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Cómo se fraguó la transferencia de Ronaldo a la Juve, y por qué tiene sentido

Esta vez es en serio. Ahora sí se fue.

Se marchó después de nueve temporadas, 450 goles, cuatro títulos de la Liga de Campeones y cuatro Balones de Oro.

La partida de Cristiano Ronaldo de Real Madrid a la Juventus no es solo la segunda transferencia más cara de la historia _ un acuerdo que, al sumar los salarios, cuota de transferencias y comisiones, superará los 350 millones de dólares, sólo eclipsado por Neymar _ sino que además es una tremenda apuesta para todas las partes involucradas.

Real Madrid pierde a su talismán, su Alfa y Omega, un jugador que promedió un gol por partido la temporada pasada. La Juve rompe la alcancía para intentar dar un paso gigante hacia arriba, abandonando una estrategia de crecimiento orgánico que rindió frutos en las siete últimas temporadas y, en esta era del Fair Play financiero, apuesta a que no tenga que desmantelar el resto de su plantel.

En cuanto a Ronaldo, podría estar dando el mayor salto hacia lo desconocido. Abandona al que probablemente sea el club más grande del mundo, una ciudad donde ya estaba asentado y una liga que conoce al dedillo, para irse a una Serie A que, por ahora, está por debajo de La Liga en cuanto a calidad.

Y antes que sus detractores lo cataloguen de codicioso, hay que recordar que, tomando en cuenta las cifras que se han divulgado, no ganará más, y posiblemente menos si se toman en cuenta los patrocinios, de lo que hubiese devengado de haber firmado la extensión de contrato que el Madrid le ofreció el mes pasado.

Con 33 años, Ronaldo está en una edad en la que la mayoría de los futbolistas profesionales intentan exprimir al menos una o dos temporadas más a sus cuerpos al máximo nivel y, si no pueden hacerlo, cambian de rumbo. Pero Ronaldo no es un ser humano común y corriente. Viene de otra campaña extraordinaria y la Serie A y la Juve están lejos de ser un semi retiro.

¿Qué hay detrás de la transferencia? Los allegados a Ronaldo han mencionado la trillada frase de que “no se sentía querido” en Madrid. Las dos últimas temporadas, esa excusa ha sido ridiculizada, pero esta vez fue en serio, al dejar sobre la mesa una oferta de tres años y 100 millones de dólares.

Cualquiera que fuese el sentimiento de Ronaldo, era genuino. La impresión latente es que el problema no era tanto con los fanáticos o sus compañeros, sino con el presidente del club Florentino Pérez. Sencillamente no había confianza y, para Ronaldo, eso se manifestó de varias maneras, desde el hecho de que el club no hizo un esfuerzo mayor para apelar su suspensión por cinco partidos este año, hasta el hecho de que la plana mayor empezó a planificar el futuro post-Zinedine Zidane sin tomar en cuenta a Ronaldo.

Para ser justos, Ronaldo probablemente tenga razón, aunque Pérez también. Cuando tienes la oportunidad de vender a un jugador de 33 años (que cumple 34 en febrero) por 100 millones, y al mismo tiempo ahorrarte 55 millones en salarios, tienes que aprovechar. En una situación así, no se puede pensar en lo que el futbolista ha hecho por el club, sino en el futuro. Aunque Ronaldo sea un fenómeno de la naturaleza, no va a poder vencer al tiempo.

Ronaldo se dio cuenta de esto y, como era de esperarse, estuvo en desacuerdo, al igual que lo estaría cualquier otro atleta de élite cuando empiezan a dudar de sus capacidades. Para demostrar que están equivocados, está dispuesto a irse a otro país.

Desde el punto de vista económico, la decisión del Madrid es totalmente lógica. Además, el nuevo timonel del Madrid Julen Lopetegui tendrá más flexibilidad para armar su plantel con un once titular que promedia 20 y tantos años.

Por supuesto, se trata del Madrid y de Florentino. Tomando en cuenta su historia, todo apunta a que este es el primer paso para allanar el camino para fichar a otro Galáctico, algo que no han hecho en bastante tiempo, como Kylian Mbappé, Neymar o Eden Hazard.

La Juventus no necesita a Ronaldo para ganar la Serie A, como ha quedado demostrado por sus siete títulos consecutivos del campeonato italiano. El delantero portugués puede llevarlos a otro nivel, especialmente en la Liga de Campeones, aunque el verdadero objetivo del equipo de Turín es sumarse a los cuatro grandes _ Madrid, Barcelona, Manchester United y Bayern Munich _ en cuanto a los ingresos comerciales.

Ronaldo, cuya fama y valor comercial son inigualables, es crucial para lograrlo.

Después de varios años con ganancias, la Juve probablemente registre pérdidas en la temporada de 2017-18 y, con Ronaldo y sus 80 millones de dólares en costos de salarios y amortización, es casi seguro que habrá pérdidas en 2018-19. Los ingresos por derechos comerciales y del estadio aumentarán levemente, ya que los derechos están vendidos y el estadio ya llegó a su límite máximo.

El equipo se deshizo de veteranos como Gianluigi Buffon, Kwadwo Asamoah y Stephan Lichtsteiner, y el argentino Gonzalo Higuaín probablemente tenga un pie afuera, aunque es mejor que no vendan a jugadores como Paulo Dybala o Miralem Pjanic si no quieren quedar con un plantel muy raquítico.

Para la Serie A, no cabe duda de que es una noticia maravillosa. Hay que remontarse hace 20 años, a la era del Ronaldo original, para recordar la última vez que la liga italiana sumó a uno de los mejores futbolistas del planeta. La pregunta es cuánto va a durar así.

Florentino no quería ser recordado como el presidente que vendió a Ronaldo. Al menos tiene una excusa: Ronaldo pidió irse, él hizo todo lo posible por retenerlo, pero no fue posible. No importa si uno le cree o no al dirigente. Lo importante es cómo maneja esta nueva etapa del Madrid, que, hay que recordar, todavía cuenta con jugadores como Gareth Bale, Isco, Lucas Vázquez, Marco Asensio y Karim Benzema (por ahora).

¿Será que el Madrid puede fichar a otro Galáctico? No para reemplazar a Ronaldo, porque el lusitano es irremplazable. Pero sí para reforzar el lema del Madrid: Ningún jugador es más importante que el club.