Opinión: Cartas desde Barcelona
BARCELONA -- El 24 de marzo de 1905, en Amiens, murió víctima de una diabetes Julio Verne, genio de la literatura francesa y, según consta, segundo autor más traducido en el mundo por detrás de Agatha Christie.
Verne , quien es considerado el padre de la ciencia ficción, fue un auténtico adelantado a su tiempo a través de novelas como ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, ‘de la Tierra a la Luna’ o ‘La vuelta al mundo en 80 días’, obras que pasaron de la imaginación a la realidad con el paso de los años pero que en su tiempo fueron consideradas de imposible realidad…
Julio Verne fue en su ámbito lo que es Johan Cruyff en el suyo. Johan falleció también un 24 de marzo, de 2016, y al cabo de tres años de su desaparición su obra permanece en el plano de manera indiscutible. No se entiende el Barça del presente sin hablar de él y, tampoco, se explica el fútbol sin la trascendencia que su figura provocó, primero con el balón en los pies y después con el balón en su cabeza.
Cruyff nos dio una razón para estimar el fútbol más allá del marcador y nos obligó con su discurso y su manera de hacer a querer convertir una pelea en una diversión. Puso la pelota en el centro del escenario y nos explicó que a ella se le ama, no se le maltrata; que llevarla de un lado al otro del campo es una filosofía especial y que no todo vale.
Johan Cruyff, como Julio Verne, fue un adelantado a su tiempo que permanecerá por siempre en la historia del fútbol en general y del Barça en particular porque fue él, con su obra, el que cambió la realidad del club azulgrana. Con su cigarrillo y su chupa-chups, con su sonrisa y sus frases geniales y cortantes, con su simpleza “porque el fútbol es simple”.
El mismo día en el que Ronald Koeman solventó que Leo Messi es el mejor futbolista del mundo vale la pena, incluso es obligado, explicar y proclamar que si la Pulga alcanzó tal grado de excelencia se debe, también, a su crecimiento en un entorno especial y único del que el principal se llama Johan Cruyff.
Porque es tan probable que el Messi futbolista le haya superado como que lo hiciera Maradona. Pero nadie, nunca, fue para el fútbol tan importante como Johan Cruyff. Ni qué decir tiene para un Barça que deberá permanecer, por siempre, agradecido a su figura.