"El mejor partido de Chivas en el torneo" dijo uno.
"Indudablemente no merecía perder" dijo otro.
"Hoy perdiendo ganamos" agregó uno más.
Y posiblemente tienen razón. Pero si tienen razón, entonces Chivas, ahora sí, está cerca de tocar fondo.
Hay una vergonzosa celebración al "echarle ganas".
El esfuerzo extremo es una obligación de cualquier futbolista profesional, no una opción. Mucho menos un motivo de premio o halago.
Que el Guadalajara haya sido más agresivo que el América no garantizaba ser suficiente para ganar el juego, como se confirmó al final.
Y lo peor de todo es que aún con pasajes de mejor rendimiento futbolístico "los mejores de todo el campeonato" Chivas perdió el juego.
Los arbitrajes son anécdotas del fútbol desde que se inventó. Y si realmente hubiera existido una consigna para afectar al Rebaño, Fernando Guerrero -de paupérrima labor- no hubiera expulsado al irresponsable de Paolo Goltz, ni hubiera salido con la gracia de agregar 7 minutos al tiempo cumplido.
Acabó agregando 8:05, por cierto.
El América no ganó el Clásico por favor del Árbitro.
El América no ganó el Clásico por haber sido un equipo poderoso, superior, generoso.
El América ni siquiera ganó el Clásico por haberle "echado más ganas".
El América ganó el clásico porque enfrente tuvo a un equipo muy mediocre.
LOS ÁNGELES -- "Ni un minuto más" fue la instrucción que recibimos cuando el personal de prensa de los Lakers confirmó a ESPN que Kobe Bryant había accedido a dar una entrevista uno a uno. No nos resolvieron nuestra principal duda: en qué idioma sería la entrevista.
No es un secreto que Kobe habla un casi perfecto español, pero tampoco es un secreto que no se siente muy cómodo haciendo declaraciones públicas en un idioma distinto al inglés.
Cada entrevista es una experiencia singular; pero cuando de frente está uno de los mejores jugadores de toda la historia, uno de los iconos mundiales de los últimos 20 años la vivencia completa es tan impactante que los detalles alrededor de las preguntas y respuestas son indelebles.
En un salón de eventos del mejor hotel de Denver está sentado Chauncey Billups, ahora analista de ESPN, que iba a saludar a su amigo, e inmediatamente llega Michael Wilbon, el periodista de ESPN en inglés que también lo entrevistaría.
Kobe tarda más de 10 minutos en llegar y lo primero que llama la atención es que ese monstruo de la duela es más delgado de lo que parecía.
Camina lento, viste pants que se ven muy cómodos, calza tenis Nike de su línea comercial desabrochados y se ven bastante nuevos. Su sortija de casado tiene un brillo inevitable de advertir. Barata no es.
Abraza a Billups y este le presenta a su pequeña hija. Con Wilbon se repite la dinámica solo que al final lo toma por el hombro y se dirigen a las sillas donde hará la entrevista.
Me quedé sin saludarlo. No creo ni que me haya visto. Ya tendré mi oportunidad.
Mientras contesta, capta mi atención lo distendido que se ve, la estaba pasando bien, tenía ganas de hablar y mientras pongo atención a más detalles saludo al encargado de prensa de los Lakers; le agradezco por la gestión y el tiempo y me sorprende con un "Kobe está muy emocionado de hacer tu entrevista".
Ajá, entonces es posible que hable en español.
Esa posibilidad pasó a ser una realidad cuando al terminar los 13 minutos con Wilbon le pregunta "¿qué sigue en tu día?" "La entrevista en español con ESPNDeportes", le contesta.
¡Ajá!
No perdí tiempo en acercarme y presentarme. Extendí la mano para saludarlo y le dije "Mauricio Pedroza, ESPNDeportes". Como respuesta obtuve una fantástica pronunciación de mi nombre y un tirón que se convirtió en un abrazo seguido de un "mucho gusto amigo, dame un minuto y empezamos".
Cuando nos dedicamos a este negocio en teoría deberíamos dejar de irle a algún equipo, dejar de "admirar" a los deportistas para trabajar con ellos. O sea, debemos dejar de ser fanáticos. Algo que a mí, la verdad, pocas veces me ha importado.
No quiere decir que vaya pidiendo autógrafos y fotos por el mundo --eso ya raya en la falta de ética-- pero no quiere decir que no me pueda emocionar por el encuentro con un jugador al que crecí admirando, de quien tengo su jersey, que he pagado por ver jugar y al que siempre quise entrevistar.
Y si de plano está mal emocionarse por eso, ME-VA-LE.
De la entrevista se pueden destacar muchas cosas sobre lo que dijo, pero yo me quedo con CÓMO dijo las cosas.
Kobe Bryant vive una paz interna que le hace disfrutar la vida de otro modo, hasta las entrevistas. Antes de empezar a grabar me dijo que tenía un poco de miedo por hablar en español, nunca lo había hecho en ese formato. Le ofrecí que si no se sentía cómodo podíamos continuar en inglés.
Bryant la pasaba bien, pero yo la pasaba mejor.
Tal vez por temor a no enviar correctamente su mensaje en forma verbal, fue extremadamente enfático en sus manifestaciones corporales. No dejaba de gesticular, se involucraba con los brazos, con la sonrisa con los ojos en cada pregunta y en cada respuesta. Como si estuviera driblando y preparando un tiro de media distancia.
Cuando hablamos de sus lesiones, golpeaba su palma izquierda con su puño derecho; cuando hablamos del sexto título, rechinaba los dientes; cuando hablamos de su deseo de seguir jugando y saber que su cuerpo no se lo permite más, bajó la voz, se inclinó hacia el frente y juntó las manos con una insoportable resignación.
Su insuperable afán por ganar, ese que le costó perder amigos, ganar enemigos y una polémica reputación, se ha ido. O por lo menos ya no lo exhibe. Aún y con esa ausencia, su halo contagia como ningún otro atleta al que haya conocido.
Cuando dejamos de grabar, se recargó con fuerza en la silla y exhaló: "espero que la gente me entienda", me dijo. Le volví a extender la mano, le agradecí el tiempo y la buena onda para contestar. Volvió a replicar con un abrazo y un "gracias a ustedes, nos vemos pronto".
Si en la TV y en la duela Kobe Bryant despide una vibra ganadora, un deseo sin límites por ganar, una obsesión por cada segundo y cada centímetro de la vida, en persona lo confirma con una gran diferencia: lo hace con una sonrisa y una paz que no le conocíamos.
Fueron 10 de los mejores minutos en mi carrera.
Diez minutos para conocer a Kobe Bryant que, por cierto, duraron 18.
Gracias, Kobe.
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MÉXICO -- Hacía mucho tiempo que no me pegaban un grito así en el trabajo. En ese momento no lo entendí pero al final estaba justificado.
Uno de mis jefes llegó a exigirme que no hiciera más la "broma" de llamar el "Técnico Caipirinha" a Pedro Caixinha.
Lo dije antes de ir a una pausa comercial ante mi molestia -en cierto sentido- de que un club mexicano con buenos recursos como Santos haya apostado por un entrenador extranjero, desconocido, que no había ganado nada hasta ese momento, en lugar de dar la oportunidad a un técnico nacional. Vamos, me envolví groseramente en la bandera. Al final del día SportsCenter es un programa que permite ciertas libertades editoriales.
Es una empresa porque así la gestiona, es un C.E.O. con magníficas capacidades técnico tácticas, diseña planes a corto, mediano y largo plazo, es un brillante director de Recursos Humanos y fue capaz de digerir la voracidad financiera de la liga vendiendo caro y comprando barato.
Sus horarios no son los convencionales de un entrenador de futbol de este lado del mundo. Llega primero que todos y es el último en irse. Casi casi podría checar tarjeta, cumple sus ocho, diez o las horas que sean necesarias en su espacio laboral. Disfruta por igual la cancha que su sala de videos, una especie de laboratorio en donde con sus auxiliares -Gerentes, Directores o cualquier otra denominación empresarial- estudian qué es lo que su competencia hace bien para limitarlo y qué hace mal para explotarlo.
Pedro Caixinha no está casado con ninguna escuela de pensamiento futbolístico a la que el futbol mexicano hubiera estado familiarizado, pero no tiene que ver con jugar con línea de 3 o 4 defensores, achicar los espacios, jugar por fuera, no. Puede jugar de cualquier forma que cada partido le presente.
El futbol mexicano no estaba familiarizado con la escuela de pensamiento futbolístico que desde ahora podemos bautizar como el #Caixinhismo, que no es otra cosa más que tomar al toro por los cuernos (necesitada referencia a su pasado como forcado) de principio a fin. De abordar la dirección técnica de un equipo de futbol no con un silbato y un pizarrón, sino con todos los recursos humanos, tecnológicos e infraestructurales que una institución como Santos es capaz de ofrecer.
Así que desde aquí el reconocimiento para usted, Pedro Caixinha, por sus métodos; un agradecimiento por atreverse a hacer el futbol mexicano más profesional; una felicitación por su título de liga.
Y una disculpa por haberlo llamado Caipirinha.
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MÉXICO -- El comisionado más punitivo en la historia del deporte norteamericano está echado contra su zona de anotación. Es primera y gol desde la yarda dos.
No es claro quién tiene el balón o incluso qué va a pasar cuando --inminentemente.- anote.
Ray Rice golpeó y humilló a su pareja. Adrian Peterson golpeó con una vara a uno de sus hijos hiriéndole y cortándole la piel.
Y la mariguana, para la NFL, no es tanto así como una droga.
En esta semana no ganó nadie. Perdieron muchos, casi todos.
Perdió el Comisionado, Roger Goodell. Porque no importa qué resulte al final del caso Ray Rice, su credibilidad ha sido maculada eternamente. Y en un puesto como el suyo, la credibilidad es como el aire para respirar.
Perdieron los equipos. No sólo los Ravens. Porque sus políticas para vigilar que sus jugadores adecuen su conducta a los lineamientos que ellos mismos aceptaron en el contrato colectivo de trabajo no sólo es de "laissez faire, laissez passer". Encubre, tolera y disuade a los infractores de quienes ejecutan su cumplimiento.
Perdieron los jugadores. Porque a partir de ahora cada movimiento en falso, cada paso, será vigilado por un escrutinio público filoso. Dispuesto a destruir cuanta carrera sea necesaria con tal de velar por los valores básicos, intrínsecos de cada sociedad.
Perdió la liga. Y no perdió dinero, que es lo que a la larga le atañe con prioridad (y no es que eso esté mal). Perdió porque nuevamente sus miembros son disociados con los valores naturales del deporte.
Y perdimos nosotros, los aficionados. Porque una vez más tenemos que soportar las incesantes críticas al fondo y forma que justifican nuestro pasatiempo favorito. Que es más que un pasatiempo. Pero esta semana se nos redujo el armamento para defenderlo.
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NEW YORK -- La que muchos pensaron que sería la historia más grande del Súper Bowl XLVIII ha sido todo menos eso. No hay historia.
La palabra que Peyton Manning más ha escuchado en estos días (además de Omaha) es legado. Nunca fue un tipo que fuera conocido por esquivar a los defensivos rivales, pero para esquivar las preguntas sobre el tema, nadie como él.
"El legado se escribe cuando tienes 70 años, no cuando tienes 38", dijo Peyton ante la centésima referencia a su herencia emocional cuando se retire. Es obvio lo que nos quiere decir, pero es más obvio que lo tiene estudiado y sobre todo asimilado.
Siguiendo toda esta semana a los Broncos de Denver me di cuenta que están disfrutando más esta semana que los Seahawks de Seattle. Se alejaron de todos los temas polémicos que han rodeado al juego grande: entrenaron sin problemas al aire libre desafiando al frío y al viento, no tuvieron a ningún jugador que se metiera en problemas por lo que dice y, mucho menos, tuvieron a alguno que se ofuscara por lo que no dice.
La están pasando muy bien. Tal vez anticipando lo mal que la pueden pasar adentro del terreno de juego.
Denver llegaba al Súper Bowl con la carga de haber tomado decisiones que tenían una pronta fecha de caducidad. Las mechas de esas bombas de tiempo son tan cortas que su momento de explosión se acerca. Pero pueden ser desactivadas si, como hace 15 años, terminan levantando el trofeo Vince Lombardi.
Porque los dueños acreditarán la implosión que provocaron cuando llevaron a John Elway.
Porque Elway justificará el "ganar ahora" que significaba apostar por un mariscal de campo que tenía cuatro operaciones de cuello y que no podía lanzar un pase decente de 15 yardas como admitió esta misma semana Eli Manning.
Porque John Fox justificaría su nombramiento cuando, para varios, su carrera había terminado. Uno de ellos era su corazón.
Y porque Peyton Manning habrá quitado de una vez y para siempre las palabras escritas entre paréntesis en el enunciado: Peyton Manning es el mejor mariscal de campo de la historia (en temporada regular).
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NEW ORLEANS -- Hay algo que hace demasiado atractivo a este Super Bowl si lo comparamos con los inmediatos anteriores. No hay en puerta la expectativa por ver jugar a un mariscal de campo ícono (prefiero llamarle así que élite). Fue justo hace 10 años que ningún nombre de cartel jugaba el partido grande.
En aquella ocasión, Brad Johnson terminó ganando el duelo a Rich Gannon.
Aplauso a los que recordaban esos nombres.
Ni Joe Flacco ni mucho menos Colin Kaepernick tienen el respeto que Peyton y Eli Manning, Tom Brady, Aaron Rodgers, Drew Brees y Ben Roethlisberger han acumulado en su carrera.
Esperen. ¿En serio dije que eso hace demasiado atractivo el juego? Sí, leyeron bien.
Por primera vez en 10 años nos sentaremos a ver el Super Bowl sin saber qué esperar exactamente de los dos mariscales de campo. Van a ser los "otros" los que podrán decidir al nuevo campeón de la NFL.
Y en esa competencia ganarán los San Francisco 49ers.
Desglosemos las 5 claves que inclinan el juego a favor de 49ers.
1. ATAQUE TERRESTRE
No quiero decidirme si seleccionaría para mi equipo de fantasía a Ray Rice antes que a Frank Gore o viceversa, los dos son top. Pero son los "otros" los que terminan de hacer más poderoso el modo en que San Francisco acarrea el balón.
El novato, LaMichael James, es el complemento que aporta la primera carga, la segunda la pone Kaepernick para hacer explotar la dinamita que hará ganar el partido a Jim Harbaugh.
2. PRESIÓN AL MARISCAL DE CAMPO
La intimidante defensiva de los Baltimore Ravens ha perdido algunos niveles de espanto, sobre todo cuando de cazar cabezas se trata. Y si bien San Francisco terminó solo con una más, el duelo directo con la línea de los Ravens presenta ventaja no necesariamente para Aldon y Justin Smith, sino para los "otros" defensivos, principalmente NaVorro Bowman y Ray McDonald.
3. VELOCIDAD
Es el factor que, en mi entender, va a decidir el destino final del juego. San Francisco se alimenta de la explosividad de sus jugadores. Si tuviéramos que hacer una lista de cualidades de la defensiva de Baltimore llenaríamos varias páginas, pero es ese "otro" elemento poco explorado de los siete frontales de los Ravens que aprovecharán los 49ers, su lentitud.
4. EQUIPOS ESPECIALES
¿Qué?! Gritará alguno, con razón. Si David Akers puso una de las peores temporadas para un pateador en la historia, Jacoby Jones regresando hasta lo que es suyo y John Harbaugh pasó 7 años como coordinador de equipos especiales. Sí.
Pero será el "otro" elemento de equipos especiales el que pondrá contra la pared a Baltimore. David Lee fue el mejor pateador de despeje de la temporada y Baltimore, de los equipos que entraron a la postemporada, fue el que peor números tenía en series ofensivas arrancando adentro de su yarda 20.
5. PROFUNDIDAD
Estamos acostumbrados a que las súper estrellas se comporten como tales en los escenarios más grandes, que ejecuten de acuerdo a la categoría de sus talentos. Pero en un juego tan cerrado como el del domingo, son los que viven entre las sombras que crean las gigantes figuras de los monstruos mediáticos los que ganan campeonatos.
Son esos atrincherados hombres sin nombre que ejecutan en proporción inversa de fama, de esos San Francisco tiene más.
Los 49es ganaran gracias a los "otros".
Último pronóstico de la temporada.
Super Bowl XLVII San Francisco 28-24 Baltimore.
Tratando de promover el hábito de la lectura entre sus dos hijos, mis padres procuraban cualquier oportunidad para distraernos de la TV experimento capitalizado positivamente por mi hermano, no tanto por mí- y de entre la variedad de opciones que ponían a nuestro alcance, yo esperaba particularmente el arranque de cada mes para algo en especial: el popular Selecciones de Reader´s Digest.
Y no es que fuera un apasionado de los avances científicos y tecnológicos, limitados en aquella época a: "Olvídese de levantarse a cambiar de canal, por fin ha llegado el control remoto" sino que había dos secciones que atraían particularmente mi atención:
"La Risa, Remedio Infalible" con los chistes más simples, bobos, cotidianos, divertidos y asombrosos de la historia; y otra llamada "Héroes Entre Nosotros".
De jueves a domingo estaré narrando los X Games Aspen 2013 (antes conocidos como Winter X games) y hay muchas razones por las que me fascina hacer este tipo de eventos. Una de ellas es resetear mi capacidad de asombro. Pocas oportunidades hay para admirar a seres de condiciones supra-humanas como Shaun White, Bobby Brown, Levi LaValle, Jamie Anderson o Kaya Turski.
Los veo y por lo general me cuestiono ¿cómo es capaz el ser humano de llevar su cuerpo a límites tan complejos que ponen en riesgo su vida? ¿qué han hecho ellos que otros seres humanos como nosotros- hemos dejado de hacer?
Luego regreso a mi realidad y me doy cuenta de que, simplemente, ellos fueron concebidos en una nube distinta; en la designada para aquellos cuyo ADN fue dotado de condiciones físicas superiores, que su anatomía supera con holgura al humano promedio. Son aquellos que fueron diseñados por una mano especial y a nosotros, los comunes, nos fascina llamarles héroes.
Pero después conocía la historia de Owen Groessen.
Fue casual. Regresé al hotel, encendí la TV mi hermano ganó la carrera por leer más- puse SportsCenter y en ese momento anunció Scott van Pelt que la jugada número uno del Top Ten era dos tiros de tres puntos en un juego de basquetbol infantil.
¿Qué tenían de particular dos tiros de tres puntos? No fueron contra el reloj, no fueron decisivos para ganar el partido.
Esos dos tiros, acumulaban una historia inspiradora, heroica.
Owen Groessen es un niño que va en el octavo grado de la escuela y tiene Síndrome de Down, pero sobretodo ha tenido un sueño toda su vida: jugar basquetbol.
Su entrenador, Jeff Howell, le permitió entrenar con el equipo, pero hasta el miércoles no había jugado un solo minuto. Ese día disputarían su último partido en casa.
El martes por la tarde, Coach Howell diseñó una jugada en la que un jugador llevaría la bola por el centro, otros tres irían a un lado a la línea de base para dejar sólo a un último jugador. Nombró la jugada "Owen".
Groessen, de 13 años, entró a la duela por primera vez en la temporada y el entrenador gritó al movedor de pelota dos veces: "Owen, Owen, vamos con la jugada". Los otros tres jugadores siguieron el diseño, la pelota llegó a Owen.
Tomó la pelota con las dos manos, flexionó las rodillas y soltó el balón que dibujó una parábola tan alta como la emoción contenida entre los presentes.
La bola no tocó el aro, solo la red. Tres puntos.
La arena explotó, sus compañeros saltaron celebrando y él, con la dificultad motriz propia de su estado, daba pasos hacia atrás pensando en defender el ataque del rival.
Siguiente posesión, misma historia: otros tres puntos para Owen que terminó con 6 en 2 minutos.
Héroes entre nosotros de Selecciones de Reader´s Digest no relataba las historias de súper hombres que saltaban más alto, corrían más alto o lanzaban más fuerte que el resto de nosotros, los mortales. Contaban las hazañas de aquellos que encontraban la manera de convertir su condición ordinaria en extraordinaria.
Y la historia de Owen es tan extraordinaria como el mensaje que nos regala: aquí el único héroe no es él. Lo es también su entrenador y sus padres que incesantemente lo impulsaron a que persiguiera lo que más quería. Lo son sus compañeros que lo cobijaron y lo es su prima que volvió el hashtag #GetOwenOnSportsCenter trending topic mundial.
Para ser héroe no es necesario tener una capacidad física superlativa, sino una voluntad inquebrantable y el único músculo que es capaz de llevarnos más allá de nuestra fuerza es el corazón.
No es utópico pensar que algún día podremos conocer a nuestros héroes, a veces sólo es necesario voltear a ver a quien está a nuestro lado para encontrarlo.
David Bowie, que razón tenías, Maestro. Todos podemos ser héroes, aunque sea sólo por un día.
MÉXICO -- Los buenos equipos son los que son capaces de sobreponerse a cualquier adversidad que le presente la temporada. Aaron Rodgers ha perdido durante la temporada a todos sus receptores titulares y aún así se las ha arreglado para hacer de Randall Cobb y sobretodo James Jones armas tan respetables como Jordy Nelson o Donald Driver. 15 pases de anotación y solo una intercepción en los últimos 4 juegos que terminaron en victoria.
Detroit desperdició la oportunidad de reposicionarse en la división perdiendo por segunda vez contra Vikings. En sus próximos 4 juegos verá dos veces a Packers, una a Texans y una a Colts.
PHILADELPHIA EN WASHINGTON
Que nadie se haga el sorprendido si al final nos damos cuenta que el domingo vimos la última imagen de Michael Vick en el uniforme de Eagles. Su conmoción cerebral lo podrá tener fuera de la titularidad hasta 3 juegos en los que Nick Foles se juega su futuro. Con todos sus problemas, tienen a la quinta mejor línea ofensiva para el ataque terrestre, esperen el mejor juego de la temporada para LeSean McCoy.
Pocas muestras de desesperación y raquítico liderazgo como las de Mike Shanahan después de la derrota contra Carolina. Dio a entender que la campaña estaba perdida y que ahora cada quien se jugaba su trabajo en lo que quedaba. Un juego en el que tuvieron la posesión 9 minutos más que el rival, corrieron para 150 yardas y no entregaron el balón. Algo más de confianza para RGIII que las lesiones han mermado sus blancos favoritos.
CLEVELAND EN DALLAS
El típico juego trampa para Cowboys. La semana pasada tuvieron dos minutos y treinta segundos de inspiración que representaron 21 puntos. Eso, más la salida de Vick les confirmó una ultra desesperada victoria que después de 3 cuartos parecía lejana.
Browns dependen de enormemente de lo que pueda hacer su corredor novato, Trent Richardson. Dallas ha defendido bien la carrera, solo Marshawn Lynch los ha poseído (y a quién no, realmente).
Y la clave para Cowboys pasa también más por la tierra que por el aire. Tony Romo ha limitado a 0 su número de intercepciones en los últimos dos juegos, nada pone a su equipo en mejor posición de ganar juegos consecutivos por primera vez en un año.
NEW YORK JETS EN ST. LOUIS
Rams ya nos demostraron que pueden competir con una base muy joven, pero muy salvaje. Merecieron ganar el juego en San Francisco que al final tampoco perdieron.
En el rating total de quarterback que va de 0 a 100, Mark Sanchez tiene un promedio desde la semana 4 de 17,7. Basta, peor no se puede estar, es ¡¡¡Tebow Time!!!
ARIZONA EN ATLANTA
Yo comparto eso de que no existe ninguna "derrota positiva" en una liga que tiene 16 juegos de temporada regular, pero creo que hay muchas cosas que Falcons pueden rescatar después de perder el invicto en New Orleans. Una de ellas es rescatar su ataque terrestre. Michael Turner es la válvula que libera la presión que comienza a escalar en el termómetro de Matt Ryan.
Arizona está en camino a poner una campaña histórica como una de las peores líneas ofensivas. Kevin Kolb y John Skelton, sus dos QB´s, ya tuvieron conmociones y su ofensiva por tierra es la peor de la NFL. Ingredientes suficientes para que Falcons regrese a la victoria.
JACKSONVILLE EN TEXAS
InSímil del Chiefs en Steelers de la semana pasada. El típico juego en el que aplicamos el peligrosísimo cliché "no hay manera de que (equipo A) le vaya a ganar a (equipo B) tal". Pero no hay manera de que Jaguars le vaya a ganar a Texas. Ahí, lo dije.
TAMPA BAY EN CAROLINA
En este tipo de juegos cuenta poco el récord con el que lleguen, cuenta más la inercia y las actuaciones recientes. Bucs han creado una identidad que buscaron con Raheem Morris pero que en el camino se desviaron. Grez Schiano no solo los volvió un equipo agresivo, sino que los ha hecho ganar 4 de los últimos 5. En los últimos 4 juegos, Josh Freeman ha lanzado 10 pases de anotación y no lo han interceptado y el novato Doug Martin ha superado las 100 yardas totales.
Una pequeña nota para Cam Newton: un rating total de quarterback de 2.0 (insisto, en escala de 0 a 100) es el tipo de actuaciones que puede hacer que pierdas tu trabajo.
CINCINNATI EN KANSAS CITY
¿Qué cómo le hizo Kansas para llevar a Steelers a tiempo extra en Pittsburg? Fácil, les corrieron la bola como nadie se las había podido correr. Bengals permiten casi 120 yardas de ese tipo por juego.
El tema es que la defensiva de KC, sobre todo la secundaria, pueda parar a A.J. Green y tiene argumentos para hacerlo. La llave pasa por limitar las entregas, esas 22 que llevan en la campaña los tienen con una sola victoria.
NEW ORLEANS EN OAKLAND
Su repunte no tiene que ver con oooooooootra brillante actuación de Drew Brees ni el regreso al protagonismo de Jimmy Graham. En sus 3 victorias en los últimos 4 juegos han corrido 29, 25 y 26 veces para 148, 140 y 102 yardas respectivamente. Su defensiva pasó de ser de las 5 peores a las 5 mejores en zona roja.
Oakland sabrá hasta horas antes del juego si podrá tener a su mejor corredor y a su mejor receptor. Pero la bronca sigue estando con la generosa defensiva que presenta regularmente en 4 de sus 6 derrotas ha permitido 35, 37, 42 y hasta 55 puntos de una ofensiva de Baltimore que venía en un evidente declive.
INDIANAPOLIS EN NEW ENGLAND
Una de las mejores rivalidades de la última década que por segunda vez prescindirá de Peyton Manning. Hace un año, con esos patéticos Colts que llegaban a la semana 12 sin victoria, Dan Orlovsy pasó para 353 yardas y 2 pases de anotación, corrieron para 100 yardas y tuvieron el balón 11 minutos más que los pats. Apenas perdieron por 7 puntos.
La última vez que Bill Bielichick perdió como local contra un mariscal de campo novato, fue en 1995. Claro, nunca había enfrentado a un novato como Andrew Luck y pocas veces tuvo una defensiva secundaria tan porosa como la de este 2012.
SAN DIEGO EN DENVER
Cuasi juego de playoff. Si Denver gana se pone a 3 juegos de distancia sobre San Diego con 6 por jugar incluidos duelos seguidos contra la AFC Norte (Baltimore y Cincinnati en casa y visita a Pittsburg)
En su primer duelo nos regalaron historia. El mayor regreso en la historia de la liga que terminó, además, con ventaja de doble dígito para Broncos. Y nos encanta deslumbrarnos con la temporada tipo MVP de Peyton Manning, pero yo sigo fascinado con Von Miller. En 10 juegos tiene 10 capturas, 11 golpes y 30 presiones directas a mariscales de campo. Nadie en la NFL tiene esos números.
San Diego depende de la bipolaridad de Phillip Rivers: en las victorias de Chargers ha lanzado un combinado de 3 intercepciones, en las derrotas 9.
BALTIMORE EN PITTSBURGH
No tengan duda, es la mejor rivalidad de la última época, principalmente desde que Jim Harbaugh y Joe Flacco llegaron a Ravens. En las últimas 5 temporadas cada equipo ha conseguido 51 victorias en temporada regular (empatados en segundo lugar) y 5 victorias en playoff (nadie como ellos).
La lesión de Big Ben no pudo llegar en peor momento, seguramente se perderá los dos juegos contra Ravens que, por lo general, definen no solo al ganador del norte de la AFC, sino en buena medida el destino de la postemporada en la Conferencia.
¿Hay vida sin Ben? Desde el 2004 Pittsburgh ha perdido 5 juegos sin él. 4 fueron contra Baltimore. Pero como bien decía Coldplay en la última canción de su primer (y mejor) disco: no todo está perdido. Esas 4 derrotas fueron por 3, 3, 6 y 3 puntos.
CHICAGO EN SAN FRANCISCO
Roger Goodell va a tener que tomar muchas notas. Este era uno de los juegos estelares de la temporada, posiblemente el que definiría la escena de playoff en la Conferencia Nacional. Pero por las conmociones cerebrales que sufrieron la semana pasada Jay Cutler y Alex Smith, el juego puede tener implicaciones más negativas que positivas.
Cutles está oficialmente fuera. Chicago previó que podría perderlo en algún punto de la temporada y por eso firmaron a Jason Campbell que será titular, pero no previeron que esa ausencia podría por un tema que necesita algo más que rehabilitación para sanar. Smith ha entrenado en los últimos días y seguramente será titular. Pero el juego no debe demeritar en interés. Matt Forte versus Frank Gore. Las defensivas 3 y 4 de la NFL. Fútbol Americano del la vieja escuela. Justo lo que el médico nos recetó para un buen lunes por la noche.
MÉXICO -- Los 32 equipos han completado ya la mitad de su temporada regular. Si la historia de la última década se mantiene, entonces Dallas, New Orleans, Philadelphia no tienen opción de llegar a la post-temporada y, en cambio, San Diego, Miami y hasta Minnesota tienen vida y mucha.
Desde el 2002, solo el 8% de los equipos que después de media temporada estaban por debajo del octavo lugar en su conferencia llegaron a playoff.
Así que a partir de ahora separamos a los que pueden de los que solamente quieren y para eso, hay algunos juegos que merecen nuestra absoluta atención para este domingo (y obviamente el lunes).
ATLANTA EN NEW ORLEANS
Es imposible inferir que el invicto de Falcons corra peligro contra Saints por el casi casi indefendible ataque aéreo de Brees. Pero indefendible sigue siendo, precisamente, su defensiva. Philadelphia mantuvo el promedio y les puso más de 450 yardas pero se fue 0-5 en zona roja; paupérrimo y vergonzoso dato que no corresponde a lo que Matt Ryan ha hecho esta temporada.
Añadan que Atlanta tiene problemas para parar la carrera, permite en promedio casi 130 yardas, pero su defensiva por aire si bien no es lujosa, es efectiva.
DENVER EN CAROLINA
Cam Newton tiene dos responsabilidades principales: la obvia de no cometer errores infantiles para darle a su equipo la posibilidad de ganar y --tal vez la más importante-- abrir bien los ojos y valorar las clases gratuititas que verá de primera mano con Peyton Manning. Y sí, parece una victoria bastante fácil para Broncos, pero la defensiva por aire de Panthers es top ten de la liga y permite en promedio menos de 200 yardas en los últimos 4 juegos.
BUFFALO EN NEW ENGLAND
Últimos 3 marcadores entre estos dos: 52-28 (Bills), 34-31 (Pats), 49-21 (Pats). Suerte a su equipo de Fantasy.
NEW TORK GIANTS EN CINCINNATI
¿Quién se robó la poderosa ofensiva por pase de Giants? En 3 de los últimos 4 no ha podido superar 200 yardas e Eli apenas tiene 2 pases de anotación en ¡¡¡¡los últimos 16 cuartos!!!!
Bengals han perdido los últimos 4 y si quieren llegar a playoff es imperativa la victoria porque el final de la temporada regular le incluyen las linduras de San Diego, Dallas, Philadelphia, Pittsburgh y Baltimore.
OAKLAND EN BALTIMORE
A nadie le debe sorprender que Raiders se ponga en los juegos y compita, pero es casi imposible identificarlos con un estilo y una filosofía, sobretodo cuando no tendrán a su mejor jugador, RunDMC vuelve a estar lesionado y dependerá de que Carson Palmer le baje a sus influjos de superhéroe y evite tirar intercepciones.
La percepción es que Ravens, como globo de noche en fiesta infantil, está absolutamente desinflado. Alguien que le recuerde a Joe Flacco que es su último año en el contrato vigente y que principalmente, tiene demasiado talento como para jugar con la pasmosa pasividad con la que lo ha hecho en las últimas semanas.
DETROIT EN MINNESOTA
Lo más preocupante de la reciente debacle de Vikings: últimas 4 semanas record de 1-3. Record del resto de la división 10-1.
Otra joya: yardas totales de Adrian Peterson contra Seattle: 193, resto del equipo: 94. Detroit viene en evidente ascenso a pesar de la única recepción de anotación para Megatron, 3 victorias en los últimos 4 juegos pero lo peor de su calendario viene en noviembre.
SAN DIEGO EN TAMPA BAY
Josh Freeman ha lanzado 11 pases de TD y una sola INT en los últimos 4 juegos. Pero la estrella de la bahía del este se llama Doug Martin con sus últimos dos juegos de 135 y 251 yardas por tierra. A San Diego se le puede correr, pregúntenle a Trent Richardson.
Pero el duelo será si la punzante defensiva de Bucs será capaz de presionar, cargar y detener a Phillip Rivers.
TENNESSEE EN MIAMI
Alguien apretó a Chris Johnson. En sus últimos 4 juegos promedia 131 yardas por juego y más de 7 por acarreo. Pero alguien tendrá que apretar ahora a los QB´s independientemente si regresa Jacke Locker (lo más probable) o si se mantiene el veterano Matt Hasselbeck.
Estoy convencido de los Dolphins, no importa cómo terminen la temporada este equipo se está construyendo una identidad, algo de lo que había carecido en los últimos 10 años. Joe Philbin debe apreciar un poquito más lo que hasta ahora ha hecho Reggie Bush por él. Además del mejor acarreo de la temprada.
NEW YORK JETS EN SEATTLE
Si tomamos en cuenta el final de la temporada pasada, Jets tienen marca de 3 victorias y 8 derrotas. Sólo Jacksonville y Cleveland tienen peor registro en esa racha. Pero ¿es suficiente argumento para quitar de la titularidad a Mark Sánchez? Tal vez no, porque la ayuda alrededor no es particularmente talentosa. Ahora, que su raquítico 52.4% de pases completos no le hace ningún favor.
Seahawks tienen identidad, sobretodo cuando juegan en casa. 4 victorias en 4 juegos incluidas víctimas del calibre de Dallas (sí, ya sé) Green Bay y New England. En esos juegos, Russell Willson 9 TD y 0 INT.
DALLAS EN PHILADELPHIA
Como bien lo dijo Javier Trejo Garay en NFL Semanal "El Tazón de los Desesperados". Es tan raro ver a estos dos equipos jugando por el trabajo de sus entrenadores y de varios de sus jugadores- apenas en su noveno juego de la campaña, pero es matar o morir para los dos. El perdedor de pone 3-6 y terminará con una era.
ST. LOUIS EN SAN FRANCISCO
Si los Rams querían convencernos de que podían tener un impacto inmediato con la llegada de Jeff Fisher, lograron engañarnos en las primeras 5 semanas de la temporada, pero en sus últimos 3 juegos han permitido 92 puntos y su ofensiva solo ha producido 41. Ah! Y visitan a San Francisco que en casa solo ha permitido 9 en los últimos 10 cuartos en su casa. 49ers puede comenzar a separarse en su división y sus siguientes dos juegos son bravos, recibe a Chicago y visita New Orleans.
TEXANS EN CHICAGO
El mejor juego de lo que llevamos de temporada. La verdadera prueba para los dos equipos. Los dos mejores jugadores defensivos de la temporada, dos de los mejores corredores en la liga, los dos equipos con 7 victorias y 1 derrota, los dos perdieron contra Green Bay.
Entonces ¿qué los separa? La protección al mariscal de campo. Los Osos son los peores de la liga y Texans son el tercer mejor. Misma circunstacia, la línea ofensiva, la que podría definir quién entre Forte o Foster tendrá mejor noche.
KANSAS CITY EN PITTSBURGH
Go Steelers, es todo.
MÉXICO -- Casi media temporada después estamos casi insisto- casi listo para distinguir de aquellos que son reales contendientes a tener una temporada memorable, los que sonreirán porque no les fue "tan mal", los del año mediocre y los de que el 2012 será su tumba.
Esta semana pondrá a muchos equipos en su auténtico nivel, entre los más destacados:
Vikings: Si había un juego que TENÍAN que ganar era el del jueves por la noche en casa contra Tampa. Durante sus primeros 7 juegos nos habían mandado todo tipo de señales, la mayor parte positivas. Pero sabíamos que después de su semana de descanso, coincidente con el día de acción de gracias, su calendario se volvería mortal jugando en semanas consecutivas contra Bears, Packers y de nuevo a Chicago. Si querían darse alguna buena opción de llegar a playoff era ganando ese duelo en el que, por el contrario, fueron peligrosamente exhibidos.
Chargers: Dije desde antes de arrancar la temporada que no tenía la más mínima idea de qué esperar de ellos y, que por lo tanto, me iba a abstener de pronosticar con precisión algún desenlace para su temporada. Hoy estoy más seguro de ello.
Peeeeeeeeeeeeeeeeeero, este es el típico juego trampa en casa de uno de los peores de la liga pero que en sus últimas tres derrotas ha estado dentro de los rangos para hacerlos parejos. Una catástrofe similar como la de hace dos lunes por la noche y el hashtag #FireNorv será realidad.
Jets: Antes de que empiecen a despotricar contra todo lo que tiene que ver con Rex Ryan, Mark Sánchez (duró muy poco el gusto de echarle la culpa a Eva Longoria) piensen en los últimos 2 juegos que tuvieron. Pasaron por encima de los Colts, sin problemas, y se quedaron a dos malas decisiones de ganar a los Pats en New England. Cualquiera que haya sido el ajuste que Ryan hizo en ofensiva y defensiva ha mostrado signos positivos, pero si se quedan sólo en eso, en signos, Miami los expondrá y descalificará cualquier halago recibido.
Falcons: Este tiene truco, es el primer juego contra un equipo decentemente talentoso y que con todas las vicisitudes que ha padecido en la primera parte de la temporada, está vivísimo en su división. Atlanta sufrió contra equipos que un todopoderoso no debería de sufrir, Carolina, Oakland y en menor medida Washington (si RGIII no hubiera salido conmocionado Redskins hubieran ganado).
Eagles: Si pierden Andy Reid puede ir buscando otro trabajo.
Steelers: Que este equipo haya perdido partidos en Denver, Oakland y Tennessee no me asusta. Pero si llegara a perder contra Redskins en Heinz Field ya es una alerta que pasará del amarillo mostaza que usarán en su uniforme retro a un naranja cada día más rojo.
Cowboys: Su mejor juego lo dieron en el inaugural contra Giants quienes los visitarán por cuarta vez en la historia del majestuoso Jones-Mahal. Las otras 3 veces que jugaron ahí (incluido el juego estreno) ganaron con contundencia.
Dallas al igual que Jets- ha dado síntomas de mejoría, pero la lesión de Sean Lee debilitará una de las fortalezas que habían podido construir para esta temporada, la defensiva contra el pase, curiosamente la mejor virtud de los vigentes campeones. Entiendo que la presión de ganar "sí-o-sí" es para Cowboys, por su actual record y por el peligroso calendario que viene en las próximas semanas que incluye visitas consecutivas a Atlanta y Philadelphia.
1. Miami en Cincinnati
Miami puede jugar mejor de lo que imaginábamos al arrancar la temporada, su defensiva se ha podido dejarlo en posición de ganar dos juegos que terminó perdiendo en tiempo extra contra Jets y Cardinals. Ryan Tanehill tiene un cañón pero todavía no lo sabe dominar.
Cincinnati tiene 3 victorias seguidas en buena medida por la explosión de segundo año que ha tenido la pareja de Andy Dalton y A.J. Green. Igual no tuvo demasiado rival en Jacksonville y Cleveland. Si su defensiva no mejora en situaciones de pase de largo, Dolphins pueden ponerles puntos que comprometan el juego.
2. Green Bay en Indianápolis
Colts vienen de descanso pero también de conocer la noticia de que su Head Coach, Check Pagano, padece leucemia y aunque los primeros signos son alentadores, la estructura que comenzaba a construir puede sufrir peligrosos quiebres, sobre todo en el progreso de Andrew Luck.
Packers se han olvidado ya de los oficiales que tanto les atormentaron en Seattle y contra Saints. Su defensiva secundaria ha comenzado a sufrir nuevamente, le permitieron a Drew Brees llevar una serie ofensiva que casi les gana el juego. Su ofensiva sigue produciendo como pan caliente, pero es imperativo el apoyo sostenido de Cedric Benson.
3. Baltimore en Kansas City
Kansas no puede permitirse el lujo de entregar 6 veces el balón y que 3 de ellas sean en su propia yarda 20. Matt Cassel sigue más preocupado por sus relaciones internas con coaches y compañeros que por ejecutar el plan de juego. Están desperdiciando el gran momento de Jamaal Charles y de hecho, no han podido liderar en ningún momento de sus 4 juegos. Su única victoria fue en tiempo extra.
Baltimore tuvo una mini semana de descanso que vino de lujo a los recorridos cuerpos, sobre todo de su defensiva. Una unidad que no ha sido tan comprometida y que si domina la línea frontal a la ofensiva de Chiefs, ganarán el juego. Prevean una tremenda actuación estadística de Ray Rice.
4. Atlanta en Washington.
Si les gusta meterle emoción en metal a los juegos, vayan por las altas. Matt Ryan parece más determinado en probar que esta es su temporada prototipo y ha liderado con eficiencia absoluta (tiene el mejor rating de QB en la liga) a una de las ofensivas más equipadas de la NFL. Esperen que lance mucho más todavía de lo que lo ha hecho hasta ahora, la defensiva de Washington es la 28 total y 31 por aire.
Robert Griffn III tiene las condiciones necesarias para ejecutar el tipo de estrategia que disfrutan los Shanahan y de no ser por Billy Cundiff, la victoria contra Tampa Bay tuvo que ser más holgada. Se verán contra una defensiva que disfruta de confundir al mariscal de campo y la única manera de contrarrestar esa estrategia es corriendo la pelota. El novato Alfred Morris tiene la llave de este juego.
5. Cleveland en Giants
¿Cómo se va a dar la oportunidad Cleveland de ganar un juego? Brandon Weeden da dos pasos adelante y uno para atrás en su progreso en la NFL, Trent Richardson no ha recibido las oportunidades suficientes de explotar su potencial, por ahí pasa la clave en Medowlands.
Giants ha tenido que ganar con distintos modos, a veces lanzando, a veces corriendo, a veces con la defensiva y hasta con suerte. Esperen que Eli Manning arriesge y rete a una muy débil secundaria de Cleveland, pero para eso, Ahmad Bradshaw y Andre Brown tienen que castigar a los frontales rivales.
6. Philadelphia en Pittsburgh
Pocas veces un descanso fue tan oportuno para un equipo como para Steelers que recuperan a Troy Polamalu, James Harrison y Rashard Mendenhall. Al día de hoy tienen las peores estadísticas en intento de carreras, yardas por acarreo y yardas terrestres por juego. Ryan Mundi por fin irá a la banca y por primera vez en la campaña tendrán a sus profundos titulares.
Eagles entendieron la fórmula perfectamente bien contra Giants, no entregar el balón con la pasmosa facilidad con la que lo hicieron en las semanas previas. Ah!!! Y pongan a correr por lo menos 25 veces a Lesean McCoy.
7. Seattle en Carolina
Si alguno de los dos quiere ser tomado en serio, este es el juego para probarlo y mucho dependerá de sus chavales mariscales de campo. Cam Newton debe hacer menos dramitas en las conferencias de prensa y ejecutar mejor para no poner actuaciones vergonzosas como contra Giants y para no entregar una victoria amarrada, como cuando fumbleó contra Falcons en Atlanta.
Para Rusel Wilson el tema pasa por no arriesgar el balón, en las victorias de su equipo no había cometido errores ni tirado intercepciones, el domingo pasado tiró 3 y perdieron. Marshawn Lynch es el mejor corredor al día de hoy en la NFL y es quien tiene la responsabilidad de cargar a la ofensiva.
8. Chicago en Jacksonville
Este juego puede llegar a ser un abuso aéreo entre Jay Cutler y Brandon Marshall, la secundaria de Jaguars no recibe apoyo de su línea que apenas ha provocado 2 capturas en 4 juegos.
Maurice Jones-Drew no puede tener un día de "descanso" como el domingo pasado. El tema es que los frontales de Chicago han presentado una forma de muralla impenetrable.
9. Tennessee en Minnesota
Vikings ya tienen la misma cantidad de victorias que la temporada pasada y si no hubiera sido porque permitieron un regreso "ala" Peyton Manning a Andrew Luck, estarían invictos. Hay dos claves para su éxito, hasta ahora: anotar temprano y manejar el reloj de juego. Para ello están contando con la mejor versión de Adrian Peterson en un par de años y en el único QB titular de la NFL que no ha lanzado intercepciones.
Titans deben confiar de nuevo en el súper veterano Matt Hasselbeck ante ooooootra lesión de hombro para Jake Locker, Chris Johnson ya explotó la semana pasada con 141 yardas. Una actuación similar puede poner el juego más interesante de lo pensado.
10. Denver en New England
Edición XIII de la mejor rivalidad de mariscales de campo en la historia. El récord sigue favoreciendo a Tom Brady, pero últimamente ha sido Peyton Manning quien ha tomado las victorias ganando 4 de los últimos 6. Eso sí, cuando juega en New England tiene un número extraño, 18 pases de anotación y 22 intercepciones.
Aunque usted no lo crea, Patriots es el tercer equipo que más acarrea el balón hasta ahora, aprovecharon que Bills puso secundaria poblada en el 85 por ciento de las jugadas y corrieron para 247 yardas!!!! La defensiva de Broncos jamás les permitirá algo así, y la presión directa a los mariscales de campo definirá la historia.
11. Buffalo en San Francisco
Bills no repetirá el fallido esquema defensivo que trataron de ejecutar contra Pats, pero ojo no nos olvidemos que si no hubieran perdido el balón adentro de la 10 de New England, por un momento hubieran podido estar al frente 28-7 y la historia pudo haber sido totalmente distinta.
San Francisco es un equipo que no suele desaprovechar ese tipo de errores, ya entendió que los juegos no los puede ganar confiando en el comando aéreo de Alex Smith, es correr, defender y ejecutar en zona roja.
12. San Diego en New Orleáns
Historia pura, es lo que hay que ver. Drew Brees está a un pase de anotación de ser el mariscal de campo con más juegos consecutivos con al menos un pase de touchdown qué mejor que hacerlo contra el equipo que le dio la espalda después de una seria lesión de hombro.
Ah! Y los Saints están 0-4. ¿Se imaginan lo que sería arrancar 0-5 para la franquicia que recibirá el Superbowl?
13. Houston en NY Jets
En este juego sólo me interesa ver una cosa con los Jets, a Tim Tebow tomando el control de la ofensiva de su equipo una vez que el mejor conjunto de la NFL los domine de principio a fin.
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