BARCELONA -- El presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, acudió este martes por sorpresa a la ciudad deportiva del club, en Sant Joan Despí, y pudo mantener un breve encuentro con la plantilla azulgrana, minutos antes de comenzar la última sesión preparatoria previa al partido de Liga frente al Sporting de Gijón.
Bartomeu, quien no suele acudir a las instalaciones de Sant Joan Despí, llegó acompañado del director de relaciones institucionales del Barça, Albert Soler, en una visita no planificada ni conocida y que podría interpretarse como un apoyo del club a la plantilla en un momento especialmente problemático de la temporada, con la polémica arbitral en el primer plano.
A pesar de que el discurso oficial del club se mantiene en la línea de no entrar a valorar asuntos arbitrales y que el presidente pudiera intentar calmar los ánimos e intentar que se imponga la posición de respeto expresada por Iniesta, en contraposición a lo expresado por Piqué tras el partido entre el Villarreal y el Real Madrid, Bartomeu habría podido trasladar a los jugadores y cuerpo técnico su apoyo.
La conversación, si existió, no se prolongó durante demasiados minutos puesto que la plantilla apareció en el campo de entrenamiento apenas diez minutos después de que llegase el presidente a Sant Joan Despí.