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Futbol, historia y arte en los 40 años del reinicio de relación España-México

MÉXICO - Una conferencia del ministro de Asuntos Exteriores español que en 1977 firmó el reinicio de las relaciones diplomáticas entre España y México, Marcelino Oreja, así como exposiciones de arte, conciertos de música e incluso un partido de fútbol recordarán este año el 40 aniversario de ese hito histórico.

Un día como hoy pero hace cuatro décadas tenía lugar en París un "intercambio de notas verbales" entre Oreja y el canciller mexicano, Santiago Roel, que ponía fin "a un paréntesis de 38 años, desde el final de la Guerra Civil" española (1936-1939), rememoró a Efe el embajador de España en México, Luis Fernández-Cid.

Un paréntesis en el que, en realidad, México "había mantenido las relaciones diplomáticas con el Gobierno que estimaba legítimo, el de la República" en el Exilio, mientras al otro lado del Océano Atlántico gobernaba el dictador Francisco Franco, amplió.

El 40 aniversario es "motivo de celebración para ambos países", explica Fernández-Cid, pues aunque España y México mantuvieron siempre fuertes lazos emocionales, culturales y comerciales, en 1977 se fijó "el entramado de mecanismos institucionales para fortalecer y modernizar la relación".

Eso permitió "que hubiese un foro de alto nivel de discusión de modernización de la relación oficial, diplomática, política, económica, institucional y cultural, que es la comisión binacional", de la cual en abril se celebrará la XII reunión.

Para recordar aquel 28 de marzo de 1977, el embajador ofrecerá este martes un almuerzo con integrantes del Grupo de Amistad México-España de la Cámara de Diputados mexicana.

El miércoles se celebrará un cóctel con futbolistas legendarios de ambas naciones, como los españoles Raúl González y Fernando Morientes, o los mexicanos Jorge Campos y Jared Borgeti, que el viernes disputarán un partido amistoso.

El turno para Marcelino Oreja llegará en abril, cuando el experimentado político de 82 años dicte una conferencia en el Senado mexicano.

Ese mismo mes el Altar de los Reyes de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México acogerá un concierto del guitarrista español Pablo Sáinz Villegas.

En mayo se inaugurará una exposición titulada "Cartografías líquidas", con "artistas emergentes" de los dos países que se replicará en España en el segundo semestre del año.

Hace diez días, el actual ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, realizó una visita oficial a México en la que se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, entre otras autoridades.

En alusión a la efeméride Dastis opinó entonces que el vínculo es "difícilmente superable" por "el vigor, la solidez y la profundidad" de los lazos que unen a ambos países.

Como ejemplo de ello, destacó que en los últimos años cada día se instala en México una empresa española.

Actualmente hay cerca de 5.900, lo que sitúa a España como el segundo país extranjero con más compañías por detrás de Estados Unidos.

La vertiente económica y comercial, tan fuerte que permitió que en 1945, con Franco en el poder, se firmara un acuerdo bilateral en la materia aún sin existir lazos diplomáticos, juega un rol crucial en la relación, subraya Fernández-Cid.

"México es el primer mercado en Iberoamérica para España y de los países iberoamericanos es nuestro primer suministrador", lo cual deja "un intercambio comercial un poco por debajo de los 8.000 millones de dólares al año, pero con tendencia a crecer", especifica.

España, que "es una puerta de entrada a la Unión Europea, pero también al Mediterráneo y al norte de África", así como "un destino interesante para muchas inversiones" mexicanas, es el segundo inversor en México con 57.000 millones de dólares de inversión acumulada y México el sexto en España con 21.000 millones

Los residentes españoles en México suman 150.000 y España es el segundo destino para los estudiantes mexicanos en el mundo.

A diferencia de lo que sucede con otros países latinoamericanos, con México existe una cooperación igualitaria: ambas partes aportan el 50 por ciento a un fondo para desarrollar programas de cooperación conjunta en terceros países.

"Estos mecanismos vienen a reflejar una de las grandes características de nuestra intensa y sana relación, que es muy paritaria, una relación entre iguales", apuntilla el embajador.

Las dos naciones coinciden también en "el fomento de un patrimonio y un tesoro común, que es la lengua española", así como en la colaboración en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.