Los italianos están "Copados"

La crisis internacional del Calcio parece haber llegado a su fin porque en la actual edición de la UEFA Champions League, tres equipos italianos llegaron hasta las semifinales: el cuestionado Inter, la garra de Juventus y el AC Milan, el mejor hasta aquí

TODOS ABRAZADOS
El equipo de Inter a pleno celebra el pasaje a las semifinales de la UEFA Champions League
(Reuters)
ROMA -- Por primera vez en la historia, Italia logró meter a tres representantes en las semifinales de Champions League, una hazaña que ante sólo había logrado España y que tiene aún más valor luego de tres temporadas desastrosas en el nivel continental. ESPNdeportes.com analiza, junto a sus lectores, este momento feliz del Calcio.

UN HECHO HISTORICO
La crisis internacional del Calcio italiano, que tuvo su momento de máxima expresión en la tempranera eliminación en el Mundial de Corea y Japón, parece haber llegado a su fin.

En la edición actual de la UEFA Champions League, tres equipos italianos llegaron hasta las semifinales, lo cual garantiza además la presencia de por lo menos un representante del Calcio en final. Si se considera que también en la menos prestigiosa Copa UEFA Lazio logró meterse en la misma instancia, puede decirse que por lo menos a nivel de resultados la crisis parece cosa superada. No es casualidad que los tres equipos semifinalistas en la Champions sean los mismos que lideran la tabla del torneo local, mientras que el cuarto, Lazio, llegó al penúltimo escalón de la Copa UEFA.

Lo de la UCL es sin duda un hecho histórico. Desde que se inauguró la fórmula extendida (antes en la Copa de Campeones participaban sólo los ganadores de los torneos nacionales, más eventualmente el ganador de la última edición, y por lo tanto cada país al máximo podía presentar dos representantes), nunca Italia había logrado ubicar a tres equipos en las semifinales, es decir entre los cuatro mejores club del Viejo Continente.

Sí lo había hecho España, en el 2000, cuando además la final fue jugada entre dos equipos ibéricos (Real venció por 3 a 0 a Valencia). Doble satisfacción para los italianos, entonces, ya que dos de los tres equipos dejaron en el camino justamente a rivales españoles.

Un hecho histórico, pero en línea con la tradición italiana, que lidera ampliamente el cómputo de los trofeos ganados por sus clubes, con 40 copas en sus vidrieras - 9 Champions, 7 Recopas, 10 UEFA, 7 Supercopas Europeas y otras tantas Intercontinentales -, mientras que Inglaterra tiene 34 (9,8,10,6,1) y España 32 (10, 7, 8, 4, 3).

TÉCNICA Y TÁCTICA
La prensa española, en estos días, grita al escándalo. Otra vez las antiguas acusaciones de "anti fútbol" y de "catenaccio" coparon las primeras planas de los medios peninsulares, que ya habían expresado comentarios y juicios muy hirientes luego de los partidos de ida de los cuartos de final.

"Pasa que los italianos somos bastantes sensibles - ironizó el entrenador de Juventus Marcello Lippi luego de la clasificación lograda en Barcelona - y esas críticas desmedidas tuvieron el poder de hacernos enojar".

Ironías a parte, la actitud de los colegas españoles es por lo menos poco elegante, y hay varias cosas que merecen ser recordadas antes de sacar conclusiones definitivas.

Por lo pronto, el equipo que más merecería esas feroces críticas, Internazionale de Héctor Cúper, logró su clasificación a expensas del cuadro español considerado, por sus propios compatriotas, el más defensivista de España. Resulta curioso que ahora los valencianos se quejen de haber sido superados en su mismo estilo táctico, sin olvidar que existe un factor común muy importante entre ambos equipos, el técnico argentino Héctor Cúper, quien llegó dos veces a la máxima final continental con Valencia y ahora puede lograrlo con Inter. No recordamos comentarios tan despectivos hacia el esquema táctico de Cúper cuando Valencia alcanzó ambas finales...

Por el contrario, Juventus en Barcelona logró una verdadera hazaña, pero lo hizo con las armas de la garra, del despliegue físico y de la intensidad defensiva, todos instrumentos absolutamente lícitos y deportivamente fundamentales. Sin olvidarse de que el equipo de Lippi había sido muy superior en el partido de ida en Turín, y que el resultado final de 1 a 1 sonaba a burla por lo que se había visto en la cancha. Los españoles no deberían pasar por alto que el fútbol es un juego de técnica y táctica, pero también de nervios, corazones y músculos.

Además, si de táctica se quiere discutir, no puede dejar de verse que el fútbol español es posiblemente más bonito para los espectadores, pero justamente porque menos intenso en la zona central, con equipos más "largos" y mayores espacios a disposición. Salvando las distancias, sería como comparar el fútbol mexicano, donde la zona central es "de tránsito", con el argentino, donde el que logra romper la presión en el centro del campo domina las acciones.

Una última acotación: los analistas españoles consideraban (y consideran) absurdo gastar mucho dinero en arqueros y defensores, privilegiando la compra de volantes ofensivos y delanteros. Quizás ahora, luego de haber visto la importancia de Francesco Toldo y Gianluigi Buffon, revean un poco esa opinión.

Con respecto a Milan, en cambio, no podrá negarse que el equipo de Carlo Ancelotti fue el que mostró las mejores cosas en lo que va de la Champions. Los triunfos en La Coruña, en Munich y Dortmund, y ante el propio Real, fueron conseguidos jugando un fútbol airoso y espectacular, como por otra parte es en la tradición del equipo italiano más titulado internacionalmente.

En este caso, Ancelotti al comienzo tuvo que superar las críticas de aquellos que consideraban absurda la presencia contemporánea en la cancha de 5 jugadores de talento (Pirlo, Rui Costa, Seedorf, Rivaldo y un delantero a elección entre Inzaghi y Shevchenko), y si ahora Milan cambió un poco su estilo, eso se debe exclusivamente a las lesiones que diezmaron el plantel, quitándole al técnico justamente los jugadores de mayor talento.

LA GARRA DE JUVENTUS
Vamos ahora a analizar, uno por uno, a los tres equipos italianos que alcanzaron las semifinales, comenzando por Juventus, líder con amplia ventaja en el campeonato también.

Juventus, lo dijimos varias veces, tiene un estilo muy "inglés", un fútbol jugado con ritmos impresionantes y con una intensidad agonística superior. No es un caso que sus peores noches, en la Champions, las haya vivido ante Manchester United, un equipo que emplea el mismo estilo de juego y tuvo en el doble enfrentamiento algo más a nivel individual. Porque, y no hay que olvidarlo, Juventus llegó hasta donde está teniendo que superar varias emergencias, por las repetidas lesiones de sus mejores jugadores y por la epidemia de gripe sufrida justo la noche antes del partido en Manchester.

Por el contrario, ya en la segunda fase, ante Deportivo La Coruña, Juventus había demostrado que sabe luchar y creer hasta el último segundo, y que no sufre a los rivales españoles, ya que es casi imposible "envolverla" en tramas de juego asociado y técnicamente superior, porque sabe "desgarrar" esas telarañas con la dinámica y la entrega de sus volantes, especialmente Edgard Davids y Pavel Nedved.

El talentoso volante checo merece un párrafo aparte: probablemente Nedved es, en este momento, el jugador del mundo más útil para su equipo, y varias polémicas se hubieran evitado si Bonano no hubiese volado al ángulo superior izquierdo para atajar lo que iba a ser un verdadero golazo del checo, el 2 a 0 que hubiera cerrado el partido.

Ante un equipo así, Barcelona fue demasiado blando, jugó con suficiencia, como creyendo que el gol, antes o después, iba a llegar. Error mortal. Así como fue fatal subestimar la delantera de Juve, por la ausencia de David Trezeguet y el mal momento de forma de Alex Del Piero. El uruguayo Zalayeta, de repente, apareció para despertar a los catalanes dormidos, y recordarle a todos que cualquier jugador de clubes de ese nivel está capacitado para sentenciar un encuentro.

Con respecto al futuro, Juventus tendrá seguramente la tarea más difícil, porque Real Madrid es el campeón saliente y es un equipo poderoso y experto. Pero, por cuanto dicho antes, tiene varios elementos a favor: por lo pronto, mejor enfrentar a Real que a Manchester.

Además, los merengues pueden sufrir si son agredidos (de hecho, en Inglaterra jugaron un gran partido, pero acabaron perdiendo) y por ende se prestan al estilo aguerrido de Juventus. Por último, el equipo de Lippi llegó hasta aquí sin Trezeguet y con poco Del Piero. Ahora hay dos semanas para recuperarlos, y con ellos a pleno la semifinal está absolutamente abierta a cualquier resultado.

EL GENIO Y LA LOCURA DE INTER
Inter, como decíamos, fue el equipo italiano más criticado en los cuartos de final. Efectivamente, luego de lograr un apretado triunfo por 1 a 0 en San Siro, y luego de ponerse en ventaja en el comienzo del encuentro de vuelta, se encontró con la fantástica situación de poder administrar dos goles (casi tres, gracias al de visitante que vale doble) de ventaja, y realmente la desaprovechó.

El partido fue un asedio, un verdadero tiro al blanco, y Héctor Cúper debe agradecer a Toldo, quien se exaltaba más y más a medida de que los minutos pasaban y él salvaba su arco a repetición, si pudo salir con el pasaje a las semifinales del infierno del Mestalla. Recoba tuvo en sus pié izquierdo, el más hábil, el balón del 2 a 2, pero fue la única jugada ofensiva luego del gol de Vieri, realmente muy poco.

Hasta aquí la crónica de los hechos. Pero la historia de la Copas está plagada de hechos parecidos y similares, de hazañas logradas "colgándose del travesaño", sin olvidar equipos grandísimos, como el Bayern de Munich de los años Setenta, especialista en defenderse con uñas y dientes y definir los partidos casi al final.

Ese Bayern, con campeones del calibre de Franz Beckembauer y Gerdi Müller, ganó tres ediciones de la Copa de Campeones consecutivas, y seguramente ha quedado en la historia grande de este deporte.

Por otra parte Valencia es, como decíamos, el que menos se puede quejar de las tácticas defensivas y votada al contraataque, porque ese es justamente su estilo de juego. En esas condiciones cuentan las genialidades individuales, y si Vieri pudo marcar dos goles y Carew no, si Toldo atajó lo imposible y Canizares sólo lo difícil, es infantil ahora quejarse y llorar sobre la leche derramada.

Inter ahora deberá cruzar espadas con Milan, en una doble edición del clásico ciudadano que marca una evidente "paternidad" a favor de su adversario.

Sin embargo, Inter es genio y locura, y para un equipo así nada es imposible. Deberá renunciar a Vieri, pero recuperó a Crespo. Y muchos hinchas vestidos de azul y negro sueñan con una final Inter vs. Real, que haría revivir viejas y gloriosas historias de los años Sesenta.

LAS DOS CARAS DE MILAN

Cerramos el panorama con Milan de Carlo Ancelotti. También el equipo rojonegro, ampliamente favorecido ante su rival de cuartos, Ajax de Amsterdam, tuvo que sufrir hasta el tiempo de descuento, para encontrar un triunfo que, por otra parte, había sido absolutamente merecido.

El gol de Tomasson (pero más justo sería asignarlo a Inzaghi, ya que fue el máximo protagonista del partido y la pelota hubiera ingresado sin necesidad de que el danés la empujara sobre la línea) impidió una burla atroz, porque realmente Milan fue el equipo que mostró en lo que va del torneo las mejores cosas y las mayores novedades tácticas. Justamente ahí está el problema: Milan experimentó mucho, pero el resultado es que ahora no resulta del todo claro cuál es su verdadera cara.

¿Es la del juego asociado, la de la táctica a "árbol de Navidad", el 4-3-2-1 de sus mejore triunfos, con Rivaldo y Rui Costa detrás de Inzaghi y otros dos volantes talentosos como Seedorf y Pirlo para alimentar el circuito, o es el de la garra de Gattuso, Ambrosini y Brocchi, y de la velocidad de Shevchenko y del mismo Inzaghi? ¿Es un equipo de dominio, que mantiene la posesión de la pelota mucho más tiempo que sus rivales, o es un equipo que necesita espacios para el contragolpe?

En ambos casos, está claro que la solidez defensiva, garantizada por dos de los mejores defensores del mundo, como Alessandro Nesta y Paolo Maldini, es el factor fundamental de los éxitos. La seguridad de la última línea permite jugar más cómodamente en la zona central, y sumar muchos jugadores sin gran poder de recuperación, pero también de mantener muy alta la presión de los volantes tipo Gattuso y Ambrosini, recuperar la pelota en la mitad de la cancha adversaria y lanzar enseguida para la velocidad de los delanteros.

Milan se especializa en no fallar los partidos decisivos, cualquiera que sea la táctica y el esquema decidido circunstancialmente por su entrenador, y entonces parece el máximo candidato para el triunfo final, del que lo separan tan sólo tres partidos y que coronaría una campaña excelente.

Siempre y cuando sus rivales lo permitan...

VITO DE PALMA es italiano pero ha desarrollado gran parte de su carrera periodística en la Argentina, donde trabajó, entre otros lugares, en el diario Clarín, de Buenos Aires. Actualmente es corresponsal en Italia del SportsCenter Latino y columnista de ESPNdeportes.com.

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