Rusia quiere repetir, Brasil la revancha

Hace dos meses Rusia derrotó a Brasil en la final de la Liga Mundial de voleibol y ahora se repite la cita buscando la medalla dorada en el Mundial; ambos van por su primer consagración en esta competencia

BUENOS AIRES -- La selección brasileña de voleibol tendrá el domingo, una cita con la historia en pos de la medalla de oro en un campeonato del Mundo, algo que aún falta en su ya exquisita vitrina, y para lo que desplegará su mágica velocidad ante un equipo ruso cuyo juego se basa en la potencia.

El mítico estadio del Luna Park rejuvenecerá para revivir la misma final que albergó hace veinte años. Entonces, Bebeto de Freitas dirigía a los suramericanos y Bernardo Rezende "Bernardinho", hoy máximo responsable técnico, era un candidato a ocupar la titularidad como armador.

Aquella era también la potente Unión Soviética que ejercía un abrumador dominio en el voleibol mundial. Ahora, ha emergido una nueva Rusia, que trata de aumentar el legado de un historial envidiable.

Hace veinte años, los internacionales de la extinta Unión Soviética ganaron el título acreditando, una vez más, su superioridad. El domingo, Brasil afronta la revancha con una mayor confianza y fe en sus posibilidades de victoria.

"Tenemos motivación suficiente para ganar. No pretendemos convertir el partido en una revancha del 82 o de la pasada Liga Mundial. Hemos demostrado que mantenemos una lucha incansable en busca del título mundial", declaró Bernardinho.

El bloqueo y el saque de los rusos son las principales preocupaciones de los internacionales brasileños. "Creo que Rusia es el equipo que posee el mayor potencial físico e individual del mundo", resaltó Bernardinho.

A fin de contrarrestar esa teórica superioridad, Bernardinho descubrió sus virtudes: un juego veloz y mucha paciencia en los momentos finales de cada set.

El optimismo tras las victorias ante Italia (cuartos de final, 3-2) y Yugoslavia (semifinales, 3-1) se ha visto incrementado ostensiblemente entre los internacionales brasileños que anhelaban toparse en la final con Rusia, el único de los 'grandes' que aún se mantenía en competición.

"Vamos a ganar porque somos un grupo unido. Atravesamos un gran momento y estamos preparados", anunció Gilberto Godoy "Giba", uno de los jugadores más carismáticos del bloqueo suramericano.

Desde la creación de la nueva Rusia, los enfrentamientos mundialistas entre ambos se reducen a un único partido. Fue en el Mundial de Atenas'94, en la lucha por los puestos quinto al octavo. Brasil aplastó a su adversario por 3-0.

Hasta ahora, Rusia no ha conseguido sumar ninguna nueva medalla mundialista a la impresionante herencia que recibió. Brasil, por su parte, ya conoce el sabor de un oro olímpico (Barcelona'92), pero suspira por ocupar el primer lugar del podio en un Mundial. Sería, además, el primer título universal para el Continente Suramericano.

La gran fiesta de la final tendrá un prolegómeno espectacular: Argentina se enfrenta a Italia en busca de una honrosa quinta plaza.

Será el partido de las despedidas. Hugo Conte, Javier Weber y Jorge Elgueta defenderán por última vez la camiseta albiceleste; mientras que la ya anunciada marcha de Andrea Saroretti y Fefe de Giorgi dejará un poco más huérfana a una selección italiana que cederá, poco después, su corona. Una corona que lució durante doce años ininterrumpidamente.

- EFE

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