El Barcelona hace cuatro años que seguía los pasos de Riquelme, pero por una razón u otra no acababa de concretarse la operación, a pesar de que había dispuesto de diferentes opciones de compra, todas ellas caducadas porque nadie se atrevía a dar el paso definitivo.

Ahora es diferente. Gaspart se ha visto obligado a ofrecer savia nueva a unos aficionados que cada vez creen menos en un proyecto que en las dos últimas temporadas ha vivido huérfano de títulos y por eso ha activado la apuesta por Riquelme.

Y es que el argentino es un jugador ilusionante, tanto o más que su compatriota Javier Saviola, quien en circunstancias muy parecidas llegó a Barcelona el verano pasado y después, pese a que se tildó su fichaje de 'político', triunfó en su primer año.

Atendiendo a la nómina de jugadores con los que contará Louis van Gaal la próxima temporada, el proyecto es atractivo, porque pocos equipos pueden presumir de alinear a un ataque formado por Rivaldo, Patrick Kluivert, Juan Román Riquelme y Javier Saviola.

Aunque claro, el Barcelona primero tendrá que resolver el problema que tiene con el exceso de jugadores extranjeros y no se descarta que pueda ceder al brasileño Geovanni Deiberson a alguno de los equipos interesados en los servicios del apocado delantero barcelonista.

Riquelme viene avalado por los grandes del fútbol mundial. Hace unos días Javier Saviola dijo que Riquelme podría triunfar en donde quisiera, Diego Armando Maradona considera que es el indicado para poner en pie al Camp Nou, César Luis Menotti afirma que es el mejor en el manejo de los tiempos y las distancias.

A quien le asoman las dudas es a Van Gaal. El holandés reconoce la calidad técnica que atesora el genio 'xeneize', pero sabe que no es la prioridad que había solicitado y que la contratación de Riquelme tiene un componente populista que a nadie se le escapa.

Van Gaal tenía en cartera un zurdo polivalente, un jugador al estilo del valencianista 'Kily' González, pero por el momento Gaspart ha apostado primero por Riquelme, aunque no se descarta que después pueda llegar un jugador de las características solicitadas por el holandés.

Con la marcha de Sergi Barjuán y de Francesco Coco, la banda izquierda de la defensa barcelonista está huérfana. Podría jugar Michael Reiziger, pero no dejaría de ser un 'parche' para un equipo con pretensiones.