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¿Por qué Alex Bregman podría ser el nuevo Mr. Octubre?

Luego de que Alex Bregman conectara su jonrón número 30 de la temporada a principios de septiembre en Boston, se encontró con los periodistas después del partido, vestido con suéter de capota y una gorra de Bleacher Report con la visera en su nuca. Un reportero le preguntó si se había imaginado que terminaría conectando 30 cuadrangulares en Grandes Ligas.


Su respuesta: “Sí”.

El tercera base de los Astros de Houston no carece de confianza. No será de aquellos que hablan con falsa modestia o que dan respuestas extensas cuando baste una sola palabra. Por supuesto que aspiraba batear 30 jonrones en Grandes Ligas. Después de todo, hablamos de un pelotero quien, al momento en el cual los ejecutivos trataban de llenar la plantilla del Derby de Cuadrangulares, fue participante dispuesto, retando a los sluggers con varios centímetros de estatura y muchos kilos por encima de él. Además, aspiraba ganarles en buena lid.

En el mismo partido en el cual conectó su cuadrangular número 30, Bregman se ponchó contra un zurdo de los Medias Rojas de Boston caracterizado por sus lanzamientos lentos, llamado Bobby Poyner, quien le ofreció un cambio de velocidad con cuenta 2-2 por debajo de las rodillas y algo de movimiento tardío. Prácticamente fue un pitcheo perfecto. Eso no le importó a Bregman. Tras hacerle swing al cambio de velocidad, se devolvió cabizbajo con lentitud hacia el dugout, como si se hubiera escapado su perro. Los Astros tenían ventaja 5.2 en ese momento, pero había par de hombres en circulación y a Bregman no le gusta poncharse sin importar el score en la pizarra.

Esa mentalidad quizás le ha permitido a Bregman prosperar en situaciones “clutch” durante esta temporada. Bateó para .386/.488/.735 con corredores en posición anotadora, segundo OPS más alto en las Mayores después de Mike Trout y con el mayor porcentaje de slugging. Ligó para .330/.440/.505 en situaciones de alta presión, de acuerdo con la definición de Baseball-Reference.com. Contra Oakland, equipo con el cual lucharon los Astros por el banderín de la División Oeste de la Liga Americana, bateó para .362 con seis cuadrangulares y 19 impulsadas en 18 partidos, incluyendo un jonrón con tres carreras contra Lou Trivino en un encuentro crucial disputado a finales de agosto. Ese fue uno de los hits más importantes de los Astros en la actual temporada.

“A él le encanta el momento importante, lo adora”, expresó el mánager de los Astros, A.J. Hinch.

“Oh, claro que sí. Me encanta. Me encanta. Me encanta”, dice Bregman. “Quiero que todos los ojos se pongan en mí. Mi momento más importante. Me encanta. No sé qué me pasa en situaciones así, pero me enfada cuando no recibo la oportunidad y me emociono cuando tengo esa oportunidad. No tengo miedo al fracaso. No tengo temor a salir a enfrentar esas situaciones.


“Siento que, en esas situaciones, cuando hay mucha presión, si te mantienes fiel a tu plan y tu mentalidad, sabes quién eres y no intentas ser alguien que no eres, las cosas saldrán. Hay que ponerse presión a uno mismo en la practica para que, de esa forma, cuando se produzcan situaciones de presión dentro de los partidos, uno esté preparado. La presión es un privilegio. Hay que disfrutar esas situaciones”.

El amor que siente Bregman por el gran momento (junto con su swing corto y compacto y el número 2 en la espalda de su camiseta) ha hecho que sea comparado con Derek Jeter. De hecho, a medida que los Astros buscan conseguir su segunda victoria consecutiva en la Serie Mundial y sentar las bases de una dinastía, es Bregman quien podría convertirse en su versión de Mr. Octubre.

Sus números obtenidos durante octubre pasado no resaltan de forma sustancial (bateó para .208 con cuatro jonrones y 10 empujadas en 18 partidos) pero logró hacer varias jugadas importantes que serán recordadas con aprecio por los aficionados de los Astros. Bateó un jonrón en el primer inning contra Chris Sale de los Medias Rojas en el primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana para así tomar ventaja tempranera 1-0. En el Juego 4, con los Astros abajo en el marcador 3-2 en el octavo inning, empató el partido con otro cuadrangular contra Sale para así apoyar a Houston a imponerse en la serie. En el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Yankees, con los Astros liderando 1-0 en el quinto inning hizo un lanzamiento instintivo y arriesgado para así poner out a Greg Bird en el home plate.

Esa pudo ser la jugada clave de todos los playoffs. El inning pudo haberse desatado en contra de los espaciales si Bregman no hubiera hecho un lance perfecto: el partido se habría empatado con par de corredores en base. En la Serie Mundial se produjo su imparable para dejar en el terreno con dos outs en el décimo inning del Juego 5.

Lo gracioso de las comparaciones con Jeter es que su relato nos cuenta que Bregman siempre ha utilizado el número 2 en honor a su ídolo de niñez mientras crecía en Nuevo México (su padre siempre practicó béisbol universitario en ese estado). Sin embargo, hace un par de semanas, Bregman afirmó que usa el número 2 porque los Diamondbacks lo ignoró en el primer puesto de selección del draft en 2015. Los Astros lo tomaron en el segundo lugar.

“Estuve súper feliz al llegar a una buena organización como la de los Astros, que se encontraba en ascenso”, comentó Bregman al diario Arizona Republic. “Pero sí, me sentía enfadado. Quería ser el primer seleccionado en general. Una de las razones por las cuales visto el número 2 es esa. De hecho, Bregman usó el número 8 en sus días en la Universidad Estatal de Luisiana (LSU, por sus siglas en inglés), en vez del 2.

Además, sugeriría que existe un contraste fundamental con Jeter. Mientras que el excapitán de los Yankees jugaba con intensidad estoica (su emoción pocas veces iba más allá de alzar su puño al pisar el primer escalón del dugout), a veces se sentía que el ganar partidos de béisbol se convertía en un mero escape para su naturaleza competitiva. Jeter se habría sentido impulsado a alcanzar el éxito sin importar si trabajaba en Wall Street, se hubiese hecho cardiocirujano o vendedor de bienes raíces.

Incluso, si Bregman no hubiese llegado a tener suficiente talento para jugar en las Mayores, sin embargo, es fácil imaginárselo jugando al béisbol en un polvoriento campo de Alburquerque contra un grupo de hombres con barrigas cerveceras.

“Él ama al béisbol. Nunca he visto a alguien que ame al béisbol más que él”, dijo Hinch. “Trabaja, piensa, aprende siempre algo de todos quienes se han cruzado en su camino. Eso es lo que se supone debe hacer un pelotero”.

Alex Cora, actual mánager de los Medias Rojas, fue coach con los Astros en 2017 y desarrolló una estrecha relación con Bregman. Indicó que ambos permanecen en contacto.

“Primero que todo, es sumamente talentoso”, dice Cora. “Le gusta el béisbol. Yo soy un apasionado de este deporte. Probablemente, él es más apasionado que yo. Es algo irreal, es irreal. Quiere alcanzar la grandeza. Siempre consigue algo en un partido, o durante una serie. Es asombroso. Estoy muy orgulloso de lo que él está haciendo… Cuando se es 1-2 (Ronda 1, puesto de selección número 2), se es alguien especial. El hecho de que él fuera 1-2 y no 1-1, lo mantiene hambriento para seguir jugando en la forma que lo hace”.

Si bien es cierto que Bregman puede igualar a Jeter en intensidad, también está dispuesto a divertirse un poco. Luego de conectar ese cuadrangular número 30, los Astros celebraron al simular un trineo dentro del dugout. Bregman se reía diciendo que había dado velocidad al equipo porque era “ligero por delante y pesado por detrás”, con Bregman al volante y Tony Kemp, Jake Marisnick y Martín Maldonado tras él. A principios de semana, los Astros disfrutaron uno de sus jonrones, celebrando como si estuvieran jugando curling. ¿Se pueden imaginar a Jeter haciendo algo así?

¿Bregman es presumido? Claro, puede ser interpretado de esa forma. También se afeitó un bigote en medio de un partido a principios de temporada. En un cotejo disputado contra los Angelinos el 01 de septiembre, Bregman dijo a sus compañeros que iba a batear un jonrón al primer pitcheo de Felix Peña, y se fue de jonrón con el primer lanzamiento. También tenemos “la Mirada Bregman”.

“Se siente muy cómodo siendo Alex Bregman”, dijo Hinch, con una sonrisa en su rostro.

La otra diferencia entre Jeter y él: Jeter nunca llegó a sumar 31 jonrones o 51 dobletes, con topes de 24 y alcanzando 40 tubeyes en una ocasión. Jeter intentaba disparar la pelota hacia el jardín derecho, mientras que Bregman trata de halarla.

“Bateo la pelota fuerte en el aire hacia el lado en el cual la halo”, me indicó Bregman. “Si bateas fuerte en el aire hacia el lado en el cual la puedes halar, batearás cuadrangulares. Esa es la meta. Si miras a tu alrededor, Jose Ramirez… eso es lo que él hace. Hala la pelota en el aire, fuertemente”.

Bregman tiene una estatura estimada en 6 pies (Hinch bromea diciendo que es “su estatura de béisbol”), aunque probablemente sea unas cuantas pulgadas menos. No cuenta con el poder en bruto para disparar cuadrangulares a la barda contraria como sí lo pueden hacer Aaron Judge o J.D. Martínez. Bregman ha halado 25 de sus cuadrangulares, con tres hacia el center field y otros tres al lado contrario.

En un video reciente con el comentarista de ESPN, Alex Rodríguez transmitido durante un partido de Domingo de Grandes Ligas en su versión en inglés, Bregman comentó con mayor detalle su filosofía de bateo. “El año pasado (cuando conectó 19 cuadrangulares en su primera campaña completa en las Mayores), trataba de batear la pelota hacia abajo. O la enganchaba hacia el lado de halar contra el terreno o terminaba en elevado hacia primera base o el jardín derecho. Este año, en vez de batearla hacia abajo, intentaba solo conectar y mantenerme por encima de la pelota”, dijo Bregman.

Indicó que las rectas altas en la zona de strike no son tan altas como se percibe. Después de todo, la llamada “recta en ascenso” no existe.

“Hay que batear la mitad superior de la pelota”, afirmó. “Cuando la pelota se encuentra baja (en la zona de strike), hay que intentar batear la parte inferior de la pelota”.

Bregman también es el raro bateador con mayor cantidad de boletos que ponches. “No hacer swing a las bolas”, es otro de sus lemas. Le ha permitido maximizar su potencial como toletero de poder. Lo más destacable: mientras que la ofensiva de los Astros no ha sido la súper potencia del año pasado (José Altuve, Carlos Correa y George Springer han debido ausentarse por periodos significativos debido a lesiones o han confrontado dificultades ocasionales), Bregman ha sido el único toletero consistente. 
“Ha sido nuestra columna vertebral”, afirmó Springer. “Ha sido consistente. Está empezando a mostrar quién es. Ha sido maravilloso”.

Luego de terminar esa serie en Boston, Bregman sufrió una racha de 14 partidos sin batear un jonrón. Mientras tanto, Mookie Betts continuó su despiadada ofensiva para ser el claro favorito para alzarse con el Más Valioso de la Liga Americana por encima de Bergman y el resto de los candidatos. A pesar de ello, no se sorprendan si Bregman termina siendo el Más Valioso para el mes de octubre.