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Preguntas para la CONMEBOL

AP

La Confederación Sudamericana de Fútbol, CONMEBOL, ha anunciado que implementará importantes cambios en sus torneos internacionales de clubes.

Se disputan dos copas por año. Por lejos la más prestigiosa es la Copa Libertadores, que sería el equivalente a la Champions League en Eurooa. Y también está el equivalente de la Europa League, conocida como la Copa Sudamericana.

Actualmente, estos dos torneos se juegan por separado, la Libertadores en la primera mitad del año y la Sudamericana en la segunda. A partir del año que viene, la CONMEBOL tiene planes de organizarlas al mismo tiempo. La Libertadores se desarrollará de febrero a noviembre, en un lapso de 42 semanas en lugar de 27, como hasta ahora. La Sudamericana, por su parte, comenzará más temprano que antes, en junio, y se extenderá hasta diciembre.

Los motivos del cambio son, casi con toda seguridad, comerciales, ante la expectativa de que los torneos reconstituidos generen más ingresos -- y tal vez redireccionen la idea cada vez más arraigada entre los clubes más importantes del continente de abrirse y organizar su propia competencia.

Pero la nueva disposición plantea algunos interrogantes…

¿El torneo más largo sufrirá el impacto de la ventana de pases de mitad de año?

Una de las ventajas evidentes de abarrotar la Libertadores en la primera mitad del año es que la acción se desarrolla antes del desajuste que sufren los equipos a causa de la principal ventana de pases del verano europeo.

Este año es un buen ejemplo de los peligros. La necesidad de acomodar la Copa Centenario significó que la Libertadores tuvo que hacer una pausa de un mes y medio entre los cuartos de final y las semifinales. Durante esta pausa, el eventual campeón, el Atlético Nacional de Colombia, perdió a dos de sus jugadores más importantes, Víctor Ibarbo y Jonathan Copete.

Por el momento en que la acción se reanudó habían vendido a dos más, Marlos Moreno y Davinson Sánchez, y además estaban a punto de vender a Sebastián Pérez. Ellos fueron capaces de conservar al trío hasta que ganaron el trofeo a finales de julio, pero sólo porque la temporada aún no había comenzado en los países a los que se iban a trasladar. Si la final hubiese sido en noviembre, como lo será ahora, el trío habría seguido su camino y no hubiese estado en el equipo.

Esto muestra el riesgo claro de una extensión de la Libertadores - en el momento en que llega el tramo final, los jugadores más destacados de las primeras etapas pueden caer en la tentación de partir, lo que debilita aún más el nivel de juego de la competencia.

¿A dónde irán los nuevos puestos?

La CONMEBOL están hablando de aumentar el número de equipos que participan en la Libertadores. Actualmente 38 entran en la competición - 12 en una ronda de clasificación con los seis ganadores pasando a una fase de grupos de 32, divididos en ocho grupos.

La propuesta de cara al futuro, parecería ser de 20 equipos tomando parte en la ronda de clasificación, con los 10 ganadores entrando en la fase de grupos, mientras que los 10 perdedores se deberán consolar con un lugar en la Copa Sudamericana.

Pero, ¿cómo se organizaría la división de los nuevos lugares? Por el momento, Brasil y Argentina tienen cada uno cinco representantes. Los otros nueve países tienen tres cada uno, y la adición de los actuales campeones hace que el número llegue a 38.

Hubo rumores - rápidamente negados por la CONMEBOL - que sugirieron que algunos clubes gigantes podrían recibir invitaciones para participar, lo que sería muy lamentable para la credibilidad de la competencia.

¿Una sola final en un terreno neutral?

La Libertadores siempre ha tenido una final con el formato de dos partidos, uno de local y uno de visitantes. Ahora se propone que el continente siga el ejemplo de Europa y tenga una final de un solo partido en una sede neutral preestablecida.

América del Sur, sin embargo, no es Europa. Las distancias son enormes, la infraestructura de transporte es irregular, los salarios de las masas son relativamente bajos y el viaje es caro. Un final con un solo enfrentamiento sería una ocasión de un solo evento máximo. Pero en las condiciones imperantes, ¿es la mejor manera o la más práctica para los fans?

¿Es práctico mantener las dos competiciones al mismo tiempo?

Hay una ventaja obvia sobre el hecho de establecer dos competiciones de clubes, una tras otra. La Libertadores es claramente el evento principal, con la Sudamericana como una especie de complemento, una oportunidad para los equipos menos tradicionales puedan ganar proyección y experiencia internacional. Pero mientras está en marcha, la Sudamericana no se ve ensombrecida. Es el único espectáculo en la ciudad.

Una vez que las dos competiciones se jueguen juntas, el estatus de la Sudamericana inevitablemente sufrirá un descenso. Se convertirá en "la otra".

La UEFA tendrá problemas de este tipo con la Europa League y la audiencia Europea tiene una cultura consolidada de competiciones simultáneas (solían ser tres, mientras que la Copa de Europa, la Recopa de Europa y la Copa de la UEFA se disputaban a la vez).

América del Sur no tiene esta cultura. Los fanáticos pueden confundirse y se puede perder un poco de claridad.

Por otra parte, los mercados de publicidad y televisión de América del Sur son menos significativos. ¿Cómo se puede organizar la programación de tal manera que las dos competiciones no terminen compitiendo una contra la otra?

Tim Vickery cubre el fútbol sudamericano para ESPN FC.