El martes pasado, un día después de la dura goleada en contra 4-1 ante el clásico rival, Independiente, Marín salió a afirmar que Racing no tenía ninguna chance de pelear por el título del torneo local y que a cambio se apuntaría a conquistar la próxima edición de la Copa Libertadores.

Si eso fue una sorpresa mayúscula, más todavía resultó ser la coincidencia con esos dichos que manifestó al periodismo el director técnico Ardiles, quien señaló que Racing no estaba para campeón y que había que decirlo a fin de no engañar al hincha.

Campagnuolo, sin entrar en fricciones o conflictos, dejó en claro que no piensa lo mismo que los popes racinguistas y que su fe se mantiene intacta.

"El jugador tiene obligaciones y más si pertenece a un equipo grande como lo es Racing, más allá de lo que haya manifestado el técnico. Será difícil pelearla, pero que quede claro que vamos a salir a ganar los catorce partidos que faltan", subrayó el eficiente arquero.

Campagnuolo admitió que "hay un problema de confianza en el plantel porque no se dan las cosas ni en lo táctico ni en los resultados y a su vez este es un equipo nuevo", pero al mismo tiempo sostuvo que este proceso negativo "se puede revertir, porque son sólo dos derrotas y recién vamos por la quinta fecha".

"Quedan quince fechas y hay que ganarlas, insistió, como para darle un mensaje algo más alentador a la numerosa parcialidad académica.

En cuanto a las declaraciones de Ardiles, dijo que "no me gusta meterme en la mente del técnico, él sabe por qué lo habrá dicho".

Consciente del mal comienzo de campeonato, el arquero aceptó que "es una situación difícil porque tres de los cuatro punteros son equipos grandes, si fueran chicos sería distinto porque por lo general es difícil que aguanten la presión y se caen".

Pero avisó que "plantel hay y también jugadores de excelentísimo nivel".