ORLANDO -- Entrando al fin de semana, los Atléticos de Oakland encabezan la Liga Americana en victorias, pese a ocupar el puesto #25 entre las nóminas salariales de las ligas mayores.

Pueden llamarlo eficiencia del mercado, suerte,"moneyball" o como prefieran. Al final del día, el punto importante aquí es que Billy Beane, el vicepresidente y gerente general de los Atléticos, se ha convertido en el líder de la difícil industria del béisbol a la hora de sacar el máximo rendimiento a los recursos disponibles.

Billy Beane Oakland Athletics
Michael Zagaris/Oakland Athletics/Getty ImagesBilly Beane es reconocido como el padre del 'Moneyball' en Grandes Ligas.
Los Atléticos de Beane, que tienen una nómina salarial de $83,4 millones, han ganado más partidos (25-16) que maquinarías económicas como Dodgers de Los Angeles ($235,2 millones), Yankees de Nueva York ($203,8), Filis de Filadelfia ($180) y Medias Rojas de Boston ($162,8) y sus rivales divisionales Angelinos de Los Angeles ($155,6), Vigilantes de Texas ($136) y Marineros de Seattle ($92 millones), entre otros.

Oakland, que saltó de un gasto de $61,9 millones en 2013 a una cifra récord de la franquicia este año, busca atrapar su tercer campeonato divisional consecutivo, algo que no ha hecho la franquicia desde que avanzó a la Serie Mundial en tres años seguidos entre 1988-90.

Aplicando un criterio de evaluación que se enfoca en aspectos anteriormente subestimados, como el porcentaje de embasarse de los bateadores y de WHIP (promedio de hits y boletos por entradas) de los lanzadores, y una política de menor riesgo en el reclutamiento de prospectos, Beane ha conseguido mantener competitivos a unos Atléticos de clase media en una industria dominada cada vez más por los equipos con mayor capacidad económica.

Desde que Beane fue nombrado gerente general en 1997, Oakland tiene marca de 1,421-1,210, la tercera mejor de la Liga Americana y la número cinco del béisbol en los últimos 17 años. Las siete apariciones en postemporada de los Atléticos desde el 2000 representan la cuarta mayor cantidad de Grandes Ligas, detrás de Yankees (12), San Luis (10) y Atlanta (9).

Beane, quien es dueño minoritario de los Atléticos desde el 2005, ha recibido todos los reconocimientos conocidos por su habilidad para obtener mayores resultados a menor costo. Su figura y su sistema fueron el centro de la novela "Moneyball", escrita por Michael Lewis en 2003 y llevada al cine en el 2011 con Brad Pitt en el papel de Beane.

Pese a que en su resumé no aparece un título de la Serie Mundial, la meta final en Grandes Ligas, Beane es considerado el #1 entre los gerentes generales del béisbol y un verdadero líder en la industria deportiva.

LOS ÁNGELES -- Los verdaderos líderes son aquellos que combinan la inteligencia del oportunismo y las agallas para actuar cuando el momento lo amerita.

Adam Silver se recibió de prócer, de comandante de la nueva era de la NBA, y mandó en minutos un mensaje que pareciera que su antecesor, David Stern, no pudo dejar en claro en 30 años.

El martes el comisionado bajó el martillo y le dijo "NO" al racismo, a la discriminación y a esa mentalidad arcaica que lamentablemente aún vive en las mentes y corazones de una pequeña fracción de la sociedad.

A Silver no le tembló el pulso, aun habiendo temas legales de por medio y con el gran riesgo de herir o sepultar la carrera que tanto esfuerzo le tomó construir. Silver podría haberse lavado las manos, cual Poncio Pilato, y haberle transferido la responsabilidad a los dueños para que ellos mismos solucionen un problema que les pertenece, ya que Donald Sterling es uno de ellos.

Sin embargo el comisionado actuó primero y luego verá cómo lidia con las repercusiones. En la vida muy pocas veces los fines justifican los medios, pero Silver supo identificar que esta era una de ellas y no dudó dar el zarpazo. Con la opinión pública de su lado, sumado a la prensa y una liga en su gran mayoría conformada por afroamericanos y/o extranjeros, su coalición es firme y está más fuerte que nunca.

Silver lo sabe, y por eso pudo plantarse en frente de los micrófonos en Nueva York y patear el tablero. Su expresión fue casi de bronca, pero la emoción demostrada fue una bocanada de aire fresco para la NBA y para la sociedad en general.

Silver aprovechó el momento e hizo lo correcto, tal como debe hacerlo un líder positivo.

Etiquetas:

Mirada del Líder

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Para colocar a Gregg Popovich en una categoría de entrenadores de la NBA hay que crearla para él. El técnico de los Spurs es único en su clase, y aparte de los cuatro anillos que tiene para probarlo, el récord de los Spurs temporada tras temporada es la mejor muestra de la importancia de su liderazgo en la organización texana.

Mientras cada año se repite una y otra vez que los Spurs envejecen, que no tienen la fuerza de antes, que no llegarán a finales, Coach Pop se las ingenia para reinventar un equipo alrededor de sus veteranos Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili; y año tras año, estar entre los favoritos de la NBA. Este año no es la excepción, y los Spurs terminaron con el mejor récord de la liga (62-19) y con la ventaja de localía para todos los playoffs, a pesar de las lesiones que afectaron a su conjunto durante la temporada y los descansos que le dio a sus estelares en preparación para los playoffs.

En el ordenamiento actual de la NBA de la era de David Stern y Adam Silver, todo gira alrededor de la superestrella, del 'one-two punch' o del 'Big Three'. Los jugadores deciden el sistema que se arma en cada equipo y hasta pueden determinar si el entrenador se va o se queda.

En San Antonio, Coach Popovich es la figura central del programa. El jugador que llega a San Antonio tiene que dejar los egos a la entrada del estadio y jugar para Coach Pop. El respeto que tienen los jugadores de los Spurs por la institución del coach solo es comparable con la de los programas del básquetbol colegial de Estados Unidos.

De padre serbio y madre descendiente de croatas, pasó una buena parte de su carrera militar en Europa, donde conoció y apreció otra cultura tanto dentro como fuera de la cancha. Con esa visión de mundo, supo reconocer que como se aprende este juego fuera de Estados Unidos es pasando, compartiendo, tratando de hacer el juego mucho más fácil al compañero.

Así, en su filosofía, se fomenta la defensa colectiva, el pase extra, el juego de conjunto de todos para uno y uno para todos. No es casualidad que San Antonio, una vez más, sea el líder de asistencias de la liga con 25.2 por juego. Tampoco, que su líder de anotaciones, Tony Parker, solo promedie 16.7 puntos por juego.

Y no solo los jugadores juegan alrededor de Popovich, sino que la organización toma todas sus decisiones de acuerdo a las recomendaciones del legendario entrenador.

El impacto del liderazgo de Popovich no solo impacta a su equipo, sino que ya alcanza otras franquicias. Mike Budenholzer (Atlanta), Monty Williams (New Orleans) Brett Brown (Filadelfia) , Jacque Brown (Cleveland), Jacque Vaughn (Orlando) todos pertenecieron al cuerpo técnico de Coach Pop, y esa experiencia en sus resumés les ha valido para obtener sus puestos como entrenador. Si logran el mismo éxito o establecer una filosofía parecida a la de su entrenador, eso es tema para otra historia.

Etiquetas:

Mirada del Líder

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


El "Comandante" Cristiano Ronaldo. El Balón de Oro. El guapo, rico y buen jugador (según sus propias palabras). El tan querido como odiado, pero nunca ignorado. El que unos creen que es el mejor jugador del mundo actualmente.

Así es CR7 el jugador que polariza las opiniones, que radicaliza las críticas y provoca sombrerazos.

Pero este Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro acaba de igualar el récord de más goles en una edición de la Champions League. Llegó a 14 tantos en tanto sólo 8 partidos jugados, y si alcanza la final, y la salud se lo permite, podría participar en cuatro encuentros más y quedarse con la marca en solitario.

Ahora comparte ese privilegio con el brasileño-italiano José Altafini, Ruud van Nistelrooy y Lionel Messi.

Su promedio de goles en la UCL es de 1.5, luego de enfrentar una vez al Galatasaray, Juventus, Copenhague, Schalke 04 y Borussia Dortmund, y no olvidemos que la Champions es mundialmente reconocida como el torneo más importante del mundo.

También sus 247 goles lo colocan como cuarto mejor anotador de la historia del Real Madrid, club con el que lleva cinco temporadas de excepción. Incluso su momento lo ha llevado, polémicas aparte, a la obtención del más reciente Balón de Oro.

Esos números impresionan, pero el sólo hecho de mencionarlos provoca que algunos crean que se es fan del lusitano. Los tiempos actuales exigen posturas radicales, hemos olvidado el gusto de disfrutar de algo sin tener que tomar posición. Hay que estar a favor o en contra, con uno o con otro.

Esto lo digo, porque los que hayan logrado llegar hasta esta parte del texto, ya estarán pensando que le voy al Madrid o algo parecido, o que odio a Lionel Messi.

En mi manera de ver el futbol, como una persona que no nació en España y que por lo tanto no tengo una pasión por ningún equipo de allá, saboreó los partidos bien jugados, tanto el tiki-taka catalán como el punch merengue. No quiero escoger, no voy a escoger. ¿Por qué?

¿Por qué escoger entre Beethoven y Mozart si lo puedes tener a los dos y disfrutar a ambos? ¿No?

Disfruto a Ronaldo como a Messi, aún cuando el ser aficionado del deporte impone el tomar partido, lo veo como periodista, como degustador... a lo mejor ya estoy viejo.

Pero también veo la polarización absurda que supone que Messi es "bueno" y Cristiano "malo"; que Leo un buen muchacho y Ronaldo un ostentoso, creído. No creo ni una ni la otra cosa.

Veo al "7" de los merengues pagar cerca de 50 mil euros por la operación de cerebro de un niño que ni conocía y del que los medios con camiseta de España hicieron mucha publicidad, pero yo no lo vi parándose el cuello en el hospital, ni mucho menos.

Veo a un joven que regala camisetas a los chicos que se la piden y que apapacha a los intrusos que interrumpen los juegos con tal de acercarse y tocarlo. Lo veo cuidando que lo espontáneos de las canchas no sean maltratados.

Lo veo y no me parece pose. Ahora que se depile la ceja, nunca se despeine y festeje con un "tranquilos, tranquilos" es parte del show o de su show.

Tampoco, que yo sepa, ha pedido la salida de un jugador de su equipo o de una selección, porque no le caiga bien o algo parecido, algo que sí se da en otras esferas.

Es un jugador con un alto sentido de competencia, que ha cargado con un equipo lleno de estrellas y de entrenadores que también lo quieren ser, y aunque se le puede espetar que han sido sólo un campeonatos de Liga y una Copa "nada más", también quiero ver quién es el macho que podría hacerlo mejor si estuviera en España con el virtuoso Barcelona enfrente.

Vi a un relámpago clasificar a puro pulmón a Portugal al Mundial en un repechaje que se antojaba de miedo contra Zlatan Ibrahimovic y su Suecia.

Ese calificativo de "Comandante" que le dio Joseph Blatter, ve tú a saber si con buena intención, lo siento muy real, porque Cristiano comanda las huestes del Madrid y de Portugal, tan bien que sólo lo habían hecho mejor un Di Estéfano o un Raúl.

Portugal es a partir, por, para y desde lo que haga Cristiano en el Mundial. Alemania es muy poderosa, Estados Unidos muy orgulloso y Ghana muy rebelde, pero estoy seguro que los tres sudan de pensar en enfrentar a CR7 en Brasil.

En suma, entiendo que el deporte exige pasión y que te decantes por un color, pero no nos ceguemos ante lo tangible, Cristiano Ronaldo es un súper dotado, un garbanzo de a libra. Mejor apreciemos el haberlo visto en acción, para que podamos defenderlo en 30 años de los niños que nos digan que es mejor Fulanito o Sutanito, porque para ellos lo que no pasa la tele en directo no existe, tal y como hoy no apreciamos a Pelé, la Saeta Rubia, Cruyff, Garrincha, Eusebio, Hugo Sánchez, Maradona, Beckenbauer porque no los vimos y creemos que nadie es mejor que Leo y CR7.

A este portugués, nacido en la Isla de Madeira hace 29 años, más que odiarlo o amarlo hay que apreciarlo.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


MIAMI -- Hay momentos en la vida en los cuales, hagas lo que hagas, no parece haber una conclusión satisfactoria, al menos no a corto plazo.

El entrenador del Heat, Erik Spoelstra, se encontró en una situación semejante al asumir como entrenador de Miami.

Si ganaba, era porque tenía un súper equipo, y "a ese barco cualquiera lo dirigía al éxito". Si perdía, era "el peor entrenador de la liga".

Una visión simplista y obtusa.

Si la ecuación fuese tan fácil, quiero a alguien que me responda las siguientes preguntas: ¿Por qué no ganó Doug Collins con los Bulls de Michael Jordan? ¿Por qué no ganó Del Harris con los Lakers de Shaq y Kobe? ¿Por qué no ganó Jerry Sloan con dos miembros del Salón de la Fama como Karl Malone y John Stockton?

Me dan un argumento simplista, les doy una respuesta de la misma índole: Porque no es tan fácil. Phil Jackson es considerado uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos. Siempre tuvo grandes equipos, pero eso no debe restarle méritos.

Sería injusto, y debemos medir a todos con la misma vara.

No hay dudas de que el Heat es un gran equipo y que Spoelstra es un afortunado de poder dirigirlos, pero a la vez no me queda ninguna duda de que estamos en presencia de un gran entrenador.

El mismo al cual querían despedir luego de 17 juegos en su primera temporada con el 'Big Three' cuando el equipo tenía registro de 9-8.

Es increíble la memoria selectiva que tiene la gente, que se olvida que Spoelstra asumió control de un equipo que había terminado con récord de 15-67 y los llevó a los playoffs al año siguiente.

Spoelstra es muy meticuloso y presta atención hasta el más mínimo detalles. Comenzó como operador de video y escaló hasta llegar a su sueño.

Pat Riley podría haber elegido a cualquiera. Todo entrenador quería ese trabajo, pero 'El Padrino' eligió a Spoelstra.

¿Ustedes creen que eso es casualidad?

No, nada de lo que hace Riley es casualidad, y Spoelstra es simplemente el más reciente ejemplo de su éxito. Manejar egos no es sencillo, y durante estas tres temporadas y montaña rusa de emociones con el Heat, el entrenador de Miami lo ha hecho a la perfección.

Nunca pierde la calma y transmite tranquilidad.

Justamente lo opuesto a otro gran entrenador que es rápido a la hora de elogiar a su colega. "El simple hecho de que el Heat haya logrado ganar de entrada muestra toda su grandeza", enfatizó Stan Van Gundy. "El equipo tenía que ensamblarse, y Spoelstra hizo un trabajo fantástico".

Luego de la derrota en el Juego 3 en las Finales ante los Spurs, Riley le envió un mensaje de texto a Spoelstra invitándolo a tomar algo en el bar del hotel.

El entrenador de Miami respondió con un simple "No", y Riley subió con tres botellas de vino a ayudarle a revisar los videos.

"Es lo que yo antes hacía con él, y me encantó que subiera y nos ofreciera más que nada apoyo moral", admitió Spoelstra.

Parece increíble que después de tres Finales consecutivas y dos títulos en fila, hay todavía quienes dudan de sus capacidades.

Para poner un poco en perspectiva lo logrado por Spoelstra, les cuento que apenas 13 entrenadores en la historia han ganado múltiples títulos.

Siete de ellos están en el Salón de la Fama, y Gregg Popovich será el ocatavo.

No digo que Spoelstra esté listo para la inmortalidad, pero ciertamente va por el camino indicado.

Spoelstra ganó 'apenas' 2.75 millones de dólares esta temporada, y ganará tres la próxima campaña.

Lejos de los Doc Rivers de este mundo, pero pronto le llegará su momento.

Horas antes del Juego 7 ante los Spurs, Wade se le acercó a Spoelstra y le dijo: "Estoy lastimando al equipo, si necesitas limitar mis minutos, adelante".

Spoelstra le dijo que no, y agregó que lo necesitaba para ganar.

"Erik es nuestro líder", declaró Dwyane Wade, quien en su momento tuvo un melodrama mediático con su entrenador tras chocar con él camino a la banca. "El que no lo ve, está ciego".

Descalificar su labor es injusto, aunque con cada victoria que pasa se van acabando las excusas.

Dentro de varios años, cuando miremos hacia atrás, estaremos hablando de uno de los mejores entrenadores de esta era.

Al entrenador lo hacen sus jugadores, pero al equipo lo hace el entrenador.

No se dejen llevar por su, por momentos, inexpresivo rostro.

"No me molestan las críticas", dijo Spoelstra. "Es parte del territorio, y mientras estemos unidos puertas adentro, no hay problema".

Pat Riley, que de esto sabe un poco, ciertamente sabe lo que tiene, y sabe que dentro de un par de años tendrá que pagarle como tal.

Spoelstra está transformando lentamente una situación en la cual no parecía poder ganar en una realidad inevitable.

Es un gran entrenador.
AL INICIO