Al cristalizarse el regreso de Bianchi a Boca, será -sin dudas- el gran día de los boquenses que añoran su era dorada, cuyo punto culminante fue la doble obtención de la Copa Libertadores de América de hace dos años, y la edición 2000 de la Copa Intercontinental, en la ciudad de Tokio, Japón.

Si bien Bianchi nunca lo admitirá, la confirmación de la continuidad del holandés Louis Van Gaal al frente del Barcelona -oficializada hoy por el presidente de la entidad catalana, Joan Gaspart- permitió que ya no dude ni piense en un desquite inmediato en el fútbol europeo, después de su frustrado paso por la Roma de Italia.

Además, el comunicado que ayer difundió públicamente la Comisión Directiva boquense, en el cual se acepta su última petición económica, no le dejó mucho más margen para especular con otro declive del conjunto "bleugrana" en el rendimiento y los resultados.

Por otro lado, Basrcelona se despachó con un contundente triunfo por 4-0 ayer sobre Mallorca de visitante. El "Virrey" Bianchi se había comprometido a responder entre hoy y mañana a esa oferta, pero -finalmente, tras arduas y dilatadas negociaciones- será mañana el presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri, quien sea el portavoz de la trascendente noticia.

Y, con seguridad, el escenario del rimbombante anuncio será la mítica Bombonera, ésa que no "tiembla", sino que "late", como reza uno de los gigantescos carteles que la adornan.

Las palpitaciones de los hinchas cesarán entonces, pues el otrora goleador de Vélez Sarsfield y del fútbol francés le dará el si a Macri, luego de conversar con sus colaboradores más cercanos -el entrenador alterno, Carlos Veglio, y el preparador físico, Julio Santella- y aceptar reducir los 250 mil dólares de diferencia que existían entre la última oferta y contraoferta.

El ansiado monosílabo a la última propuesta del titular de la institución de la Ribera surgirá porque firmará un contrato por un mínimo de tres temporadas, a cambio de 1.100.000 dólares anuales, más la posibilidad de pagar otros 250 mil de la moneda estadounidense por objetivos logrados.

En consecuencia, los cálculos de Macri, quien antes de finalizar el último torneo Apertura aspiraba definir el nombre del futuro técnico de la entidad antes del pasado 15 de diciembre, sólo se habrán aplazado escasos ocho días.

Esta nueva propuesta de Boca fue presentada por Macri en la reunión que mantuvo con Bianchi el último jueves, con la intención de avanzar en las negociaciones.

Tras el cónclave, y tal como lo exigió Bianchi, el último escollo que salvó el máximo dirigente auriazul fue contar con el aval de las nueve agrupaciones políticas que integran el actual gobierno del club para la continuidad de todo el cuerpo técnico, debido a que su mandato concluye en diciembre del año en ciernes.