Y menos aún haber llegado por segundo año consecutivo a las semifinales. Por eso Gustavo Luza, el capitán de la principal potencia de América Latina, está muy feliz y es consciente de que su equipo está dejando una huella muy grande.

"Me siento un privilegiado. Esto me llena de gratitud. Ser parte de un presente así bien desde adentro es único. Lo disfruto. Pero tampoco me conformó: quiero y sueño con más", cuenta este hombre de 40 años que debutó en la silla en esta temporada.

Como jugador, Luza disputó tres partidos de dobles en la Davis junto con Javier Frana, con dos triunfos y una derrota entre 1989 y 1990. Hoy, es el máximo responsable de este joven equipo argentino que deberá enfrentar del 19 al 21 de septiembre a España en busca de su segunda final copera.

Será un choque muy difícil de visitante, porque los europeos tienen mayor experiencia y nivel. Pero Luza sabe que sus "pollos" pueden dar el gran golpe y confía en ellos.

--¿Qué balance hacés del choque contra Rusia?
--Estoy muy emocionado por este triunfo y por la manera en que se lo consiguió. El saldo es como el resultado: perfecto. Al menos por ahora. Con el correr del tiempo vendrá el análisis más frío, sacaremos las conclusiones positivas y veremos los aspectos que se pueden mejorar. Ahora sigo disfrutando esta victoria, porque todo salió de manera inmejorable.

--¿Esta eliminatoria fue más sencilla de lo esperado?
--No, porque jugar al tenis como lo hicieron Gastón Gaudio y David Nalbandian no fue fácil. Además, el dobles, con Nalbandian y Lucas Arnold, resultó muy parejo y cambiante. Y también se destacó Mariano Zabaleta, con la serie ya definida. Es cierto que faltó Marat Safin, la figura de ellos, pero Yevgeny Kafelnikov lideró un equipo que también fue peligroso. Ahora que ya pasó, parece otra cosa. La estadística va a decir que ganamos 5-0 y apenas perdimos un set, pero hubo que construir mucho para haber logrado una victoria así.

--¿Argentina logró más equilibrio y regularidad desde que se sumó Nalbandian el año pasado?
--Seguimos creciendo. Y David se va afianzando tanto en singles como en dobles. Es una pieza importante en este proceso. Por eso está en el equipo. Su presencia aporta mucho y hay que tener en cuenta que recién cumplió 21 años. Pero destaco al conjunto por sobre todo: mostró perfil bajo, luchó y no le importó quién estuvo del otro lado.

--El equipo volvió a dejar en claro que gana jugando bárbaro y también cuando no rinde al límite de sus posibilidades. ¿Eso te da ese plus importante de ver que está muy bien mentalmente?
--Sí. El tenista argentino está fuerte de la cabeza y el equipo también sigue mejorando en ese sentido. Gaudio fue una máquina el primer día contra Kafelnikov. Y Nalbandian estuvo mucho más sólido que frente a Alemania. Hay varias cosas para seguir progresando. El dobles es sólido, muy luchador, rinde muy bien. Y los que están afuera esperando conseguir un lugar entienden cuál es la filosofía y el espíritu que tiene este conjunto.

--¿La actual base del equipo es la que estará en España o vas a esperar la gira de canchas lentas e inclusive el US Open para decidir la formación?
--Es cierto que el conjunto ya tiene una inercia y viene con un envión anímico importante, pero hay muchísimos torneos por delante. Están los campeonatos de arcilla, los de césped y también los de cemento. Queda mucho tiempo. Honestamente, no tengo nada en la cabeza. El panorama está abierto. Veremos cómo se desempeña cada uno de los nuestros y también los españoles en el circuito.

--¿Cuáles son las posibilidades concretas contra España?
--Nosotros iremos de punto. Me parece que pensar así es lo más lógico, por rankings y antecedentes. Ellos tienen cuatro jugadores de mucha categoría. Es más: me sirve ir de esa manera, porque es como una estrategia para poder ganar. Podemos festejar porque andamos bárbaro y ellos, al ser locales, van a estar presionados.

--¿Se puede hablar de porcentajes para esa serie?
--Será un match muy duro. Tendremos buenas posibilidades de ganar y pasar a la final. Igual, habrá que rendir en un nivel altísimo. Creo que hablar de un 60% de chances para España y un 40% para nosotros es razonable.

--Los españoles habían pensado jugar en polvo de ladrillo y ahora analizan hacerlo en una superficie rápida. ¿Cómo tomás ese posible cambio?
--Para nosotros, es un gran halago. Habla de un respeto muy grande hacia Argentina. Porque justamente se trata de España, que tiene el equipo más fuerte del mundo en polvo, con dos ex campeones de Roland Garros (Carlos Moyá y Albert Costa) y otros dos finalistas (Juan Carlos Ferrero y Alex Corretja), más un ex número uno (Moyá). Eso nos da mayor confianza: si nos valoran así es porque tenemos más chances todavía. Vamos a ir por más, no sólo a tratar de hacer un buen papel. Sé que podemos ganarles.

--Hay muy buenos jugadores que ganan partidos y definen series. ¿Falta tiempo todavía para formar un conjunto más maduro?
--Mi objetivo es ese: conformar un grupo de hombres con experiencia. Estoy convencido que así se puede llegar muy alto. Cada día, Argentina está más madura como equipo. Tenemos un plantel joven y seguimos en busca de esa solidez. Ahora, al llegar por segunda vez seguida a las semifinales, demostramos que podemos. Y creo que la derrota del año pasado en Rusia, sobre carpeta sintética, sirvió para aprender y ver que se le puede ganar a todos y en cualquier lugar.