No contaban con su astucia...

Ajeno a la frenética expectativa generada por la incoporación del brasileño Ronaldo a la "constelación de estrellas" del Real Madrid, Esteban Cambiasso irrumpió de forma espectacular en el equipo

MADRID -- Ajeno a la frenética expectativa generada por la incoporación del brasileño Ronaldo a la "constelación de estrellas" del Real Madrid, un joven argentino llamado Esteban Cambiasso ha irrumpido de forma espectacular en el equipo blanco.

Mientras la "Ronaldomanía" se apodera de la hinchada madridista, mientras Fernando Morientes encuentra el respaldo del Bernabéu, y mientras Zinedine Zidane, Luis Figo, Roberto Carlos, Raúl González y compañía calientan con fuerza los motores de la campaña, Cambiasso, en silencio, se ha convertido de golpe en una de las grandes claves del equipo de Vicente del Bosque.

Así se lo reconoció ayer lunes su afición en su primer partido oficial en casa, al premiarle con una atronadora ovación cuando fue sustituido en la apertura de la Liga contra el Espanyol (2-0) a un minuto del final por su compatriota Santiago Hernán Solari, el principal "damnificado" de su llegada.

Cambiasso no solo se ha hecho con un sitio en el once titular en el medio pivote junto a Claude Makelele, sino que fue el que propició, con su empuje y la calidad de su zurda, los mejores momentos del Real Madrid ante el Espanyol.

Este argentino nacido hace tan solo 22 años en Buenos Aires llegó hace seis años al club madrileño junto a su hermano -portero- Nicolás. Era un niño y su compatriota Sergio Egea, por entonces técnico del filial, que militaba en Segunda División, le hizo debutar el 20 de octubre de 1996 ante el Levante, pero su equipo perdió.

Formado en el Argentinos Juniors, e internacional en categorías inferiores, comenzó a mostrar sus posibilidades, pero ante la dificultad de progresar tan joven en sus filas el equipo madridista optó por cederle de manera consecutiva al Independiente y al River, con el que salió campeón.

El italiano Fabio Capello le dio la opción de debutar en un amistoso, pero fue tras la pasada campaña, después de ese periplo en la máxima categoría argentina, cuando el cuerpo técnico decidió que está maduro para reforzar una plantilla de por sí ya poderosa.

Ahora no luce el largo pelo rubio de entonces, sino que está rapado al cero, lo que parece haberle dado aún más fuerza, más vigor. Cuando regresó a Madrid el pasado 12 de julio tenía muy claros sus objetivos en esta nueva etapa. "Triunfar en el Real Madrid se ha convertido en un reto personal", dijo a EFE.

"Llegué muy joven a Madrid, fuera de mi país y con pocas posibilidades de tener minutos en el primer equipo, pero en el fútbol argentino me he formado como jugador y tengo ganas de pelear fuerte por triunfar en el Real Madrid", señaló el internacional albiceleste con Marcelo Bielsa y campeón del mundo sub'20 en Malasia'97.

Sabía la dificultad que tenía la empresa y se puso a trabajar muy duro. Los resultados no han tardado en llegar. Del Bosque ha contado con él como titular en los partidos amistosos y en los dos oficiales disputados hasta el momento.

En la Supercopa de Mónaco ante el Feyenoord, el Real Madrid ganó por primera vez este trofeo y el público descubrió un gran Cambiasso, confirmado el lunes en el Bernabéu.

Bajo las gradas del estadio Luis II de Montecarlo admitió que el haber debutado en partido oficial con el Real Madrid y obtener el título era "un sueño hecho realidad"; bajo las del coliseo madridista señaló que esto es lo que soñó cuando firmó por el club blanco con quince años.

"Esto es algo que llevaba esperando mucho tiempo y que trataré de no dejarlo pasar y aprovecharlo al máximo", comentó un rutilante pero tranquilo Cambiasso. Sabe que no ha hecho nada más que empezar, que tiene mucho camino por recorrer.

Muchos le relacionan con el ex madridista y también argentino Fernando Redondo, ahora en el Milán, y aunque esta comparación le supone un honor, Cambiasso siempre la ha aceptado como un factor externo a dos carreras y a dos estilos diferentes.

Cambiasso empezó jugando al baloncesto, la pasión de su padre, y después, tras varios años combinando los dos deportes, se decidió por el fútbol.

Fue en el club de baloncesto donde le apodaron "el Cuchu", como se le conoce en Argentina, porque era bajito, flaco y rubio y se parecía a un personaje de la televisión llamado "Cuchuflito".

Pero con el paso del tiempo su imagen ha cambiado y su fútbol ha crecido. El conjunto de Del Bosque lo ha agradecido y la afición, a las primeras de cambio, se lo ha reconocido. Su vuelta puede ser el gran fichaje del Real Madrid 2002/2003 con permiso de Ronaldo.

-EFE

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martes, 03 de septiembre
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