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París Saint-Germain y Barcelona son dos viejos conocidos

PARÍS -- El Barcelona regresa a París dos años después de que en su última visita, en la ida de los cuartos de final de la temporada 2014-15, asaltara el Parque de los Príncipes (1-3) con un doblete de Suárez y otro gol de Neymar para sentenciar por la vía rápida su clasificación.

El presente se dibuja diferente en un PSG que ha trasladado de Ibrahimovic a Cavani el papel protagonista y de Laurent Blanc a Unai Emery la dirección de un equipo convencido de estar en disposición de, por fin, dar ese paso adelante en Europa y romper la hegemonía mostrada por el Barça, que le eliminó en sus dos últimos cruces de la Champions.

Con Draxler como gran novedad y pieza que se entiende fundamental en el crecimiento del conjunto galo, el equipo de Luis Enrique sabe a qué se enfrenta en este duelo monumental y en el que el entrenador asturiano ya hace días quiso borrar cualquier clase de favoritismo, por más que exista la sensación de que el Barcelona acude mejor posicionado que el PSG para alcanzar la siguiente ronda.

Los números del campeón francés, sin embargo, muestran sin disimulo la dificultad extrema de la eliminatoria. Vencedor en 11 de sus últimos 12 partidos oficiales en que se mantiene invicto, el equipo de Emery dio un aviso a navegantes el viernes aplastando al Girondins en Burdeos (0-3), para confirmarse como rival absoluto del Mónaco en la pelea por la Liga local, que aspira a conquistar por quinta temporada consecutiva.

Enfrente, el Barça no se queda atrás. Acumula 11 partidos sin perder y apenas el decepcionante empate en el campo del Betis ensombrece una velocidad de crucero evidente, sumando 28 goles en sus 9 últimos encuentros y llegando a París una semana después de solventar el primer objetivo de la temporada: la clasificación para la final de la Copa del Rey.

A la misma hora que Cavani y Unai Emery ofrecían en el Parque de los Príncipes su conferencia de prensa aterrizaba en el aeropuerto París-Charles de Gaulle el vuelo que trasladaba al Barça. Sin los lesionados Aleix Vidal, Mascherano ni Arda Turan, con dos jugadores del filial (Nili y Aleñá) llamados a quedarse en la grada junto al tercer portero, Jordi Masip, y un equipo definido con los regresos de Piqué, Sergi Roberto, Busquets, Alba e Iniesta para presentar un once de plenas garantías.

Partido mayúsculo entre dos rivales que se conocen a la perfección, en el bando azulgrana ni hay secretos ni, tampoco, se esperan demasiadas sorpresas que sí estarían pendientes en ese PSG con distinta cara respecto al pasado.

Y que con Cavani al frente buscará dar un giro a la historia.