Serena le ganó a su hermana las tres finales de Grand Slam que jugaron el año pasado, en Roland Garros, en Wimbledon y en el Abierto de los Estados Unidos.

Si se impusiera el sábado en Melbourne, lograría encadenar victorias consecutivas en los cuatro grandes eventos del tenis.

Pero Serena, la número uno del tenis mundial, debió sufrir antes de derrotar en su semifinal a la belga Kim Clijsters por 4-6, 6-3 y 7-5.

La menor de las hermanas perdía 5-1 el set decisivo y debió levantar dos pelotas de partido antes de llevarse la victoria.

En cambio, Venus se impuso sin mayores contratiempos a la belga Justine Henin Hardenne por 6-3 y 6-3.

La tenista de Florida, de veintiún años y poseedora de cuatro títulos de Grand Slam, tenía las semifinales como techo en el torneo oceánico en el año 2001, pero fue eliminada por la suiza Martina Hingis.

En sus otras tres apariciones anteriores sólo había alcanzado los cuartos de final.

La superioridad de la que han alardeado las hermanas Williams en el último año volvió a ponerse de manifiesto en la primera semifinal del cuadro femenino del Abierto de Australia. Venus no dio opción alguna a su adversaria y ganó por un doble 6-3.