Sessa tomó del cuello al árbitro Sergio Pezzotta y posteriormente hizo un amago de agresión por la espalda, en el patrtido que Vélez igualó en tres goles con San Lorenzo de Almagro, el pasado sábado, por la decimosegunda fecha del torneo Apertura.

Pezzotta fue citado para el próximo martes a las 18, para pedírsele una ampliación de su informe que permita al Tribunal disponer de una mayor cantidad de elementos, luego de lo cual, presumiblemente el jueves próximo, saldrá la resolución definitiva.

Un antecedente de características parecidas tuvo lugar en 1978 cuando el jugador Carlos Salinas, de Boca Juniors, tomó del cuello al árbitro Abel Gnecco, en un partido frente a Huracán, y le fueron aplicados veinticinco partidos de suspensión.

EL MIÉRCOLES, SESSA ANTICIPÓ UNA SANCIÓN LEVE
El propio Sessa se anticipó el miércoles al fallo dando casi por descontado que apenas sufrirá una suspensión de entre cinco y siete partidos, muy leve y escasamente digerible si se considera la gravedad de su agresión.

Como estando en concreto conocimiento de lo que se decidirá, el arquero dijo que calcula que le van a dar "entre cinco y siete fechas de suspensión" y "no más" porque, alegó, "no maté a nadie".

Lo dijo luego de permanecer más de una hora en el cuarto piso de la AFA prestando declaración ante el Tribunal.

Al referirse al informe que elevó Pezzotta tras los penosos sucesos que determinaron su expulsión, Sessa indicó que "coincidí en algunas cosas que hay en su informe, en otras no. Espero que lean mi descargo y tomen una resolución equitativa".

"El informe del árbitro no fue para nada liviano en relación a lo que habló conmigo. Me sorprendió que diga que yo lo insulté y que lo iba a agredir, cosa que no fue así porque en ningún momento lo amenacé", resaltó el jugador, evidentemente afectado de cierto tipo de amnesia.

Con respecto a los argumentos expuestos por el árbitro, el irascible arquero precisó que "en el informe puso que a los 15 minutos me amonestó y después me expulsó por hacer rebotar la pelota en el piso. Luego agregó todo lo que se ve en televisión".

En rigor, si tal como dice Sessa, Pezzotta puso en el informe todo lo que se observó por televisión, entonces no hay ningún sustento reglamentario para que la pena sea de la levedad referida por el futbolista y presumida de acuerdo con todos los trascendidos.

El exabrupto del arquero está encuadrado en el reglamento de transgresiones y penas de la AFA en un único artículo, el 184, que es veladamente contemplativo para el agresor, ya que prevé una suspensión de entre 10 y 30 partidos, cuando muchos años atrás una actitud como la citada no era menor a la de un año de inhabilitación.

"Por supuesto que estoy arrepentido. Ya dije que no venía de una buena semana personal. En diez años de carrera nunca había cometido semejante error, cosa que no quita que uno tenga un minuto de locura", añadió un a su vez, contradictorio y confuso Sessa.

El jugador pareció contentarse al reiterar que ya le pidió "disculpas al árbitro, al cuerpo técnico, a la gente de Vélez y a toda mi familia" y dio a entender que eso basta para que no se le aplique una sanción de mayor severidad.

Antes de retirarse de la AFA, Sessa deslizó una remota posibilidad de volver a la titularidad del equipo si la institución velezana formaliza un pedido de aplicación del artículo 225 por el juvenil Raúl Gorostegui, que integra el plantel del seleccionado Sub 20 que dirige Hugo Tocalli.

"Tal vez me despedí del campeonato aunque vamos a pedir el artículo 225 por un juvenil del club. Lo tenemos que hablar con Carlos (por Ischia) porque sólo restan siete fechas para que termine el torneo", insistió Sessa.