Suárez y Ruano Pascual, primeras en el ranking internacional de dobles (aunque fueron clasificadas por los organizadores en segundo lugar detrás de las Williams), no pudieron, en consecuencia, adjudicarse su cuarto título de Grand Slam (ganaron Roland Garros en 2001 y 2002 y el US Open en 2002).

La dupla argentina-española pareció dar algunas ventajas a las estadounidenses en el comienzo del tercer set, que fueron decisivas para dejar escapar el título.

Cuando las Williams acababan de ganar el segundo set, Suárez-Ruano Pascual quebraron inmediatamente el servicio a Venus y conservaron su saque para ponerse arriba 2-0.

Y la gran oportunidad pasó con el siguiente saque de Serena. La argentina y la española tuvieron varios break points consecutivos, pero no pudieron concretar el quiebre que las hubiese puesto 3-0 arriba.

De ahí en más, el rendimiento de las chicas (sobre todo de Ruano Pascual) decayó y las Williams aprovecharon para hacer valer su mayor potencia y contundencia en la definición.

El comienzo del partido había sido el ideal para Suárez-Ruano Pascual. Enseguida quebraron el saque de Serena y mantuvieron la solidez en su saque hasta quedarse con ese primer set.

La argentina y la española demostraron que se complementan muy bien en dobles y sorprendieron a las estáticas Williams. Además, jugaron con mucha alegría y disfrutaron de sus aciertos.

Los anticipos en la red de Ruano Pascual (con precisas voleas cruzadas) y los globos desde la base de la argentina fueron las armas que causaron mucho daño al juego de las estadounidenses.

Pero en el segundo set, las Williams empezaron a meter presión. Ya habían tenido chances para quebrar en los primeros dos games, hasta que aprovecharon el saque de la española para pasar adelante 4-3. Después, las hermanas conservaron sus saques y cerraron el set sin problemas.

Allí vendría luego la gran oportunidad que se les escurrió de las manos a Suárez-Ruano Pascual, pero las Williams empezaron a meter tiros ganadores desde todos los ángulos (sobre todo Serena) y demostraron que si zafan de una situación incómoda, no conceden una segunda chance.