas antes de que viaje la formación dirigida por Gustavo Luza. Por lo demostrado hasta aquí, Coria debe estar en el cuarteto ideal, sin ninguna duda.

Willy, que este año ganó los nueve partidos que jugó contra los argentinos, ya había sido convocado por el capitán para la serie ante Rusia pero, como padecía ampollas en los pies, optó por dejarle el lugar a otro. Con Nalbandian y Gastón Gaudio confirmados en los singles y la dupla Nalbandian-Lucas Arnold, finalmente fue Mariano Zabaleta el cuarto hombre. Hoy, por juego, actitud y ambición, Coria es el reemplazo seguro de su amigo Zabaleta.

Ahora bien, con el panorama que presentan los mejores argentinos, luego del triunfo de Coria en Hamburgo frente a Agustín Calleri en la final y de los arribos de Nalbandian y Gaudio a las semifinales, está claro que sobran nombres para formar un solo equipo. ¿Si pueden ir ellos cuatro? Sí, es una posibilidad, porque todos pueden pelear por los dos puestos en los individuales y Nalbandian podría jugar en pareja con Coria o con Calleri.

Al margen de que Luza no muestre ninguna carta sobre el tema, todo indica que está satisfecho con las actuaciones de Nalbandian (en singles, pese a que no rindió en un nivel superlativo, y en dobles), de Gaudio (en arcilla ganó sus 13 partidos como local y apenas cedió un set) y de Arnold (el más flojo de la dupla). Por eso, se presume que solamente faltaría llenar un lugar. Si el entrenador ya se había decidido por Coria antes de Rusia, cómo no hacerlo ahora.

Tranquilamente, en este momento Coria es serio candidato a jugar un individual, más allá de que todavía nunca integró el equipo, porque tiene temperamento de sobra, facilidad para cambiar los ritmos y mucha ductilidad. Es cierto que Nalbandian recuperó su status de top-ten, pero le falta solidez en polvo de ladrillo y aún más puede sufrir esa falta de regularidad que sí muestra en las canchas rápidas teniendo del otro lado a figuras como Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyá.

En cambio, Gaudio, mientras que por un lado continúa mostrando en el circuito su faceta de jugador al que le cuesta definir muchos partidos que tiene casi ganados, realmente es otro cuando se presenta en la Copa. Allí, a Gastón se lo nota con mayor determinación, menos propenso a dudar y derrumbarse. Las diferencias entre ellos hacen pensar que Coria debería ingresar por Nalbandian.

Además el Mago es el único que este año venció a uno de los líderes españoles, ya que superó a Moyá de manera brillante en una semi de Montecarlo. Y ese no es un dato más, tratándose de que los españoles son durísimos en batallas largas en arcilla. Otro poroto a favor de Coria: es el mejor argentino de la temporada, gracias a su récord de 27-9, con 18-4 en canchas lentas.

De esta manera, Nalbandian pasaría a ser el singlista suplente, al margen de formar la dupla con Arnold. Pero Calleri, el único argentino que había obtenido un título esta temporada (triunfó en Acapulco), también se metió en la conversación. Y en Hamburgo, precisamente, Coria y Calleri, quienes no formaron parte del equipo esta temporada, derrotaron en las semifinales a los titulares con comodidad.

¿Si fue un anticipo de lo que puede ocurrir contra España? Ahí la situación se complica: difícilmente ambos finalistas del torneo Masters Series entren por los dos que enfrentaron a Alemania y Rusia, porque al menos se cree que Luza mantendrá a uno de los semifinalistas. Eso se daría, siempre y cuando, no sigan jugando bárbaro Coria y Calleri y bajen bastante su nivel Nalbandian y Gaudio.

Por eso, un cambio es probable, pero los dos suena casi imposible. Coria y Calleri ratificaron que continúan siendo los dos mejores latinos de la gira europea de canchas lentas, aunque Calleri no suele ser tan parejo porque arriesga demasiado con sus potentes tiros desde la base y no tiene un plan B al no moverse bien cuando debe defenderse o poner una pausa.

El hecho de disponer el técnico de otros jugadores en general más equilibrados, tanto en el aspecto tenístico como en el mental, aparentemente dejaría afuera a Calleri, pese a que continúa en firme crecimiento y sus baches son cada vez más espaciados y cortos. Sin dudas, no es una situación sencilla para el capitán, porque pasan las semanas y se suman variantes importantes para tener en cuenta.