No es de ahora que hay muchos practicantes de futvóley en todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años, la proporción de esta variante del futbol se ha consagrado en las playas de Río de Janeiro y viene aumentando de manera significativa.
De esta forma, futbolistas dedican sus carreras a ser profesionales, haciendo de una modalidad del futbol una de las principales formas de sustento. Es el caso de Natália Guitler, una de las principales jugadoras del mundo y referencia del futbol brasileño alrededor del planeta.
En una entrevista con ESPN, la carioca cuenta cómo se acercó a los deportes y el camino hasta convertirse en profesional.
"Comencé a jugar más o menos con 10 años. Antes de eso, fui tenista profesional por 5 años y viví en Argentina jugando profesionalmente. Llegué hasta las 450 del mundo. Antes del tenis, aún muy joven, también jugué fútbol. Entonces, fue una mezcla de deportes que acabó llevándome al fútbol. Hoy en día yo sigo con la carrera profesional ".
En los últimos meses, Natália ganó fama mundial al mostrar toda su categoría en partidos de fútbol y futmesa contra futbolistas consagrados como Neymar, Nenê y hasta Ronaldinho Gaúcho. Ella comenta cómo es su relación y el trato con los cracks.
"Es muy bueno, muy gratificante. Tener el respeto de ellos, ellos quieren jugar conmigo. Ellos me respetan en el medio y respetan mi trabajo. Para una mujer es un hecho muy cool. Me admiran mucho por ser una mujer y jugar tan bien".
En cuanto a los campeonatos y si es posible vivir sólo del fútbol, la atleta analiza cómo es el momento de futvóley en Brasil y en el mundo.
"La gente ha visto a las mujeres jugando y dando cada vez más apertura, que contribuye bastante para el deporte. En Brasil ha ocurrido un crecimiento muy considerable con algunas etapas. A veces, en el femenino, existen competiciones sudamericanas".
A finales de 2018, Natália llegó a la cuarta posición en un torneo de fútbol disputado en Francia. En total, la competición sólo tenía 3 mujeres entre los 42 participantes.
Al lado de su pareja, la brasileña revela que rompió el 'machismo' de los europeos tras mostrar su potencial y los propios hombres la invitan a participar en entrenamientos.
"Al final del torneo me estaban respetando. Al principio, muchas veces ni me saludaron. Al final me llamaron para conversar y hasta entrenar. "Fue una quiebra de tabú muy legal".
En Brasil, una de las formas que la futbolista ha encontrado para propagar y enseñar el futvóley es a través de clínicas. Al lado de su compañera Bianca, hacen presentaciones los fines de semana.
"En las últimas (clínicas) hemos tenido hasta más hombres que mujeres. Los hombres también se inspiran mucho en nosotros. Ellos se quedan muy satisfechos. Este tabú está roto y me alegro de contribuir con eso.