<
>

Dodgers vs. Cerveceros: todo se reduce a un juego

Getty Images

De repente, es como si los Dodgers de Los Angeles y los Cerveceros de Milwaukee fueran a disputar el partido de los comodines de la Liga Nacional.

Todo se reduce a un juego, nueve innings, 27 outs, sin mañana, en el que el ganador se lo lleva todo y el perdedor se va a casa.

El novato Walker Buehler va al partido más importante de su breve carrera. También lo es para el veterano venezolano Jhoulys Chacín.

Ambos lanzaron los partidos de desempate que sus equipos tuvieron que celebrar para determinar los campeones de sus respectivas divisiones.

Buehler venció a los Rockies de Colorado en choque extra para darle a los Dodgers el título del Oeste de la Liga Nacional.

Chacín hizo lo propio frente a los Cachorros de Chicago para llevar a los Cerveceros a ganar la división central.

Sin embargo, una vez iniciada la postemporada, han navegado con diferentes suertes.

El joven de Los Angeles no ha podido ganar en los playoffs. Se fue sin decisión en su apertura ante los

Bravos de Atlanta en serie divisional, al permitir cinco limpias en igual cantidad de episodios.

Y luego cayó 4-0 ante Milwaukee, precisamente en duelo con Chacín, en el juego 3 de la serie de campeonato de la Liga Nacional.

En total, el de los Dodgers ha trabajado 12 tramos, con nueve limpias permitidas y efectividad de 6.75, con ocho hits, 15 ponches y cuatro pasaportes.

Por su parte, el venezolano no ha permitido anotaciones en dos salidas en esta postemporada, pues antes de blanquear a los Dodgers por cinco innings y un tercio el lunes pasado, también dejó en cero a los Rockies por cinco capítulos en la serie divisional.

Han sido 10.1 capítulos limpios, con apenas seis hits, nueve ponches y cinco boletos, con par de victorias a su cuenta personal.

Así que el encuentro de este sábado tiene toque de revancha para ambos serpentineros, como también será un duelo de dos managers cuyos estilos de dirección son un cúmulo de despropósitos, contrarios a todo lo que dicta la lógica de más de 150 años de béisbol.

El quinto inning del sexto partido fue una joya de los absurdo.

Los Dodgers perdían 5-2 y los Cerveceros tenían corredores en primera y segunda con dos outs.

Venía al bate el venezolano Orlando Arcia y el dominicano Domingo Santana esperaba turno para salir de emergente por el pitcher Corey Knebel.

¡Dave Roberts ordenó boleto intencional para Arcia y llenó las bases!

¿Cómo acumular más hombres en circulación cuando estás debajo en el marcador? ¿Cómo llevar al hombre que estaba en segunda de manera gratuita a tercera, desde donde podía anotar con un wild pitch?

Por muy caliente al bate que estuviera Arcia, la decisión es surrealista, como salida de un cuadro de Salvador Dalí o de un cuento de Franz Kafka.

Pero Craig Counsell salió inmediatamente a hacerle competencia a Roberts en lo que a absurdo se refiere y le ganó la partida.

¡Con las bases llenas, llamó a Santana de regreso al banco y dejó que bateara Knebel!

Él solito mató la posibilidad de ampliar el marcador e inclinar la balanza definitivamente a su favor, pues, como era de esperarse, el pitcher se ponchó para el tercer out.

Veamos qué nos deparan Roberts y Counsell en este juego siete, como si ambos estuvieran haciendo lo imposible por evitar enfrentar a los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial.