Francisco Liriano AP Photo/Don WrightFrancisco Liriano ayudó a eliminar a los Rojos la pasada postemporada. ¿Lo pagará esta noche?
Los Rojos de Cincinnati y Piratas de Pittsburgh se encontrarán este lunes a las 7 p.m. ET en ESPN.

Cambio de enfoque de Francisco Liriano
Francisco Liriano ayudó a eliminar a los Rojos la pasada postemporada con su slider, lanzándolo en la mitad de sus 90 pitcheos. Su slider le capturaron 14 outs y otorgó solamente una base por bolas en el juego por el comodín de la Liga Nacional.

Desde el inicio de la temporada pasada, el slider de Liriano ha sido uno de los mejores en las mayores, ubicado dentro de los 10 mejores en la mayoría de las categorías. Aunque tuvo éxito en contra de los Rojos la campaña anterior con su lanzamiento, Cincinnati está bateando el mejor promedio de la MBL .370 en contra del slider esta temporada.

El slider no es el único lanzamiento por el que Liriano se ha inclinado en la campaña. Liriano ha incrementado el uso del cambio de velocidad, lanzándolo cerca del 31 por ciento del tiempo, más del 22 por ciento de la campaña pasada.

Liriano ha limitado a sus rivales a un promedio de bateao de .174 mientras genera un rango del 54 por ciento de swing-error esta temporada cuando lanza el cambio. La temporada pasada los rivales batearon .273 mientras que el swing y error fue del 38 por ciento de las veces.

Podremos ver a continuación la tendencia de esta noche. Los Rojos han bateado .192 en contra de los cambios esta temporada, con el número 22 en las mayores.

El cambio de Joey Votto en el lineup
En abril 12 los Rojos movieron a Joey Votto como segundo en el orden al bate en lugar de su usual tercero. El movimiento ha ayudado a que Votto regrese a su nivel de ex JMV.

Los Rojos tienen marca de 4-2 desde el ajuste a la alineación después de que tuvieron marca de 3-7 con Votto bateando como tercero. Votto ha conectado tres de sus cuatro cuadrangulares cuando batea como segundo.

Andrew McCutchen no es tan valioso
La campaña pasada Andrew McCutchen se convirtió en el primer jugador de los Piratas en ganar el trofeo al JMV de la Liga Nacional desde que Barry Bonds lo recibió en 1992. En lo que va de esta temporada McCutchen no ha sido capaz de replicar el éxito de la campaña anterior.

El OPS de McCutchen bajó a .759 esta temporada, que se lleva a cabo, podría ser el más bajo de su carrera. El OPS de McCutchen excedió el .900 en cada una de sus dos temporadas previas.

Un gran descenso en el OPS no es común para el actual JMV de la liga. De acuerdo con Elias Sports Bureau, 55 jugadores han perdido 11 puntos en OPS en la temporada posterior de haber ganado el trofeo como JMV. Pero McCutchen y Miguel Cabrera han visto esos descensos en las semanas de apertura de la presente temporada.

Jay Bruce tiene un arranque lento
Jay Bruce está bateando .22o al inicio de esta temporada pero no ha sido algo extraño en su carrera.

El promedio de bateo en la carrera de Bruce en marzo y abril es de .249, su segundo más bajo que en cualquier otro mes. La campaña anterior, Bruce bateó .252 con un OPS del .651 en abril antes de estar cerca de promediar .288 y .903 de OPS de mayo a julio.

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Los Bravos de Atlanta finalizaron con la tercera tasa más grande de ponches entre los 30 equipos de Grandes Ligas con 22.6 por ciento. Los dos equipos a ambos lados de ellos -- Astros y Mellizos al frente, Mets y Marineros detrás  tuvieron temporadas terribles. Además los Bravos fueron el único equipo con tres jugadores por encima de la marca de 150 ponches (Dan Uggla, B.J. Upton, Justin Upton) y fue el único equipo en lograrlo también el año pasado. Mucho se ha hablado sobre la tendencia de los Bravos a poncharse en camino a la postemporada, y ciertamente sí se ponchan mucho, pero, ¿acaso eso importa?

Le eché una mirada a la tasa de ponches de los bateadores entre todos los equipos de postemporada en los últimos 10 años. El año pasado, los cuatro equipos que pasaron a la Serie de Campeonato de liga tuvieron una tasa de ponches que los ubicaban en el tercio inferior de cada liga. Los Gigantes, quienes lo ganaron todo, tuvieron la cuarta tasa menor de ponches. En el 2011, los dos equipos con la menor tasa de ponches  los Cardenales y Vigilantes  llegaron a la Serie Mundial. Pero, ¿eso es una tendencia?


Evento Ranking Promedio
Perdió SDLA 19
Perdió SDLN 14
Perdió SCLA 21
Perdió SCLN 17
Perdió SM 17
Ganó SM 20

Los equipos en la Serie Divisional promediaron una tasa de ponches que los ubicaba en el medio del paquete, 14 para la Liga Nacional y 19 para la Liga Americana. Los equipos de la Serie de Campeonato tuvieron una tasa de ponches ligeramente mejor, entre 17 y 21. El perdedor de la Serie Mundial también tuvo un ranking promedio de 17. El ganador de la Serie Mundial promedió la tasa menor en la lista con 20.

De los 10 ganadores de la Serie Mundial desde 2003, ocho de ellos tuvieron un ranking de ponches en la parte media inferior de la liga. Seis de ellos estuvieron en el tercio inferior. El único equipo que ganó la Serie Mundial con una ofensiva que estuvo entre los primeros 10 equipos en ponches fueron los Medias Rojas del 2004 (18.3 por ciento, sexto).

Por supuesto, hay otros factores involucrados en ganar y perder un juego, pero, ¿por qué los equipos que se ponchan menos tienen mayor éxito, particularmente en tiempos recientes? La ofensiva decline luego de la temporada 2009, con una baja en las carreras por juego de 4.61 a 4.38. Los hits han bajado de 8.96 por juego en 2009 a 8.67 hits por juego en 2013. Los cambios más grandes han ocurrido en los boletos y los ponches. En el 2009, la ofensiva promedio tuvo una media de 3.42 boletos por juego y se ponchó 6.91 veces por partido. Este año, la ofensiva promedio tuvo una media de 3.02 boletos por juego y se ponchó 7.54 veces por partido.

Con el aumento de los ponches, la tasa de pelotas en juego ha disminuido. Cuando esas pelotas se ponen en juego, los fildeadores las han convertido en outs en una proporción mayor. Los defensores de Grandes Ligas han compilado un porcentaje de fildeo agregado de .985, el más alto en la historia del béisbol. El porcentaje de fildeo está lejos de ser una estadística perfecta , pero también hemos visto una ola de grandes defensores ultimamente, tales como Andrelton Simmons, Manny Machado y Carlos Gómez. El aumento en cambios defensivos también ha ayudado a convertir más pelotas en juego en outs.

Así que, las pelotas están siendo puestas en juego con menor frecuencia, y cuando la pelota es puesta en juego, está siendo convertida con más frecuencia en un out por la defensiva más que un hit por la ofensiva. Un ponche significa (A) una pelota que no está siendo puesta en juego, lo que crea una oportunidad para un fallo; y (B) no avanzan los corredores. Coloquen esto en la ecuación junto con la baja en los boletos, y eso significa que es menos probable que haya un corredor en base cuando se conecte un hit. En los playoffs, cuando uno usualmente ve pitcheo por encima del promedio midiéndose a ofensivas por encima del promedio, esto causa más preocupación ya que cuesta más anotar carreras. Los equipos dependen del poder  lo que tiende a provocar mayor tasa de ponches  por lo que se convierten en apostadores, a la espera que lanzadores como Clayton Kershaw y Adam Wainwright tengan un juego malo donde se les puedan conectar cuadrangulares.

¿Caerán los Bravos en la postemporada especificamente porque se ponchan demasiado? Probablemente no, pero si al manager Fredi González se le diera una varita mágica que para convertir su ofensiva en un equipo igualmente competente que depende de poner más la pelota en juego, basado en tendencias recientes, probablemente escogería alterar su ofensiva.

Bill Baer escribe para Crashburn Alley y es colaborador regular del blog de SweetSpot.

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En el Juego de Estrellas, le pregunté a Joey Votto acerca de los Piratas de Pittsburgh. Esto fue por allá por la época en la que todo el mundo estaba escéptico sobre los Piratas, o al menos un poco escépticos dado su historial de colapsos en la segunda mitad de las temporadas 2011 y 2012.

"Son 100 por ciento legítimos", dijo Votto. Entonces trajo a colación a Francisco Liriano. "A pesar de todas las personas que se quejan por los contratos a jugadores y los jugadores que recibieron golpes por malos negocios de un año u ofertas de contratos malos por 10 años, o lo que sea, no se ha escrito lo suficiente sobre Francisco Liriano", dijo Votto. "Ese tipo es demasiado valioso para ellos".

Francisco Liriano wild card game
Jared Wickerham/Getty Images Francisco Liriano fue casi imbateable ante los Rojos en el juego entre comodines.
Palabras proféticas, porque en una noche eléctrica en Pittsburgh, los fanáticos de los Piratas llenaron el PNC Park con vítores, cánticos y la pura felicidad de ver béisbol de octubre por primera vez desde 1992. La mamá de Andrew McCutchen canto el himno nacional, el ex ganador del Cy Young Doug Drabek lanzó la primera bola, y entonces Liriano les dejó caer todo el peso de su repertorio.

Retiró los primeros nueve bateadores de los Rojos de forma dominante, y solo necesitó 28 pitcheos para hacerlo. Cuando Marlon Byrd y luegoRussell Martin conectaron cuadrangulares ante el abridor de los Rojos Johnny Cueto en la segunda entrada, el estadio explotó con cánticos burlones de "Cue-to, Cue-to." Era bueno ser fanático de los Piratas.

Luego que los Piratas aumentaran la ventaja a 3-0 en la tercera entrada, el turno clave de la noche llegó en la parte alta del cuarto episodio. Liriano golpeó a Shin-Soo Choo para abrir la entrada, y Ryan Ludwick conectó sencillo, lo que trajo al plato a Votto, con la oportunidad de darle a los Rojos una entrada grande y de volver al juego.

Los tres mejores bateadores de los Rojos son Votto, Choo y Jay Bruce, todos zurdos, razón por la cual este era un choque duro para ellos: Liriano destruyó a los zurdos esta temporada, limitándolos a un promedio de .131 con apenas dos dobles y sin permitir cuadrangulares. Básicamente, convirtió a los bateadores zurdos en lanzadores. Pero este es Votto, el tipo que sabe cómo trabajar los conteos y esperar por su mejor lanzamiento mejor que cualquier otro bateador en el béisbol. Por allá por julio, él habló sobre la combinación de recta/slider de Liriano y lo bien que él había lucido cuando se midió ante el dominico cuando Liriano estaba con los Mellizos. Él pensaba que Liriano había simplificado su modo de lanzar, enfocándose más en esos dos lanzamientos, al menos ante los bateadores zurdos.

Slider, de foul; abanicada fallada ante un slider bajo que chocó con la tierra; slider afuera del plato, abanicada fallada. Tres sliders, adiós a Votto.

Los Rojos se las arreglaron para anotar una carrera en la entrada, y Todd Frazier conectó un largo foul que por poco termina como cuadrangular de tres carreras que le habría dado la ventaja a los Rojos, pero esa entrada fue la oportunidad perdida para Cincinnati.

Después de eso, las cosas fueron de mal en peor para los Rojos. Cueto fue sacado en la parte baja de la cuarta entrada, Neil Walker, quien había conectado solo un extrabase ante un zurdo en toda la temporada, conectó doblete ante Sean Marshall, Brandon Phillips falló con una roleta rutinaria para doble matanza, en la que logró solo un out en vez de dos, lo que permitió que anotara una carrera. Estaba 5-1 la pizarra y Liriano seguía luciendo muy bien en este juego.

Lanzó por siete entradas, permitiendo apenas cuatro hits y un boleto, con cinco ponches. Choo, Votto y Bruce se fueron de 8-1 con un pelotazo y cuatro ponches. El lanzador que tuvo problemas para lanzar strikes durante gran parte de su carrera con los Mellizos lanzó 64 strikes en sus 90 pitcheos.

Es interesante nota que las estrellas de este juego fueron Liriano y Martin (quien añadió un segundo cuadrangular), dos contrataciones como agentes libres por debajo del radar por parte del gerente Neal Huntington; Byrd, la astuta contratación a mediados de temporada desde los Mets adquirido para llenar un hueco en el jardín derecho; y entonces el veterano Jason Grilli, el tipo al que se le dio la confianza como cerrador a pesar de haber logrado apenas cinco rescates antes en su carrera, terminó la faena en la novena. Este equipo está construído alrededor del favorito para el JMV de la Liga Nacional Andrew McCutchen, pero los acuerdos de Huntington (el cerrador del año pasado Joel Hanrahan fue cambiado por el preparador Mark Melancon) añadieron la profundidad de la que carecieron los equipos de los Piratas en los pasados dos años.

Luego del partido, Martin tenía una sonrisa tan amplia como el río Allegheny mientras era entrevistado en la TV. Miró alrededor del estadio y dijo, "Ojalá podamos mantener esta atmósfera a finales de octubre".

Los Piratas han sido la historia del año en el béisbol. La misma continuará, al menos por algunos partidos adicionales, y ojalá que por más que algunos partidos adicionales. Ahora en camino a San Luis, la próxima parada en el largo camino a la Serie Mundial.

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Mariano Rivera se va del béisbol activo con toda la gloria del mundo, como debe ser.

El mejor relevista de todos los tiempos deja a su paso, tras 19 campañas con los Yankees de Nueva York, respeto y admiración no sólo de la fanaticada de la Gran Manzana, sino también de sus rivales que tanto vieron como el panameño les quebraba sus bates con sus endemoniados envíos cortantes.

El retiro de Rivera estaba originalmente previsto para la pasada campaña, pero la lesión que sufrió el 3 de mayo del 2012, mientras capturaba elevados en los jardines del Kauffman Stadium de Kansas City durante una práctica lo llevó a mover el adiós un año después.

Y no podía ser de otra manera. Para quien en ese entonces había salido en 608 oportunidades con el brazo en alto en señal de victoria y la habitual sonrisa amplia, su última imagen no podía ser la de un hombre caído, con una mueca de dolor en el rostro, llevado en hombros por sus compañeros.

Prometió que volvería y lo hizo en su mejor forma, con su recta cortada quiebrabates para regalarle a los Yankees 44 rescates más con los que extendió a 652 el récord absoluto de salvamentos.

A lo largo del 2013, Mariano fue objeto de merecidísimos homenajes en cuanto estadio se presentó y a quien dejó una estela de caballerosidad también para con la prensa, los colegas de los medios lo premiaron concediéndole el título de Jugador Más Valioso en el Juego de las Estrellas disputado en el Citi Field de los vecinos Mets de Nueva York.

Pero al panameño aún le queda un galardón por recibir, más allá de su segura inclusión en el Salón de la Fama de Cooperstown dentro de cinco años.

¿Alguien duda que será Rivera el Retorno del Año de la Liga Americana?

Sobreponerse a los 42 años a una operación tras su grave lesión en los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y una temporada después salvar 44 encuentros, además de sumar seis victorias y efectividad de 2.15 es una de las mayores hazañas de las tantas que ha protagonizado en su carrera.

Por cierto que otro lanzador latino merece el mismo premio, pero en la Liga Nacional.

Hace un año atrás, la carrera del zurdo dominicano Francisco Liriano parecía a punto de esfumarse a la aún corta edad de 28 años.

Liriano, quien en su primera campaña completa en Grandes Ligas, en el 2006 con los Mellizos de Minnesota, apuntaba a convertirse en uno de los grandes serpentineros latinos de la historia, con récord de 12-3 y efectividad de 2.16.

Pero se perdió por lesión todo el 2007 y cuando regresó en el 2008 nunca volvió a ser aquel tirador dominante y su carrera inició un retroceso aparentemente indetenible que tocó fondo en el 2012, cuando los Mellizos lo transfirieron a los Medias Blancas de Chicago.

Sin embargo, tras pasar sus siete primeras temporadas en la Liga Americana, este año pasó al viejo circuito con los Piratas de Pittsburgh y su carrera renació de las cenizas como el Ave Fénix.

Liriano, con 16 victorias, es el tercer pitcher más ganador de la Liga Nacional y pieza clave para que los Piratas lograran su primer boleto a la postemporada desde 1992.

El zurdo quisqueyano, ahora con 29 años, ostenta una efectividad de 2.88, la más baja desde aquel ya lejano 2006 y la sexta mejor de todo el circuito.

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Él fue un niño que creció admirando a un pelotero que por casualidad le decían "El Niño" o "The Kid": Ken Griffey Jr.

Qué mejor ejemplo pudo tener Francisco Liriano que seguir los pasos de alguien que a base de esfuerzo se ganó ser el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1997, 12 veces ganador del Guante de Oro y 13 veces seleccionado al Juego de Estrellas.

"Griffey Jr. era uno de mis favoritos, él jugaba la misma posición que yo jugaba en mis inicios (jardinero derecho) y creo que ha sido uno de los mejores bateadores que ha existido en el beisbol y me encantaba cómo jugaba", dijo Liriano a ESPNDeportes.com

Es este tipo de metas, así de definidas son las que hacen que la determinación rinda frutos. Desde San Cristóbal en República Dominicana hasta los intensos inviernos de Pittsburgh, Liriano nunca ha perdido de vista su objetivo, de consolidarse como un gran pelotero en las grandes ligas pero sin olvidar sus inicios, "para llegar a algo hay que sacrificarse y dándole muchas gracias a Dios por la oportunidad de estar aquí"

Para alguien que recién se acerca a conocerlo, podría parecer alguien tímido y quizá así se describe así mismo, callado y un poco hasta reservado. No se sentirá tan cómodo frente a la cámara, pero él no nació para eso, él dice mucho más cada vez que sube a la lomita.

Entre el bullicio del dugout previo al estiramiento y práctica de bateo, algunos compañeros merodeando su entrevista. Sus respuestas son francas y sencillas, tal como es su personalidad. Cuando no está concentrado con el béisbol gusta de distraerse jugando al dominó, es su único hobby pero no necesita más. A diferencia de otros lanzadores, Liriano no es ni supersticioso y dice no tener una rutina fija antes de saltar al campo de juego, sólo necesita estar bien descansado para dar lo mejor de si.

Con el reciente logro de la República Dominicana al ganar el Clásico Mundial de Beisbol, quisimos saber su opinión de dónde se dirige la pelota dominicana y nos comenta: "Cada año han visto menos peloteros en grandes ligas por la situación de la edad y los jugadores que cuentan mentiras, pero pienso que el Señor ha bendecido la isla, nos da mucho peloteros ya que la isla es tan chiquita, siempre hay que darle gracias a Dios que los pocos que estamos aquí seamos buen ejemplo para los que vienen subiendo".

Además de Griffey Jr., hubo alguien quien de "tú a tú" le ayudó en su crecimiento en las Grandes Ligas. Constantemente era comparado su estilo con el del lanzador venezolano Johan Santana de quien dice: "siempre me enseñó mucho, me dijo que no escuchara mucho lo que dijeran fanáticos, los periodistas, que me enfocara en aprender, que uno nunca termina de aprender. Fue un poco de presión (la comparación), que me enfocara en aprender, no importara como uno se sienta hay que salir y dar siempre el 100%".

No solo es pelotero de tiempo completo, pero es papá de un pequeñín de 5 años que ya sigue los pasos de su padre. Al preguntarle si le gustaría que escogiera una carrera como la suya, en el béisbol profesional, con una sonrisa en la cara el lanzador respondió: "Sí, me encantaría, siempre y cuando eso sea lo que ellos quieran hacer, a lo que veo, le encanta siempre quiere un bate y una pelota. Ya fue su primer práctica y le fue muy bien espero en Dios que sí le guste cuando esté grande, pero lo apoyaría en lo que él quiera hacer".

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