Dos historias que reflejan el proceso de los futbolistas con proyección para el futbol mexicano
Rodrigo Huescas, con Cruz Azul, y Abraham Íñiguez, con Tijuana, aparecieron en la primera lista de los niños del futuro de la Selección Mexicana, ejercicio que ESPN realiza desde el 2020 cada 30 de abril. Actualmente, los dos tienen 20 años, pero con un presente totalmente opuesto. El canterano celeste se consolida en la Primera División, mientras el forjado en Xolos dejó el sueño de ser futbolista por las lesiones y ahora estudia la licenciatura en Derecho, incluso da sus primeros pasos en la política.
A lo largo de cinco ediciones, visores, formadores y entrenadores de Fuerzas Básicas del futbol mexicano, han identificado 89 futbolistas con proyección para destacar en el futuro. De ese universo, más del 85% de los jóvenes prospectos han pasado por procesos de selecciones menores de México, precisamente uno de los sitios donde más seguimiento se les da a los jugadores.
De ese listado, Rodrigo Huescas, incluido en el ejercicio del 2020 y 2021, es el que más minutos acumula en la Primera División, situación contraria a la de Abraham Íñiguez, quien solo apareció en el 2020 y es el único que actualmente no tiene equipo, pues hace tres años, a los 17 años, decidió dejar el sueño del futbol por las lesiones que le impidieron tener continuidad, a pesar de que directivos y entrenadores de Tijuana trataron de retenerlo al considerarlo como alguien talentoso y con potencial, incluso ya era seguido por la Selección Mexicana.
Abraham Íñiguez, del futbol a la política
Abraham Íñiguez sufrió lesiones de todo tipo. Desde ruptura de clavícula, hasta esguinces, pero las rodillas fue de lo que más padeció. “Las sentía muy débiles a veces. Ese tipo de cositas como que influían mucho. Es que podía terminar de jugar y me dolía, se me entumía la pierna”, situación que los doctores de Tijuana le atribuyeron a un problema natural por el crecimiento.
“Decidí tomar una decisión. De seguir con mi sueño o pensar más en mi futuro. Miraba muy lejano el sueño, pero sí en el aspecto de que una lesión más y voy a perder un año entero. Decidí seguir con mi formación académica. Actualmente estudio la licenciatura en derecho”, declaró Abraham Íñiguez en entrevista para ESPN.
“El club no me quería dejar salir. Me decían, piénsalo. Y agradezco mucho que haya respetado mi decisión. Me quiero ir a estudiar, no me siento muy cómodo ya con mi rodilla”.
En Tijuana, entrenadores, directivos y sus mismos compañeros, algunos ya en Primera División, recuerdan a Abraham Íñiguez con cariño y lamentan no haberlo convencido de que siguiera su carrera como futbolista. Lo califican como “un buen chavo”, que en la cancha siempre destacó como extremo izquierdo, como un jugador hábil, driblador, ya en el radar de la Selección Mexicana, pero por lo mismo de sus características, recibía muchas entradas fuertes de parte de los rivales.
“Guardo mi playera de subcampeón del Sub-13, la tengo en un cuadro, así bonito, tengo mis chamarras, tengo mis pants, tengo mis camisas, antes la repartía entre mis amigos, me sentía estrella. Todo lo guardo, tengo mis notas del periódico. Cuando no tengo nada qué hacer, abro Facebook, ahí me pongo a ver mi pasado, obviamente me da mucho gusto, a veces me da nostalgia”.
A tres años de esa decisión, después de 30 partidos en categorías juveniles, Abraham Íñiguez recuerda ese primer día lejos del futbol, como algo “raro”. Ya no tuvo que levantarse temprano para ir a entrenar, ni seguir dietas o una rutina de ejercicio, actividades que fueron cotidianas en los cinco años que estuvo en las fuerzas básicas de Tijuana, pero, por otro lado, también nació el miedo y la inseguridad por volver a jugar futbol.
“Fue una etapa de mi vida de señalarme de qué haces aquí, qué te pasó, juegas en los Xolos y ese tipo de cosas. Me afectaba de cierto modo psicológicamente en el aspecto de que si tomé la decisión correcta y por qué no seguí. Fue un lapso de seis meses en el que decía, ¿estuvo bien lo que hice? Poco a poco se me fue quitando el miedo y empecé a jugar”.
Íñiguez guarda en su memoria momentos especiales en su paso por Tijuana. Un gol que le hizo a Pumas, justo en un partido tras un receso que tuvo por lesión, el subcampeonato en la Sub-13, la convivencia con sus compañeros, entrenadores, utileros, de los cuales se siente arrepentido por no despedirse, además de aquella mañana que, recostado en su cama, se descubrió en la lista de los 30 niños del futuro que ESPN publicó en el 2020 y de inmediato se paró a enseñarlo a su familia.
“Fue algo que en mi localidad me marcó, me sigue marcando hasta la fecha. En mi día a día sigue estando esa nota. Yo creo que ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado”.
Actualmente, Abraham Íñiguez está en el último año de la licenciatura en derecho. Apenas a sus 20 años de edad empieza a dar sus primeros pasos en la política, incluso es contendiente a una regiduría en Ensenada, Baja California, aunque no descarta volver al futbol como representante de jugadores o abogado.
“El estar lejos de tu familia no es tan malo porque tienes un fin, pues para cumplir un sueño. Es un plan a futuro, es una inversión a futuro. Voy a invertir mi tiempo, trabajar, entrenar, lo que sea, para lograr llegar a ser profesional o tan siquiera y traerte la experiencia”, puntualiza Abraham Íñiguez con un consejo para los futbolistas en formación.
Rodrigo Huescas y el interés que genera a nivel internacional
Rodrigo Huescas debutó con Cruz Azul a los 17 años, poco más de un año después que apareció en la primera lista de 'Niños promesas' que elaboró este medio en 2020.
El jugador tuvo un proceso de fuerzas básicas con Cruz Azul, a las que llegó a través del Centro de Formación Chaco Giménez. Fue campeón en la Sub-15 en el Apertura 2018, semestre en el que también se quedó con el título de goleo. En Selección Mexicana, ha sido un recurrente en las convocatorias desde la Sub-16 hasta el combinado mayor, con el que aún no debuta, pero ya ha sido considerado en las listas.
“Ya teníamos cierto conocimiento del jugador porque Christian Giménez nos había hablado de algunos jugadores que estaban en el Centro de Formación, pero sin lugar a dudas el que destacaba era Rodrigo Huescas”, recuerda Edgar Sánchez Boyzo, coordinador de fuerzas básicas de Cruz Azul, cuando el joven de 20 años ingresó a la Máquina.
Edgar Sánchez Boyzo recuerda a Rodrigo Huescas como un jugador con mentalidad fuerte, con buenas condiciones técnicas, lo que le permitió tener un proceso con categorías mayores, hasta que finalmente se dio su debut en julio del 2021, incluso ha sido incluido en listas internacionales como una de las promesas en el futbol mundial.
Huescas fue el único mexicano que apareció en el listado mundial de los 200 futbolistas jóvenes más prometedores del Observatorio del Fútbol CIES , como el lateral juvenil N°11 del mundo. La publicación destacó su nivel en juego, dándole un 80.3, siendo el tercero más alto. También, su nombre ha estado relacionado al futbol europeo y hace unos meses este medio pudo comprobar un interés real de equipos de Alemania y Países Bajos.