La cercanía de la fecha límite de cambios libres en Grandes Ligas, que será este viernes a las 4 pm ET nos trajo un episodio que pocas veces se ve en el béisbol organizado.
El supuesto canje entre los Mets de Nueva York y los Cerveceros de Milwaukee, que llevaría al jardinero Carlos Gómez a la Gran Manzana por el jugador del cuadro Wilmer Flores y el lanzador Zack Wheeler, terminó en nada cuando el gerente general Sandy Alderson afirmó que la transacción no se llevaría a cabo.
El cambio explotó con fuerza en las redes sociales. Flores, que estaba en el terreno en el partido ante los Padres de San Diego, se enteró del mismo por un fanático y rompió a llorar. El manager Terry Collins, también sin conocimiento de lo que estaba pasando, no sacó al venezolano del partido incluso después de la descarga emocional. Pocos minutos más tarde, Alderson declaró que no había cambio.
Todo un circo, para decirlo coloquialmente.
Pero vamos a explicar que pasó legalmente con el fin de aclarar unas dudas y errores que circulan sobre todo en Twitter.
Los cambios a nivel de Grandes Ligas pasan por varias etapas de negociación, evaluación, consideraciones financieras y todo tipo de intercambios. Una vez identificados los jugadores involucrados pueden pasar muchas cosas antes que legalmente estemos hablando de un 'negocio cerrado".
A veces es necesario que el pelotero dé su aprobación. En otras ocasiones el equipo debe hacer una reestructuración del contrato. Incluso hemos visto como el sindicato de jugadores se tiene que meter y aprobar transacciones que involucran la renuncia de parte de un dinero garantizado. Pero la condición más común de todo cambio es la revisión de los exámenes médicos.
Esto legalmente es muy sencillo. Es una transacción sujeta a una condición. La condición es la revisión y aprobación de los exámenes médicos.
Hasta que eso no ocurra no existe el cambio.
El problema es que ese paso normalmente se ha convertido en una simple formalidad, ya cuando la negociación llega a ese punto es muy probable que suceda. De hecho, son varios los casos de equipos que han recibido peloteros con alguna lesión o indicios de lesión, como Prince Fielder, pero no le prestan atención o no les preocupa la gravedad de la misma.
Ahora, no nos confundamos, el cambio de Gómez a los Mets nunca se dio legalmente. No importa si en el pasado los exámenes médicos no eran un escollo, si había pasado un millón de radiografías recientes o si salió en Twitter. La realidad es que toda esa transacción estaba sujeta a una condición que no se cumplió ya que a uno de los dos equipos, los Mets, no le gustó algo que vio en alguna placa.
Scott Boras se molestó con la decisión de los Mets y eso también es lógico. Carlos Gómez es uno de los clientes más importantes de Boras y en un año se declarará agente libre. Ahora el dominicano tiene una etiqueta de problema crónico en la cadera que lo acompañará en el futuro y posiblemente baje su valor al representar un mayor riesgo de lesión. Eso es lo que enfurece al agente, que al final su representado sale perjudicado de todo esto.
¿Qué pasa si un pelotero es cambiado y luego se lesiona en el primer juego y pierde su carrera? Bueno esa es exactamente la razón de los exámenes médicos. La idea es que sea una transacción de buena fe, sin que las partes oculten algún vicio.
Como en las Grandes Ligas se maneja tanto dinero y obtener un pelotero implica asumir nuevos compromisos financieros y además desprenderse de prospectos en lo cuales también se han realizado grandes inversiones entonces lo correcto es que los dos equipos estén absolutamente consciente que todos los involucrados estén sanos o relativamente sanos.
Siempre hay un riesgo, todo pelotero tiene alguna dolencia o viene de recuperase de lesiones que pudieran reaparecer. Es en ese último momento de la revisión de exámenes médicos en el que se transfiere ese riesgo, pero no antes. Eso lo saben los equipos, nadie puede garantizar que un pelotero con alguna lesión previa no vaya a tener problemas relacionados con esa misma lesión. Por eso hablo de 'asumir' el riesgo. Igual un pelotero pudiera estar 100% sano y le dan una pelotazo en la mano y se pierde el resto de la temporada. Ese tipo de cosas están fuera del control del equipo.
Se que este es uno de esos blogs un poco complejo pero como pasa mucho hoy en día en las Grandes Ligas los temas legales y contractuales se meten en medio de lo que hasta hace muy poco era solo una discusión de beisbol. El cambió que no se dio ayer es otra muestra de eso.
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