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Puerto Rico entre la euforia y la ansiedad a horas de la gran final

MAYAGUEZ, Puerto Rico - Las preguntas del día en Mayagüez, en San Germán, en Santa Isabel, en Guayama, en Caguas y en San Juan eran las mismas: ¿Dónde vas a ver 'El Juego'? y ¿Crees que ganemos?

A pocas horas del partido final del Clásico Mundial de Béisbol, Puerto Rico vivía entre la ansiedad por la espera y la euforia del partido de béisbol más importante en la historia deportiva del país, un evento que ha levantado pasiones entre los seguidores y no seguidores de este deporte.

No es para menos: el entusiasmo que ha generado el '#TeamRubios' es tan contagioso, que en algunas farmacias cuesta trabajo conseguir tintes para teñirse el cabello de rubio; que llevar puesta una camiseta o una gorra del equipo te hace ganar amigos de inmediato y que las redes se han inundado con mensajes de apoyo de los puertorriqueños hacia el equipo, en respuesta a cada mensaje que los peloteros colocan a diario en sus cuentas.

Cada jugada extraodinaria de Yadier Molina, cada batazo de Carlos Correa, cada doble jugada de Francisco Lindor y Javier Baez Báez, cada disparo de los jardines de Eddie Rosario aparece al segundo en cuentas de Twitter, Facebook e Instagram y los comentarios de los usuarios no se hacen esperar. ¿Quieres hacer amigos inmediatos durante estos días en Puerto Rico? Solo ponte una gorra y una camiseta del equipo de Puerto Rico y camina por cualquier lugar de la Isla. En menos de cinco minutos, alguien te hablará del equipo o de "los muchachos de Yadier" como los describió una radióloga en Cabo Rojo.

La constante comunicación vía redes entre el equipo y sus fans ha acrecentado esa euforia colectiva solo comparable, tal vez superándolas, al día en que Mónica Puig ganó la medalla de oro en agosto de 2016 y a la noche de la victoria de Félix Trinidad sobre Oscar de la Hoya en septiembre de 1999.

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Un saludo a mi pueblo guayama y la barriada marin de parte del equipo de puerto rico los quiero #activateboricuayovoyati

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"No hay manera de describir esto", dijo en Salinas, Jossie Alvarado, estadístico, autor de libros de béisbol y vecino de la familia Alomar. "Esas señales que le ha enviado el pueblo y lo que los peloteros están haciendo, levantando ese entusiasmo a través de las redes, eso no tiene descripción. Trato de compararlo con algo, pero no hay comparación. Lo de Mónica (la medalla de oro de Puig en Río 2016) fue grande, grandísimo, pero fue ella y su raqueta. Los triunfos de los campeones de boxeo, son grandes, pero es el boxeador. Este es un equipo, en tres semanas, muchos jugadores de distintas partes de Puerto Rico que han elevado a un pueblo".

Tras llegar a la final en 2013, Puerto Rico llega invicto en siete salidas a la final contra Estados Unidos (ESPN Deportes, 9:00 ET). Cada victoria ha sido motivo de celebración monumental tanto en el terreno como en cada hogar o en cada plaza pública del país donde se transmite el partido. El béisbol ha sido tema de consenso y de alivio entre los puertorriqueños, en un momento en que sufre una de las peores crisis económicas de su historia. El martes, por ejemplo, los estudiantes decretaron en asamblea un paro de casi dos semanas en protesta por un recorte de $300 millones a la universidad pública del país propuesto por la junta de control fiscal creada por el Congreso de Estados Unidos para cobrar una deuda pública que asciende a $73 mil millones.

"El país sigue caminando, los problemas están ahí, pero al menos, esto del béisbol nos alivia un poco", dijo Laiana Lugo, estudiante del Recinto Universitario de Mayaguez. "Los estudiantes estamos en resistencia contra la Junta y contra las malas administraciones. Pero el Team Rubio nos inspira, nos enseña que cuando nos unimos, los puertorriqueños podemos lograr grandes cosas".

Laiana es rubia natural, por lo que se ahorró un poco de dinero en tintes de cabello. Pero Eduardo Díaz se tomó la molestia y en medio día regresó de amarillo.

"No soy seguidor del béisbol ni nada de eso", confesó el joven estudiante. "Simplemente, un amigo mío se lo quería pintar y no se atrevía, así que le dije, 'vamos, yo lo hago contigo'. Y creo que hubo magia, porque desde que me lo pinté, no me pierdo un juego... Es bueno y es malo porque un día como hoy estaría tranquilo, pero ando con los nervios encendidos".

Tan pronto los jugadores comenzaron a teñirse el pelo de rubio, fans de todas las edades hicieron lo propio, provocando controversias en algunos casos. En una escuela de Corozal, pueblo en el interior montañoso central de la Isla, suspendieron a varios estudiantes por teñirse el pelo, tras lo cual la Secretaria de Educación intervino para levantar la sanción.

En Santa Isabel, la cuna de Carlos Correa, un inusual aguacero no impedía los preparativos en la plaza de este pueblo del sur de la Isla, donde esperaban a varios cientos de personas.

"Para acá nunca llueve mucho y muchos menos en esta época", dijo Papolín Colón. "Pero aquí en Santa Isabel la ansiedad es brutal. No queda una sola camiseta, no queda una gorra y en todos los establecimientos del pueblo van a dar el juego".

El gobierno anunció que un avión fletado traerá a algunos de los jugadores para una celebración el jueves en la mañana. Al margen del resultado del miércoles, don David Pérez, retirado oriundo de San Germán, tenía una mejor idea, anticipando que no todos los jugadores reciban permiso de sus organizaciones para viajar a San Juan.

"Este equipo nos ha unido como país", comentó. "Me dice mi hija que los mensajes de ellos son muy bonitos, muy positivos. Si es verdad que vienen mañana, deberían venir todos o que no venga ninguno. Si yo fuera Edwin (Rodríguez)... deberían unirse cuando termine la temporada (de Grandes Ligas), y hacer una gira por toda la Isla. Que vayan a los pueblos, no solo a San Juan, a los pueblos de los que es cada uno y a otros pueblos. Para que la gente de todo el país los pueda ver y agradecerles en persona todas las alegrías que nos han dado en estas tres semanas".