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Luis Enrique, señalado y bajo cero

BARCELONA -- La continuidad de Luis Enrique en el Barcelona más allá del final de esta temporada empieza a darse por descartada alrededor del club azulgrana, donde crece la sensación de un alejamiento entre el entrenador y el club que acerca la ruptura, por más que el presidente proclamase este domingo su convencimiento respecto a la continuidad del asturiano.

La división que se contempló en las gradas del Camp Nou, donde a las aclamaciones de la Grada de Animación coreando su nombre respondió con pitos otra parte de la hinchada azulgrana, colocó en el plano que la invulnerabilidad del entrenador no es tal. Ahora mismo.

Una fuente del Barcelona se apresuró en la noche del domingo a desmentir que, tal y como se afirmó durante la transmisión del partido por parte de una emisora de radio, el club hubiera trasladado a la Grada de Animación la ‘orden/sugerencia’ de no volver a corear el nombre del técnico, sin ocultar la incomodidad que todo este asunto produce.

Iniesta rechazó cualquier especulación respecto a que el vestuario no estuviera al lado del técnico pero se adivina una brecha en el club y no es un secreto que Luis Enrique ha perdido el apoyo absoluto del que gozó en el pasado.

El asturiano se mantienen firme en trasladar a final de temporada la decisión de su continuidad, el presidente Bartomeu habla del mes de abril y en los medios de comunicación empieza a plantearse ya no un posible sustituto por si acaso los nombres de Jorge Sampaoli y Ernesto Valverde como favoritos), sino que su marcha está poco menos que cantada.

‘Luis Enrique, sentenciado, ya está en el centro del debate’, publicó este lunes el diario As, mientras en Marca se explica que el entrenador ‘divide al barcelonismo’ y Sport o Mundo Deportivo le apartaron del plano, concediéndole una tregua aunque éste último sí resaltó que el club, el Barcelona, no se plantea sustituto alguno para él.

Si el entrenador era quien retrasaba a su antojo cualquier decisión, negociación o anuncio respecto a su permanencia o no en el club la próxima campaña, la situación se entiende ahora diferente y tras el discurso pacificador de Josep Maria Bartomeu se sospecha que existe diferencias de criterio y que el asturiano no tiene el apoyo generalizado. Y que esta circunstancia provocaría que no estaría en sus manos, sino en las del club, la decisión final.

La tercera gran crisis de Luis Enrique desde que llegó al Barcelona le ha derrumbado a ojos de la opinión pública y casi todos los medios coinciden en que sufre su peor momento a todos los niveles.

Si es un proyecto acabado o no lo dirán los resultados. Por encima de tener que esperar al mes de abril o decidirse públicamente antes quien será el entrenador del Barcelona el próximo curso.