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JMV de la Liga Americana: ¿El Juez o Altuve?

Además de sus 50 jonrones, Aaron Judge es segundo en la LA en impulsadas (108), en slugging (.620), en promedio de embasamiento (.418), en OPS (1.038) y en WAR (7.3). Photo by Elsa/Getty Images

La extraordinaria campaña de Aaron Judge, el jardinero derecho de los Yankees de Nueva York, debería darle de golpe no sólo el premio de Novato del Año de la Liga Americana, sino también el de Jugador Más Valioso.

¿Cómo podrían los votantes de la Asociación de Escritores de Béisbol de América ignorar a alguien que encabeza el joven circuito en jonrones (50), carreras anotadas (124) y bases por bolas (120)?

Que además, es segundo en la liga en impulsadas (108), en slugging (.620), en promedio de embasamiento (.418), en OPS (1.038) y en WAR (7.3), para complacer también a los amantes de las estadísticas sabermétricas.

Y sí, va también de primero en ponches, con 203, departamento que en el 2014 encabezó Mike Trout cuando ganó el primero de sus dos JMV.

El Juez ha tenido posiblemente el debut más impresionante de cualquier pelotero en la historia y merece convertirse en el tercer jugador en archivar ambos galardones de MVP y Novato del Año, algo que anteriormente consiguieron Fred Lynn, de los Medias Rojas de Boston en 1975, y el japonés Ichiro Suzuki, con los Marineros de Seattle, en el 2001.

"Batear 50 jonrones y cargar con el equipo hasta los playoffs... honestamente todos sabemos que estamos en la postemporada gracias a él. Eso lo hace el Más Valioso", opinó el veterano lanzador CC Sabathia de su compañero.

En los últimos 40 años, sólo tres jugadores de los Yankees han ganado el premio de JMV: Thurman Munson en 1976, Don Mattingly en 1985 y Alex Rodríguez, quien lo consiguió dos veces, en el 2005 y 2007.

El joven de 25 años ha sido la pieza fundamental en el renacer de una franquicia en pleno proceso de reconstrucción y que pocos esperaban ver en los playoffs tan pronto como esta campaña.

Obviamente, no será cosa de coser y cantar. Judge tiene rivales y muy serios, con méritos de sobra también para ser tomados en cuenta.

Uno de ellos es el pequeño venezolano José Altuve, de los Astros de Houston, con un pie y una pulgada menos de estatura que el gigante de Nueva York, pero que crece hasta el infinito cuando entra a la caja de bateo.

Altuve necesita un solo hit para completar su cuarta temporada consecutiva con 200 o más imparables y lidera las Grandes Ligas en promedio, con 348.

El venezolano tiene en el bolsillo su tercera corona de bateo y segunda consecutiva en su carrera.

Además, encabeza la liga en WAR (victorias sobre reemplazo) con 8.2 y va segundo en anotadas (107) y en bases robadas (32) y tercero en OBP (.414) y OPS (slugging más OBP), con .968.

A pesar de su diminuto tamaño, ha despachado 24 bambinazos, igualando su tope del 2016 y ha remolcado 81 carreras.

Ha sido el alma de los Astros, echándose sobre sus hombros el peso del equipo, sobre todo durante la ausencia por lesión de Carlos Correa.

Otro de baja estatura, pero inmenso con el madero ha sido José Ramírez, antesalista y segunda base de los Indios de Cleveland, hombre imprescindible en aquella racha histórica de 22 victorias seguidas, nueva marca para la Liga Americana.

La Maquinita de batear de Cleveland es líder absoluto en las Mayores en total de bases recorridas, con 329, gracias a sus 86 extrabases (51 dobles, primero en ambos circuitos, seis triples, 29 cuadrangulares y 93 sencillos).

Ramírez es tercero en slugging (.583), cuarto en average (.317), anotadas (101), WAR (6.5) y OPS (.953).

No descarten a Mike Trout, ganador del premio en el 2016 y quien ejerce una fascinación a veces inexplicable sobre muchos miembros de la BBWAA.

Los números del jardinero de Angelinos de Los Angeles no se comparan con los de Judge, Altuve o Ramírez, en cuanto a aporte al equipo se refieren.

Pero en los engañosos promedios, va delante en slugging (.623), OBP (.444) y OPS (1.068).

Lo siento, señor Trout, pero una cosa son los promedios y otra las cifras concretas.

José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago, tiene más hits (182 por 119), más dobles (41 por 25), anotadas (182 por 119), impulsadas (100 por 67), triples (seis por tres) y jonrones (31 por 30) que Trout y nadie lo menciona entre los candidatos, así que este año no debería figurar entre los favoritos.

¿Y Corey Kluber y Chris Sale? Bien, gracias. Para ellos queda la disputa por el Cy Young.

Por muy buenas temporadas que hayan tenido ambos, nunca he sido partidario de darle el JMV a un pitcher, que trabaja unos 33 juegos en el año, equivalentes al 20 por ciento de todo el calendario.