"Estoy trabajando en mi curva porque necesito ese pitcheo para ser abridor", dijo Rodríguez. "Estoy muy cómodo con mi recta y cambio, pero necesito un pitcheo más también".

Hasta esta primavera, Rodríguez tenía una filosofía simple. Lanzar duro y adentro.

"Siempre voy a lanzar adentro", dijo el derecho de 24 años. "Ese es mi juego, pero ahora sé que una buena curva me ayudará aún más".

Rodríguez, adquirido de Los Angeles en julio pasado como parte del cambio que envió al relevista Paul Shuey a los Dodgers, ya tiene cierta reputación de apartar a los bateadores del plato.

El muchacho fue expulsado en el noveno inning de su primera victoria en las mayores, luego de pegársela a Robert Fick en el primer pitcheo seguido a un jonrón de Randall Simon. Durante un juego interescuadras el martes, golpeó a su compañero de equipo Casey Blake con una alta y dura.

"Nunca trato de hacerle daño a nadie, pero tengo que lanzar adentro y es mejor que se acostumbren", dijo Rodríguez. "Golpeé a Casey. Él es mi compañero de equipo y claro que no quiero golpearlo. Pero fue mi primera vez lanzando en esta primavera y trabajo en lo que necesito. Y eso es lanzar adentro".

Rodríguez dijo que su estilo tenaz viene de imitar a su héroe de la infancia, el otrora abridor de los Dodgers y su paisano Ramón Martínez.

"Me gustaba verlo lanzar y luego tuve la oportunidad de hablarle durante los tres últimos inviernos y me ha ayudado", dijo Rodríguez. "Me dijo que nunca tuviera miedo de incomodar al bateador. La mejor manera de hacerlo es cambiar la velocidad y lanzar adentro".