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La llegada de Guardiola a Man.City y el objetivo detrás de su fichaje

Manchester City está tras los pasos de Pep Guardiola desde el 2012 AP

BUENOS AIRES -- ¿Qué representan 25 millones de euros limpios por temporada durante 3 años, y un mínimo garantizado de 200 millones de euros para fichar a quien sea, sino un cheque en blanco sobre la mesa? La promesa de conquistar el mundo sólo podía señarse de esa manera.

El jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, ministro de Asuntos de la Presidencia de los Emiratos Árabes Unidos y dueño del Manchester City, tomó la decisión de firmar a Josep Guardiola en abril de 2012, al enterarse de que el entrenador catalán tenía decidido dejar el FC Barcelona después de 4 alucinantes años en el banquillo azulgrana.

“El entrenador debe ser Guardiola. Hagan lo que tengan que hacer, pero contrátenlo”, le dijo bin Zayed a Khaldoon Al Mubarak, jefe del departamento de asuntos ejecutivos de Abu Dhabi y presidente del club; a Ferran Soriano, director ejecutivo de la entidad citizen, y a Aitor Txiki Begiristain, secretario técnico de la institución. Pero nadie sospechaba que Pep iba a tomarse un año sabático a partir del 30 de junio de 2012, día en que se desvinculó del FC Barcelona, para reflexionar y alejarse del ruido que propagó su obra al frente del mejor equipo del planeta. Para observar el fútbol desde otra perspectiva y recuperar energías.

Agotada entonce la vía de negociación, Mansour bin Zayed Al-Nahyan se tuvo que contentar con la sugerencia de sus empleados. “Mantenga a Roberto Mancini durante la temporada que le resta de contrato, y esperemos a ver qué decide Guardiola el año que viene. Es importante mantener el diálogo con él. Nosotros le conocemos. No provoquemos que se canse”. El jeque esperó, pero volvió a estrujar su turbante al llegar el final de 2012-13. “Nos dijo que quiere entrenar al Bayern de Múnich. Desea ir a Alemania y está enfocado con ello porque le interesa probarse allí y conocer esa cultura. Hay que tener paciencia, pero confíe en nosotros”.

A grandes males, grandes remedios. El club skyblue, no conforme con Mancini, quien entre diciembre de 2009 y mayo de 2013 ‘sólo’ alcanzó a ganar una FA Cup (2010-11), una Premier League (2011-12) y una Community Shield (2012-13) pese a los millones invertidos en potenciar al equipo, se obligó a contratar un entrenador con filosofía semejante a la de Guardiola y eligió a Manuel Pellegrini.

Lo presentó el 24 de junio de 2013, después de que el chileno firmara una temporada de ensueño al frente del modesto Málaga, equipo español con el cual llegó a plantarse en los cuartos de final de la UEFA Champions League. Le faltó apenas un minuto y un árbitro más ecuánime para tumbar al poderoso Borussia Dortmund y plantarse en las semifinales como lo hiciera con otra cenicienta, Villarreal, en 2005-06.

Pellegrini ha ganado la misma cantidad de títulos que Mancini aunque en menor tiempo. Un doblete en 2013-14 (Premier League y Capital One Cup) y una Community Shield (2014-15). Y si bien el ingeniero tiene la posibilidad, ahora que ya ha sido anunciada públicamente la contratación de Guardiola, de dejar el club brindándole otro galardón con la Premier League 2015-16, habrá que ver si el equipo es capaz de noquear al irreverente Leicester City, su gran rival en esta carrera.

En todo caso, Mansour bin Zayed Al-Nahyan tampoco habría mantenido en el cargo a Pellegrini aunque el exentrenador de Universidad Católica, Palestino, River, San Lorenzo y Real Madrid, entre otros equipos, hubiese ganado el triplete en este curso. ¿Por qué? Porque Soriano y Begiristain, valiéndose de la íntima amistad que Manel Estiarte -director de escouting del Manchester City-, mantiene con Guardiola desde hace 25 años, acordaron en julio de 2015 con Pep los términos de un vínculo que hoy asombra.

A Bin Zayed jamás le preocupó el dinero. Lo utiliza como si de papel higiénico se tratara. Luego, a grandes planes, grandes contrataciones, piensa el jeque. Simplemente satisface su expectativa después de haber hecho gala de una enorme paciencia. Y se prepara, junto al emirato, para construir un imperio alrededor de la pelota.

El golpe de efecto se llama Josep Guardiola, aunque Pep no llegará solo. El club piensa que el entrenador que desde 2008-09 ha ganado 20 títulos entre FC Barcelona y Bayern de Múnich, será una carnada formidable para que aniden en el Etihad Stadium los mejores jugadores del mundo. El sueño imposible se llama Lionel Messi. Objetivos más permeables son Paul Pogba, Javier Mascherano o David Alaba, a quien Guardiola dirigirá hasta mayo en el Bayern.

Por un lado, Manchester City ha ideado un plan estratégico para arrebatarle al Manchester United, su máximo rival, la supremacía económica y el arraigo popular que tiene en gran parte del globo. Por otra parte, a golpe de talonario ha copiado el modelo de trabajo de FC Barcelona en sus divisiones inferiores y busca acortar los plazos para alcanzar esa ansiada hegemonía mundial. ¿Datos? Bin Zayed invirtió en menos de 5 años 312 millones de dólares en la construcción de una ciudad deportiva con 33 hectáreas y 16 canchas de entrenamiento, a 180 metros del estadio.

Por otra parte, ni Mancini ni Pellegrini pudieron atrapar las rondas decisivas de la UEFA Champions League, principal objetivo de los jeques para convertir al Etihad en La Meca futbolera. Esa es la meta que le exigirán a Guardiola, quien siempre supo que dirigiría en Inglaterra después de probarse en un equipo tan complicado y exigente como el que ha dirigido en Alemania estos últimos 3 años.

En la Premier League se felicitan jugadores y entrenadores. “Guardiola le hará mucho bien al fútbol inglés y nos aportará ideas que contribuirán al crecimiento”, dicen. “Guardiola implementará un nuevo estilo y tácticamente nos enriquecerá a todos”, repiten. Seguramente sea cierto y quizá los equipos ingleses aprendan a ser menos ingenuos a la hora de competir, al punto de contar otra vez con opciones de ganar los grandes títulos continentales.

Lo que nadie va a reconocer en público es el miedo que provoca la llegada a Manchester del mesías de los banquillos. 2015-16 tal vez sea la última oportunidad en el próximo lustro que tengan Arsenal, Manchester United y Liverpool de hacer algo realmente grande. Muy pronto, los petrodólares acaso tiñan el horizonte de celeste triunfal.