De los dieciocho equipos que componen la Seria A, diez de ellos ya han cedido los derechos de transmisión de sus partidos a las dos plataformas digitales existentes (Stream y Tele+), pero desde hace varias semanas no hay avances en la negociación de los ocho restantes: Atalanta, Chievo, Brescia, Piacenza, Empoli, Como, Modena y Perugia.

Estos ocho equipos han creado un consorcio para defender sus derechos y han calificado de "irrespetuosa" la oferta de cuatro millones de euros.

El club que más percibe, el Juventus, ingresó la temporada pasada 49 millones de euros por los derechos de sus partidos en codificado, mientras Milán e Inter ganaron 43,8 millones cada uno y el Roma 37,7 millones de euros.

El martes próximo tendrá lugar una asamblea de la Liga de Fútbol Profesional que puede convertirse en la última oportunidad para salvar las fechas previstas del campeonato, aunque algunos de los protagonistas de esta historia son pesimistas.

Así, el propietario del Perugia, Luciano Gaucci, ha declarado que la negociación por los derechos televisivos "no culminará antes del 31 de agosto, por lo que el campeonato será aplazado", mientras el presidente del Atalanta, Ivan Ruggeri, se ha mostrado de acuerdo y ha señalado: "estamos pensando en la primera semana de octubre para que empiece la competición".

El campeonato italiano de fútbol se emite cada domingo en televisiones de pago, mientras que en abierto se dan, a través de cadenas generalistas, los resúmenes de la jornada semanal, los partidos de la Copa de Italia y los de la selección nacional, así como algunos de la Liga de Campeones europea.

Aparte del problema de esos ocho clubes con las plataformas privadas está el caso de la relación de la RAI con la Liga para poder ofrecer los resúmenes de cada jornada y los partidos de Copa, ya que el ministro italiano para las Comunicaciones, Maurizio Gasparri, se ha mostrado estricto a la hora de negociar a la baja, tras los cerca de ochenta millones de euros del año pasado.

"La RAI no debe ofrecer más de cincuenta millones de euros", ha dicho Gasparri, quien ha añadido que "los clubes deben comprender que la fiesta ha terminado y que no estamos dispuestos a hacer regalos. Este año gastaremos mucho menos para dar una señal clara al mundo del fútbol, que se cree que puede continuar la política suicida de esos años de vacas gordas".