La llegada de Nuno Espirito Santo al Porto renovó ilusiones, al menos por un momento. El equipo buscaba salir de una racha sin títulos desde 2013, pero de nueva cuenta se quedó en la orilla y vive su peor sequía en los últimos 33 años. Todo eso coincide con la llegada de la legión mexicana, comandada por Diego Reyes y Héctor Herrera.
Para los mexicanos de los Dragones, además, tampoco fue el mejor ciclo, luego de que Miguel Layún terminara prácticamente borrado de la lista del entrenador; Jesús Corona batalló con lesiones constantes, mientras que a Héctor Herrera le costó el inicio de campaña.
Un primer trimestre que ilusionó
En los primeros tres meses de competencia, el Porto apenas perdió una vez en Liga y fue ante el Sporting de Lisboa. De ahí en fuera acumuló solo triunfos y empates, aunque la mayoría de veces sumó de a tres puntos. En Champions, dejó en el camino a la Roma en la fase previa, mientras que en ronda de grupos se metió en algunos problemas al apenas sumar cuatro de nueve unidades.
Mantuvo el pulso en la Liga
En el segundo tramo de la campaña, los Dragones seguían en disputa por la punta de la Liga y accedieron a las fases de eliminación directa en la Champions League. Miguel Layún era el más constante de los mexicanos, aunque Jesús Corona ya deslumbraba con algunos goles. A quien más le costó desde el inicio de campaña fue a Héctor Herrera, pero poco a poco se fue ganando un puesto.
Perdió el rumbo en Liga y Champions
Ya con la temporada avanzada, se presentó la debacle. En Liga de Campeones quedaron eliminados a costa de la Juventus; en Liga, cuatro empates entre marzo y abril, causaron que perdieran el rumbo y dejaran puntos decisivos en la pelea por el campeonato. Ya en Copas fueron eliminados en las primeras rondas con lo que no estuvieron ni cerca de los títulos. Herrera fue más habitual en las alineaciones; Corona luchó contra lesiones, pero igual fue constantes, mientras que Layún perdió la confianza del entrenador y con ello vio muy limitada su participación. El equipo, por cuarta campaña seguida, se quedó sin títulos. Su peor sequía en 33 años.