<
>

Fútbol en América: Miami, la ciudad con fans pero sin equipo de fútbol

MIAMI -- Cuando caminas por sus calles, el olor y el sabor te enamoran. Su gente es un arcoíris cultural, es como si sus corazones latieran a un ritmo diferente. Es su pasión por la música, su pasión por la comida y claro su pasión por el fútbol.

Sus canchas están llenas de ilusiones, llenas de frenesí y de técnica futbolística; sin embargo, el círculo no es perfecto. Sin un equipo profesional que unifique a la ciudad, sus aficionados y fehacientes practicantes con la esférica viven deambulando entre su colorido horizonte.

Les falta el ingrediente que llene sus corazones y los haga gritar más fuerte, necesitan la pieza que resuelva el rompecabezas y ésta parece que viene del otro lado del Atlántico, de la tierra donde se creó el fútbol.

Fueron varios intentos, Miami sudó la camiseta más de una década para poder “meter el gol” de su historia. Finalmente la cuenta regresiva se acaba y con la llegada del artillero inglés David Beckham a la ciudad del sol, el sueño de tener una franquicia de fútbol que represente a la meca de los latinos en Estados Unidos es una realidad.

“Es misión cumplida, han sido 4 años, en algunas ocasiones frustrantes; he tenido momentos en los que creía que esto no iba a pasar… algunas personas me decían, por qué simplemente no lo olvidas, porqué no vas a una ciudad que pueda sostener un equipo de la MLS”, nos explica Beckham en su característico tono inglés, enfatizando que el camino no sido fácil.

“Para mí siempre fue Miami, siempre Miami, y yo soy lo suficientemente persistente en que esto iba a pasar… después de esos momentos de duda, estamos ahora anunciando el equipo, y vamos a ser los dueños oficiales del club en Miami”, exclamó con entusiasmo el astro inglés.

En efecto, la travesía fue complicada, pero no solo para el propio Beckham, si no para todas las colonias hispanoamericanas que durante años intentaron abrirle campo al balompié en un país que apenas se adapta a la indescriptible pasión de tribunas de carne, hueso y banderas.

Según datos del censo, el condado de Miami-Dade concentra 1.8 millones de residentes latinos, el mayor número en el estado de Florida. De ese rango, más de la mitad han tenido algún tipo experiencia con el fútbol, este fenómeno provocó una reacción en cadena que llevó al clásico español entre Barcelona y Real Madrid a jugarse en césped extranjero, hecho que solo se ha dado dos veces en la historia de una de las rivalidades más grandes en el mundo del fútbol.

“Creo que le hace muy bien a la ciudad tener ese tipo de partidos, tener al Barcelona o al Real Madrid le hace muy bien al deporte… este tipo de eventos para los niños es algo impresionante”, dice Daniel Vega, arquero del Miami FC de la liga Norteamericana de Fútbol (NASL, por sus siglas en inglés), quien a su vez explica que estos esfuerzos porque el fútbol enamore a Estados Unidos no son en vano, reconociendo que falta un ingrediente principal en la ecuación.

“Esto se tiene que vivir como con una pasión a un deporte…cuando llegué aquí y tapaba una pelota, me aplaudían las dos hinchadas, la del equipo contrario y la de mi equipo”.

Así las cosas para los miamenses, el aprendizaje es lento pero seguro, ambicioso pero cauteloso, despierto pero dormido. La dualidad todavía le cobra cuentas a esta ciudad, tal como lo explica a ESPN Marcelo Claure, CEO de Sprint y uno de los propietarios de la franquicia de la MLS en Miami.

“Pensé que no iba a suceder, me reuní con David (Beckham) para despedirnos, y allí mismo nos miramos y dijimos: ‘esto debe seguir’, y aquí estamos… empecé a creer en esta idea desde el 2011”.

La construcción del estadio en el sector de Overtown, al noroeste de Downtown Miami, que permitirá arrancar a la franquicia en el 2020 será financiada con fondos privados y a su vez permitirá la generación de nuevos empleos, lo que trae el visto bueno de las autoridades locales que gracias al fútbol inyectarán un importante capital a la ciudad.

Semilleros de fútbol: “Welcome to Miami”

En los últimos 10 años, el sur de la Florida ha sido testigo del crecimiento y auge de este deporte que principalmente da crédito a dos factores; el primero, el nacimiento de semilleros de talentos en todo el condado de Miami-Dade, y el segundo, la clasificación de la selección de las barras y las estrellas a los mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

“Estamos empezando a educar a los niños desde muy jóvenes, mi trabajo es hablar con los clubes locales y mostrarles lo que es el fútbol desde pequeños, poder brindarles la oportunidad de ver fútbol profesional y crear esos fans que empiezan a ser hinchas desde los 5 o 6 años”, relata el entrenador y promotor del campamento de menores de Miami FC, Gonzalo de Mujica, quien es nacido en Estados Unidos de padres argentinos y jugó profesionalmente para los Strikers de Ft. Lauderdeale.

El propio semillero de Miami FC ha sufrido esa metástasis de la que muchos hablan, los pasos agigantados del poder de compra del demográfico hispano en Miami se siente también en las tribunas.

“Hemos crecido mucho entre la gente que va al estadio, el primer año nuestro promedio de asistencia fue de 2,000 personas, el año pasado tuvimos casi 6,000 personas por partido”, explicó De Mujica, quien se muestra bastante optimista sobre el futuro del jogo bonito.

“El fútbol va terminar siendo el deporte número 1 en Estados Unidos, en los últimos 5 años diría yo que la MLS y la NASL han crecido increíblemente, todos están tomando el paso extra… la llegada de Beckham me parece que nos sirve a nosotros porque va a tener al fútbol siempre en todas las revistas, en los diarios, en la televisión y nosotros lo que queremos es que el fútbol crezca”, añadió.

A pesar de que en las escuelas secundarias tanto públicas como privadas en Miami los estudiantes aún se inclinan más por practicar el baloncesto, el béisbol y el futbol americano, parece que el reto de sembrar una semilla para que germine el balompié le pertenece a unos cuantos de la talla de Beckham, quienes rompen la brecha y hechizan con su carisma a la población.

“Mucha gente me decía que Miami era una ciudad difícil para traer una franquicia, yo no creo que lo sea porque creo que el fútbol es un deporte global, es perfecto en todo sentido y que lo traigamos a Miami, ver el apoyo que hemos tenido en los últimos 4 años, eso es lo que hace la diferencia”, concluyó el ex futbolista del LA Galaxy.

El sueño del “gigante dormido” parece más cerca de hacerse realidad. Toda la pasión que su gente guarda pronto tendrá un templo para explotarla. Miami es, sin duda, otro testigo del crecimiento del Fútbol en América.